Capítulo 7

897 Words
Era verdad, cuando no estaba a mi lado como no sé mostraba para nada el Francisco que yo había conocido. Se mantenía fe serio, recto e indescifrables. No parecía para nada la persona que yo conocía como y en parte eso me hacía sentir más seguras. Saber, qué hace mostrado tantico solo conmigo junto al parecer los padres Francisco comer hace días no me han podido asistir al evento, Así que básicamente los conocería mañana. Ni siquiera estaba enterado el compromiso. Pero al parecer iba a ser una sorpresa. De igual forma no estaba para nada preparada mentalmente, para conocer toda la familia Alba. Suspiré nerviosa, sin saber muy bien en ese momento si tenía que seguir adelante o básicamente olvidar todo el pasado que tenía. Trago saliva, sin decirle nada a mi mente; nerviosa y en ese momento lo único que quiero es que todas las cosas se pueden llegar a aclarar No quería para nada del mundo, que alguien pudiera llegar a pensar que era una interesada. En parte sí lo era, quería un mejor bienestar para mi hija, y sabía que yo no se lo iba a poder dar. Además de que estaba sola. Francisco era todo lo que estaba bien pero igual forma no lo conocía, y que él me diera mi espacio para conocernos me llenaba de bastante seguridad. Yo igual forma, nunca nos habíamos insinuado nada, a pesar de que básicamente él era una especie de Ángel para mi. Cuando pasó la noche tan rápida, que me dio mucho sueño, ya nos estamos alejando. Samanta se había ido su propio vehículo, mientras que nosotros nos habíamos subido el malayo limosinas. Emma, la tenía esta vez entre mis brazos, y me estaba quedando dormida. Francisco como siempre estaba enfrente, y yo no pude evitar sonreír. —¿La pasaste bien..? — quiso saber estiró la mano, y tomo la mía. —Fue una de las mejores noches de mi vida —digo con sinceridad. —Y eso que he tenido que pasar bastantes veces por ciertas señoras m, que no paran de hablar de ti bonito día. —Me lo imaginé, pero lo que nunca me imaginé que fueras conventillera —dije y no pude evitar reírme a ver su cara. —Solamente no quería que hablara mal de ti, eso por alguna razón que no entiendo. Me hacía hervir la sangre. —Pues gracias —dije sin saber qué otra cosa más añadir. Era bastante raro que alguien como él le importara lo que dijeron los demás, pero me hacía sentir segura. Después de algunos minutos finalmente llegué a mi casa punto él me ayude a cargar el bolso de Emma, al igual que el paragüita. Era tan raro no tener que hacerlo sola y no pude evitar quedarme pérdida ante su gesto. En ese momento en particular, no pude sentirme feliz y bastante conmovida. Por así decirlo, con el paso de los años y del tiempo, me da cuenta de que a pesar de todo, tenía bastante intriga. Por un lado como no sabía muy bien si las cosas se dan por alguna razón extraña de ser y por otro lado como me había caído todo tan repentino como más que nunca había esperado algo así. Tenía un costoso vestido, de una marca reconocida tendido sobre la cama lo miré, comprobando que no tuviera ninguna mancha. Lo colgué con mucho cariño Y cuidado al igual que el vestido de mi bebé. Suspiré, no podía creer que una persona como él se tomará tantas molestias, en alguien como yo. Mi mayor miedo es que si alguien se enteraba de mi pasado, yo no quería perjudicar lo era la persona más buena que había conocido en durante toda mi vida. Con el paso del tiempo, no había acostumbrado a ser rechazada, ser mirada del menos, y más que nada por lo que era madre soltera ponte lo podía creer que él se hiciera cargo de mi hija, y era todo lo que estaba bien punto cerré los ojos, después de haber acostado además de su cuna y finalmente me quedé dormida. Al día siguiente como una Brisa extraña me hizo abrí los ojos punta me había dado cuenta que había dejado de la ventana abierta, suspiré y en ese momento, pude ver a mi hija que estaba perfectamente dormida. Me despertó un par de veces en la noche, debido a que ella tenía hambre, o simplemente le molestaba los gases y tos. Me levanté, y la misma ya estaba despierta entre mis brazos. fuimos directamente a la cocina, con ella en brazos, puse a calentar la cafetera. Espere con bastante paciencia, sentada mientras intentaba despertarme. Estaba cansada, a pesar de todo era las 10 de la mañana, y después de haber llegado a las 6 de la mañana como me sentía bastante agotada. Después de haber dormido tan solo 4 horas con Emma, sentía que el sueño se apoderaba de nuevo de mi. Pero tenía que seguir que levantarme y seguir. En ese momento, no puedo evitar otra cosa más que seguir adelante. Preparo el café, me preparé unas tostadas y finalmente me di cuenta de que estaba preparada para empezar el día por más difícil que fuera a veces para mi punto en este momento, al menos tenía una ilusión, una pizza de esperanza que anteriormente no estaba vista para mí.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD