La delegación del clan Zetwal se acercaba a los terrenos de la manada de Argenther, esperarían hasta después del medio día para ser recibidos, al parecer estaban en medio de un entrenamiento y el Alfa no estaba disponible hasta la tarde. Jaka se acomodó entre unas rocas y empezó a dormitar, su beta no lo había dejado descansar ni un minuto desde que le despertó en las caballerizas, un poco más allá sus dos compañeros se estiraban, habían cabalgado toda la noche. La comitiva del clan Zetwal cruzaba la entrada de piedra del castillo, en una esquina del patio una muchacha sujetando una escoba de quejaba. - ¿No pueden botar menos pelo? Jaka se rio entre dientes, miró con curiosidad a la muchacha que tenía una queja tan absurda, en especial cuando todos ahí son lobos, y entonces la recon

