Erick estaba a unos kilómetros de llegar al rancho familiar, el sentimiento de incertidumbre lo acompañó en todo momento, en su mente aparecían diferentes posibles escenarios, tenía temor a cometer algún error que perjudique a su madre, pero su convicción de salvarla era mayor. A medida que se aproximaba a su antigua casa los nervios se apoderaban de él y su cuerpo comenzaba a reaccionar, su frente estaba cubierta de sudor, su garganta reseca, le costaba tragar y su espalda estaba tensa, una corriente eléctrica recorría su espina dorsal, anunciando que algo horrible iba a su suceder. — Calma, solo respira —se susurró y se aconsejó a sí mismo. Era cerca del mediodía el sol resplandecía en lo alto del firmamento iluminando todo a su paso, el abogado miró con nostalgia la belleza del pais

