La sala de rituales estaba iluminada por una serie de velas de cera blanca, cuyos reflejos danzaban sobre las paredes de piedra antigua. Aelarion, el gran elfo, trabajaba en conjunto con Selena y su aquelarre. La atmósfera estaba cargada de energía mágica y un aire de anticipación, mientras preparaban un contrahechizo para romper la maldición que ataba el dolor de Sky a Kael.
El centro de la sala estaba adornado con un círculo de runas y símbolos antiguos, cuyas líneas brillaban con una luz plateada. Aelarion, con su presencia imponente y serena, supervisaba los preparativos, sus manos moviéndose con destreza sobre los componentes mágicos necesarios para el ritual.
Selena, una bruja de cabellos oscuros y ojos penetrantes, se encontraba al lado de Aelarion, su concentración absoluta mien
