1.
Llegó hasta la cima de aquella montaña, no podía creer que lo hubiera hecho sin caerse y morir, solo tenía algunos rasguño que sanarían en poco tiempo, vio la entrada de la cueva y se quedó unos minutos pensando en si sería buena idea, por supuesto que lo era, había viajado hasta ahí para hacerlo y no podía darse la vuelta, no mientras la siguieran persiguiendo. Tomo un poco de aire y se adentró en la cueva, la poca luz la hizo tropezar por el agua, pero afortunadamente logro agarrarse fuerte y se mantuvo de pie, saco su celular del bolsillo y se insultó a ella misma en su mente por no haberlo hecho antes, camino mientras escuchaba las gotas de agua caer por alguna de las grietas de la cueva.
Después de recorrer un largo pasillo que se formaba con las rocas llego al lugar que buscaba, sabía que había empezado a caminar más lento para no tener que verlo aún, se acercó con pasos aún más lentos mientras que su corazón se aceleraba a cada paso, se detuvo en seca frente al gran ataúd n***o con una W grabada en color dorado, respiro hondo y abrió la tapa, se quedó observándolo por unos segundos antes de sacar de su bolso la pequeña navaja que había llevado con ella, sentía el sudor de su mano cuando la levanto lentamente y acerco la navaja para realizar un pequeño corte en ella, cuando la sangre salió ella utilizo dos de sus dedos para tomar un poco y la puso lentamente sobre los labios de quien estaba en el ataúd, espero unos minutos cuando sus ojos se abrieron de golpe.
Hace cuatro años
Sentía el viento sobre su rostro, pero eso no le importaba, solo quería seguir corriendo y olvidarse del terrible día que había tenido, no podía creer que Diego la hubiera engañado con Clarisa , pero no podía esperar nada bueno de una persona como él, lo único que le importaba en ese momento era seguir estudiando y después trabajar en lo que siempre había soñado. Se detuvo y miro el reloj en su muñeca, eran casi las ocho de la noche y tenía que regresar a su departamento, por fortuna no estaba tan lejos y no había mucho peligro si corría a esa hora, se detuvo un momento para amarrar los cordones de sus tennis y cuando lo hizo se dio media vuelta encontrándose con un par de ojos azules que la miraban algo atentos.
- ¿Te encuentras bien? -dijo ella cuando vio la barbilla de la persona frente a ella
- ¿Por qué lo dices? -su voz era grave, preguntó con más amabilidad que sorpresa por lo que ella acababa de decir
-Tienes sangre en la barbilla-dijo haciendo una pequeña seña, el extraño pareció cambiar su actitud y tan rápido como pudo la limpio con la manga de su abrigo
-Debo haberme cortado al afeitarme esta mañana-dijo con una ligera sonrisa que dejo al descubierto sus perfectos dientes blancos
-Tengo que irme-dijo con una ligera sonrisa un poco incomoda y troto para alejarse de aquel extraño
Llego a su edificio y abrió la puerta, entro y cerro para empezar a subir las escaleras corriendo, cuando llego a su departamento dejo las llaves cerca de la mesa que estaba en la entrada.
- ¡Hola! -dijo Zarina , su cabello rizado se posó suavemente sobre su mejilla cuando ladeo la cabeza
-Pensé que ya estabas dormida-dijo ella con una ligera sonrisa, en realidad no quería que se diera cuenta de que la había asustado
-No puedo dormir sí sé que estas por ahí huyendo de tus problemas
-No era lo que estaba haciendo-dijo ella dando unos pasos, Zarina rodo los ojos de manera exagerada
-Por supuesto que lo hacías, pero lo que deberías hacer es darle un duro golpe a ese idiota y después todo será mejor
-No voy a hacer eso y ambas lo sabemos-dijo ella, soltó un suspiro y miro a su mejor amiga-Creo que iré a dormir, después de tomar una ducha-Zarina asintió y ella desapareció por el pasillo para ir a su habitación
Se metió al baño y se quitó la ropa que llevaba puesta, dejo la toalla en el tubo del baño y abrió la llave para que el agua caliente saliera, se quedó pensando en lo extraño que era ese joven al que había visto y lo más extraño fue lo que dijo, la sangre en su barbilla parecía fresca y era imposible que fuera de esa mañana, pensó que quizás estaba en estado de shock por un accidente, pero se veía normal, además de que no podía negar que el color de sus ojos era hipnotizante, eran de un azul que ella jamás había visto e incluso perecían brillar. La ducha fue rápida y cuando salió se quedó envuelta en la toalla mientras veía las fotos que estaban sobre su tocador y algunas alrededor de su espejo, muchas de ellas tenían a Diego, ella suspiro y decidió que sería mejor para ella deshacerse de ellas de una vez por todas, empezó a quitarlas una por una y sentía un alivio al hacerlo, no iba a sufrir por alguien como él, se puso la pijama y se recostó debajo de las cobijas, se dio la vuelta y miro hacia la ventana mientras acomodaba su cabeza en la almohada, suspiro y finalmente cerro los ojos.
