Líder suprema

Capitulo 8 (Parte 1)

NARRA ADRIANO.

Veo el celeste cielo desde la ventana del avión en el cual voy, el claro cielo hace que mi mente viaje en lo más profundo de la oscuridad que me embarga. Miro mis manos y sonrió sádicamente recordando la cantidad inmensa de vidas que he arrebatado, sin temor, sin piedad, sin rencores y mucho menos arrepentimiento; a excepción de una persona.

Alessandra...

Mi pequeña y dulce hermana, la luz de mi existencia. Ella fue una m*****o activa de la organización, realizo bastantes actividades dentro de la misma, ayudo a personas sin hogar, realizo donaciones, entre otras cosas.

Su muerte marco a toda la organización y también me expulsaron por la orden que dio mi hermano, Alessandro. Todos creen y sé que siguen creyendo que yo soy el culpable por la muerte de mi hermana, pero es todo lo contrario.

Volviendo a mi asquerosa realidad. Soy Adriano Kozlov, tengo treinta y cinco años de edad, físicamente estaría bien para la edad que tengo, alto, fornido, caballo oscuro y ojos igual. He permanecido alejado de mi hogar cuando Alessandro me expulso, ni pedí regresar.

Fue difícil comenzar solo, sin dinero, sin comida, sin un lugar donde dormir, pero logré salir adelante por mí solo y sin ayuda de nadie de la organización. Hasta que recibí una llamada de mi madre diciéndome que fue expulsada por el actual líder, me dijo que regresaría a Rusia, en la base de la organización de la mafia rusa; ese fue nuestro punto de encuentro.

FLASH BACK.

Me encontraba de camino a la base de la organización rusa, vestía de color blanco a excepción de mis zapatos y mi cazadora que era de color n***o, voy en una de las camionetas del líder de la mafia y a mi lado va una hermosa mujer que trabaja con el líder.

- Elizabeth, no es necesario que vengas conmigo, puedo ir solo- le digo a la hermosa mujer que no deja de mirarme. Ella le hace una señal al chofer y cierra una ventana que permite darnos mucha más privacidad.

- Todavía tenemos algo pendiente- dijo y en un abrir y cerrar de ojos ya la tenía encima de mí.

-No es momento y lugar, lo sabes bastante bien- digo tratando de apartarla de la forma más tranquila y pacifica que pueda.

-Querido, primero nuestro asunto y luego te reúnes con mi adorado y sexy jefe- me lo dice con el deseo y lujuria tan palpable en el ambiente.

-Hecho- termino de decir eso y la beso con lujuria y deseo mal contenido, la posiciono mejor encima de mí. El ruido de un celular interrumpe tan deseoso momento.

-Mierda- dice y se aparta de mí, respiro aliviado y me acomodo el traje.

Señor, me has mirado a los ojos...

Agradezco que no paso nada, sería horrible ocultar mi erección si pasaba a más.

Miro por la ventana del vehículo en el cual me encuentro, no hay absolutamente nada, solamente bosque, eso significa que estamos por llegar.

-Adriano, en otro momento arreglaremos nuestro asunto pendiente- dice ella mirando con una mirada seductora y yo solo vuelvo a mirar la ventana, rezando para qué ese momento no llegué.

Pasaron los minutos y por fin llegamos a la base de la organización rusa, los vehículos paran y un hombre armado hasta los dientes me abre la puerta. Salgo y miro la enorme mansión que ven mis ojos, no me impresiona porque crecí en un palacio y rodeado de muchos lujos.

-Adriano, un gusto verte, amigo- dice una voz seca detrás mío. Me giro y jamás pensé volver a ver a mi mejor amigo.

-Alexei, que coincidencia- digo con una sonrisa, nos acercamos y nos damos un abraza que expresa la ausencia del otro tras varios años. El me guía dentro de su mansión y me dirige a lo que sería su oficina.

Todo es tan él, colores oscuros, cortinas vino tinto, simplemente él.

-Tu hermano mato a todos tus hermanos, nadie vivió. Tu madre fue expulsada por orden de tu hermano- me dice serio y una tristeza me embarga, mis hermanos muertos; que desgracia.

-Mi supuesta traición me ha salvado la vida- digo sin emociones y él solo asiente- mi hermano ya tiene el mando y expulso a mi madre- digo tratando de contener mi ira.

-Tu padre permitió la expulsión, jamás pensé que el sería capaz de expulsar a una mujer tan amable- lo dice tratando de entender- ella está en esta mansión, tiene heridas por todo su cuerpo, y desde que llego pidió verte. Ella pensó que después de tu expulsión te refugiaste conmigo, se desmayó al enterarse que no estabas aquí- el dolor de pensar que todo eso pasó me genera un gran arrepentimiento.

-Alessandro, expulso a la única mujer que realmente se preocupaba por él, pero que idiota- digo con odio.

El hecho de pensar en todo lo que tuvo que sufrir mi amada madre, los maltratos físicos, psicológicos, es inimaginable.

-Adriano - escucho una suave voz, me volteo y la veo.

La veo a ella, tan hermosa, tan bella. Mis lágrimas caen al saber que puedo volver a verla.

Madre...