Erick conducía por la carretera y se alejaba a gran velocidad de la casa de sus padres, mientras que con cariño sostenía la mano de la joven intentando que se tranquilice, de repente la observó a través del espejo, los labios de Alexia temblaban sin control, sus ojos estaban cristalizados, entonces detuvo la marcha de la camioneta y estacionó a un costado de la ruta. El silencio en el habitáculo era enfermizo, se podían oír el palpitar agitado de sus corazones latiendo de prisa, de la boca de Alex se escuchaban pequeños suspiros que se escapaban pausadamente para intentar controlar sus emociones. Erick la observó por un instante y cuando sus miradas se encontraron él le dijo.
— Necesito que me cuentes toda la verdad, necesito saber todo lo que ocurrió en este pueblo desde que me fui. S
