Capítulo 1. Eclipse
Lyricka corría por la acera, en realidad no tenía prisa alguna, pero el correr le hacía sentir libre de alguna manera, claro que una huérfana en realidad no tiene ataduras con nadie ni nada.
Dio la vuelta a la esquina y a punto estuvo de chocar con un muchacho bien vestido, Lyricka logró esquivarlo girando sobre la punta de su pie cómo si fuera una bailarina de ballet, el muchacho tan solo frunció el ceño al ver a la muchacha alejarse corriendo.
- Hump, ni siquiera se disculpó.
Se quejó Arenth Lichtz, la muchacha ya estaba a la mitad de la cuadra, sacó de su bolsillo la tarjeta de invitación que su padre le había entregado unos días antes, confirmaría la dirección antes de seguir su camino.
Un cosquilleo le subió por la nuca, y levantó la mirada, sus ojos se abrieron con sorpresa, el sol se estaba ocultando detrás de la luna, pasó su lengua con cuidado para comprobar que sus colmillos no estuvieran creciendo.
Detrás de él escuchó un cuchicheo, de repente el aire se llenó con el olor del bosque a media noche, sus pupilas se dilataron, y buscó el origen del olor.
De repente la calle se llenó de gritos, un carruaje tirado por cuatro caballos avanzaba velozmente por la calle, la muchacha que casi lo había atropellado se encontraba parada en mitad de la calle, justo frente al carruaje.
....
Lyricka llegó a la mitad de la calle, su corazón aún latía con fuerza, había estado a punto de chocar con un muchacho y por sus ropas es de buena familia, se hubiese ganado un buen castigo si eso hubiera ocurrido.
Ese día había una gran cantidad de gente en la calle, todos parecían emocionados por alguna razón, muchos de ellos llevaban en sus manos máscaras, como las que se usan en las fiestas de disfraces en la época de la cosecha, Lyricka decidió muy a su pesar caminar hasta su destino, era mejor evitar cualquier tipo de accidente.
Miró hacia el extremo de la calle y no vio ningún carruaje que se acercara, así que empezó a cruzar, había llegado a la mitad cuando de pronto, todo se volvió n***o, no podía ver nada.
«¿Qué sucede?» el miedo le asaltó, «aún es de día, ¿por qué no puedo ver?»
A su alrededor empezó a escuchar gritos, el sonido del latido de un corazón se sobrepuso a las palabras que no lograba entender.
Trato de enfocarse en un solo sonido, no sabía que estaba ocurriendo, junto a ella escuchó el relincho de un caballo y sintió que su cuerpo se elevaba por los aires.
....
Arenth vio el carruaje ir directamente hacia la muchacha, su fino olfato de lobo sintió el olor del bosque saliendo de la muchacha, sus pies se movieron con la velocidad que solo puede alcanzar bajo la luna llena, sus brazos rodearon el talle de la muchacha unos segundos antes de que quedara atrapada bajo la cascos de los caballos.
En la acera del otro lado Arenth respiraba hondo, eso había estado demasiado cerca, si no fuera por el eclipse, él no hubiera llegado a tiempo, la joven en sus brazos se había desmayado.
Lo mejor sería llevarla a algún lugar, él estaba ahí por negocios, había alquilado a un par de cuadras un cuarto para dejar su equipaje ahí, no pensaba permanecer más que ese día en la ciudad.
La puerta de su habitación de alquiler de abrió, la dependienta, una mujer anciana y temblorosa le ayudo a abrir la puerta, la anciana no dejaba de sonreír pícaramente viendo a la muchacha en sus brazos, Arenth maldijo internamente, depositó con cuidado a la joven en la angosta cama de la habitación.
La anciana se asomó con curiosidad mal disimulada para ver el rostro de la afortunada, su mirada se volvió hosca al reconocer a la joven, bufó por lo bajo y se marchó mascullando.
Arenth levantó las cejas al escuchar el murmullo de la anciana quien ya bajaba los escalones, y volteó a ver con más detenimiento a la joven.
Sus ropas eran muy sencillas, la tela era la más barata que el hubiera visto antes, su cabello n***o lucía algo desordenado, pero en general el aspecto de la joven era limpio y aseado.
Vio un pequeño bolso hecho de retazos de telas colgado de su torso, decidió abrirlo y averiguar quién era la joven que olía a bosque nocturno.
En el bolso había un par de llaves de latón, un peine barato, unas pocas monedas de cobre y una carterita que lucía bastante gruesa.
Al abrirla descubrió un papel de identidad, el rostro sonriente de la muchacha estaba en una esquina, la fotografía era en blanco y n***o, junto a ella estaban sus datos:
Edad: 21 años.
Nombre: Baderan Bagdaen.
«Qué nombre tan peculiar» pensó mientras leía los demás datos, nada relevante, es más casi todos los datos de alguna manera parecían inventados.
Decidió sacar otro documento de la carterita, sus ojos se abrieron con asombro, era otro documento de identidad, la foto era la misma, los datos cambiaban.
Nombre: Libia Hanibia.
Arenth tuvo que leer varias veces para asegurarse que no estaba leyendo mal, si el documento anterior parecía inventado, éste definitivamente lo era.
En la carterita aún habían varios documentos más, los empezó a revisar todos, diez documentos de identidad, y todos tenían nombres absurdos, en algunos tuvo que hacer un esfuerzo para no ponerse a reír.
«¿Acaso es algún tipo de estafadora?» pensaba mientras leía los datos del último documento de identidad, miró de reojo el rostro de la muchacha y la fotografía frente a él y suspiró derrotado, si la muchacha era una estafadora, debía ser una muy mala.
En la carterita quedaban algunos documentos más, eran cartas de recomendación, todas hablaban muy bien de ella, con sus diferentes alias, conocía algunos de los establecimientos que la recomendaban, estaban a lo largo de todo el país.
El último papel era el más viejo de todos, era una ficha de nacimiento, no llevaba fotografía, y los datos registrados no pudieron aclararle nada.
Fecha de nacimiento: día 1 mes de la cosecha año Xxxx
«Por el año, al menos si edad es real» pensó haciendo un cálculo rápido, el mes no le decía nada, el año hay cuatro meses de cosecha repartidos entre los trece meses, al parecer no estaban seguros de cuando nació.
Nombre del padre: desconocido.
Nombre de la madre: desconocido.
Lugar de nacimiento: dentro del país.
Nombre: datos por asignarse durante el proceso de adopción.
Así que era una huérfana sin nombre, eso explicaba todos los documentos de identidad, que dado que ella no tiene nombre, no se podía decir que ninguno de ellos fuera falso.
Arenth guardó los documentos, estaba tarde para su cita, cuando volviera hablaría con la muchacha y averiguaría quien es en realidad.
....
Lyricka abrió los ojos y se sentó de golpe, empezó a revisar su cuerpo, todo estaba en su lugar, no parecía haber nada roto, soltó el aire aliviada y notó que estaba sentada en una cama bastante cómoda.
¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí?
Buscó su bolso, alguien lo había abierto, su corazón empezó a latir muy deprisa y cogió la carterita con dedos torpes, con alivio vio que todos sus documentos estaban ahí.
Con cuidado recortó una esquina de papel y escribió con un lápiz de carbón que usaba para maquillarse.
Gracias por tu ayuda, no se quien eres, no tengo como compensarle, no olvidaré su amabilidad.
Con cuidado colocó la nota sobre la cama y se trepó a la ventana, estaba en el segundo piso, recogió el bajo de su falda y saltó.