Alexia conocía muy bien el pueblo, el ayuntamiento solo estaba a un par de cuadras del hotel, entonces pensó que solo le tomaría unos minutos llegar hasta ahí, hablar con el detective y si ambos se daban prisa estaba segura que lograría llegar a tiempo al rancho antes de que Jhon cometiera alguna locura contra su propio hijo. El pequeño estaba nervioso, mordía su labio inferior y se balanceaba en el lugar, Jack sufría de ansiedad en lugares públicos, por eso su madre debía prevenirlo siempre que visitan algún lugar por primera vez, por tal motivo se agachó a su altura y le habló con ternura. — Cariño, debemos darnos prisa, iremos a un lugar donde hay mucha gente, sin embargo no debes asustarte mamá te tendrá fuerte de la mano y te acompañará tu oso, te aseguro que estarás muy bien— expli