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Sebastián llego a su hogar, trato de ser rápido y silencio, pero olvido que las dos cosas no funcionaban demasiado bien siendo él, escucho el momento en el que el interruptor fue presionado y sabía que solo tenía que darse la vuelta para verla.
-Creí que acordamos no salir tan noche-dijo ella con una expresión seria
-No es tan noche, ¿acaso olvidas que soy un adulto? -dijo con una sonrisa en los labios, ella cambio su expresión y sin darle tiempo de reaccionar lo aprisiono contra la pared poniendo una de sus manos en su cuello apretándolo, podría haberse quedado sin aliento si lo necesitara-No me gusta que hagas eso-dijo y con un movimiento rápido retiro su brazo y lo doblo sobre su espalda logrando darle la vuelta
-Como sea-dijo zafándose con la misma facilidad-Hueles a sangre-dijo en tono furioso
-Algo se complicó-dijo formando una línea con los labios-No te preocupes, Rose, no volverá a pasar-se dio media vuelta y se alejó de ella
Cerró la puerta de la habitación y pensó en la estupidez que había hecho, no debió haber caído tan bajo como para asesinar a ese joven, pero no logro controlarse incluso cuando pensó que por fin lo había dominado, además la chica lo había visto en el lugar y había visto la sangre de su barbilla, su irresponsabilidad podría costarle la vida tanto a él como a su hermana, tenía que arreglarlo de la forma que fuera.
-Buenos días-dijo su hermana con ironía mientras le lanzaba el periódico furiosa, él lo tomo antes de que lo golpeara en el rostro- “Algo se complicó”-dijo ella y él solo leyó el encabezado: “Hayan muerto a un local en el parque”
-Pudo ser cualquier cosa, un asalto, ¿tienes ideas de lo que las drogas hacen a las personas?
-Dicen que la causa de la muerte no está determinada-dijo ella cerrando los ojos y dejando escapar un ligero suspiro-Si él nos encuentra, será nuestro fin Sebastián y cosas como estas llaman su atención
-Lo arreglaremos, ya sabemos cómo-dijo él con una pequeña sonrisa, pero su hermana no estaba tan convencida
-Como sea, esta noche habrá una fiesta de neón-dijo con un tono más calmado, él la miro esperando que ella explicara
- ¿Una fiesta de neón? -dijo sentándose frente a ella
-Si, al parecer todos los asistentes se pintan con pinturas neón y pasan un buen rato juntos
-Justo cuando pensé que no podían ser peores
-Me lo debes, me hiciste pasar un mal rato, así que me llevaras a esa fiesta y te portaras como el hermano mayor responsable-dijo poniéndose de pie, su hermana había logrado adaptarse bien a lo que fuera que estuviera haciendo-Además tenemos poco tiempo para elegir sabiamente, ¿ya tienes a alguien en mente? -dijo y él la miro
-No, todavía no-dijo con una sonrisa en el rostro
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Tessa se levantó con el olor a café inundando su habitación, eso era lo que necesitaba en ese momento, salió aun en pijama y vio a Zarina preparando el desayuno, había fresas y melón picado en un plato y dos tazas de café caliente.
-Buenos días-dijo Zarina dándose la vuelta con un sartén en su mano, puso el huevo y el tocino en dos platos-Aun no estas vestida
-Si, trato de pensar en el mejor atuendo, estoy entre tonta engañada o perra desquiciada-dijo con una ligera sonrisa
- ¿Sabes qué?, yo misma pateare el trasero de Diego si lo veo hoy en la universidad-dijo levantando la taza y soplando un poco antes de darle un sorbo-Olvidando esto, ¿qué te pondrás para la fiesta neón?
-No sé si quiero ir-dijo haciendo una mueca y Zarina la miro con la boca abierta
-No, definitivamente tienes que ir y divertirte, por favor-dijo y la tomo de la mano mientras hacía ojitos hacia ella
-De acuerdo, pero no me gustara-dijo con una ligera sonrisa
-Amas la fiesta de neón como todos en esta ciudad-dijo y ambas empezaron a desayunar
Ella bajo del auto de Zarina, la universidad era lo bastante grande para ofrecer una alta gama de carreras con sus propios edificios cada uno, se despidió de su mejor amiga y empezó a caminar hacia el edificio de medicina, esperaba no encontrarse con ningún contratiempo hasta llegar a la primera clase, pero como siempre la suerte no estaba de su lado, justo al pie de las escaleras principales se encontraba Diego.