El tren de carga seguía su ruta, el amanecer empezó a asomarse detrás de las montañas, Lyricka se movió, empezaba a despertar, sintió un peso sobre su cabeza y levantó la mano para ver qué era, estaba algo desorientada, Qamar gimió al sentir un piquete el ojo. Con voz pastosa preguntó sin moverse: - ¿Estás despierta o necesitas algo? - ¿Por qué me estás usando de almohada? - Porque tú me estás usando de butaca, calefactor y cinturón de seguridad. Lyricka abrió la boca sin comprender lo de cinturón de seguridad cuando escuchó el traqueteo del tren y recordó donde estaban, sus manos apretaron el brazo de Qamar con fuerza. Qamar sonrió satisfecho y bostezo, parece que era tiempo de cambiar el rumbo, con un impulso se puso de pie obligando a Lyricka a seguirlo. - ¿Y bien a dónde

