Axya sacudía su mano ante el rostro de Zaaren, ella en verdad estaba ciega, no entendían que estaba pasando, la habían visto en la mansión durante la noche y nunca le había pasado o al menos nadie lo había notado. Por órdenes del alfa Qyrens, Zaaren todo el tiempo estaba vigilada y cualquier comportamiento extraño o fuera de lo normal debía ser reportado, cosa que hasta el momento no había ocurrido. Girina estaba segura de que incluso sin la orden del alfa, ningún movimiento de Zaaren hubiera sido un secreto en el clan, no solo las féminas estaban pendientes de ella, al ser la luna del lobo fantasma era en cierto modo la envidia de ellas, todas habían fantaseado por lo menos una vez con el muchacho, era el tipo perfecto para aquello, fuerte, duro, frío, reservado y solitario, un lobo i

