Capítulo 8 El Castigo / Su Dulce Voz Era extraño y algo muy llamativo ver un vehículo pasar por esos caminos de tierra, pero por fortuna los niños habían logrado ver y escuchar el alboroto que causaba el motor del campero del hombre que con amabilidad había dejado a una pequeña niña de 9 años en la puerta de la escuela. Todo lo que pasaba había sido presenciado por los niños desde la ventana del salón de clases, pero en el momento de que la maestra se acercaba todos corrieron y tomaron su lugar. Antonio apenas había llegado a la escuela, pero su silla estaba ubicada en el mismo lugar de siempre, de manera inocente el niño no pensaba que la maestra notaria su ausencia y su llegada, sin embargo, fue inevitable recibir la mirada furiosa y fulminante de la maestra al entrar al salón de clase

