Pov: Irina Gibson. El despertador suena y abro los ojos frotándome el rostro. — Espera, espera, que aún no terminé de poner el desayuno en la bandeja —sonrío nada más al oírlo—. No abras los ojos, Cenicienta, solo tenías que dormir un minuto más —lanzo una risita. — Exageras, tengo que ir a trabajar, no quiero llegar tarde y que Emily diga cosas vergonzosas —se carcajea. — Ella dirá cosas igual, por favor, si te tuve en mi casa se imagina que cosas inocentes no hemos hecho, o por qué estarías durmiendo desnuda en mi cama —sigo cubriendo mis ojos apretando los labios. — Porque tú no me dejaste vestirme —ríe con frescura, se percibe aunque no lo vea. — No me perdiste hacerlo, estábamos muy ebrios, es rico follar ebrios —sonrío y lo escucho más cerca—. Ya puedes abrir los ojos —des

