Capítulo 32 Rumores Falsos Un humilde hogar, se había adornado de ternura, un sutil llanto daba color a cada madrugada y cada tarde, pues la primera hija de la pareja de casados había llegado a sus vidas para darles un significado, en medio de suevas cubiertas, y una cuna que en el pueblo habían comprado, Blanca con tan solo unos pocos días de nacida, descansaba plácidamente mientras Juana cocinaba la cena y Leonor procuraba descansar pues su primer parto había sido en especial muy difícil de sobrellevar, pero al fin y al cabo había sido todo un éxito y ahora contaban con la tierna compañía de su bella hija. Antonio por su parte no había dejado de lado sus obligaciones, ahora que era padre, el hombre pensaba ciegamente en querer trabajar para llevar un sustento a su esposa e hija, y su p

