Capitulo 2

1271 Words
-Me sorprende un poco que tengas amigos que se dejan llevar por lo salvaje. Eres tan serio. - dijo Tanner. -Intento no juzgar un libro por su portada. - respondí. - Me preocupa más su lealtad, amistad y amor que su conducta. Si juzgara solo las portadas, jamás habría salido contigo. Tenías fama de conquistador que los amaba y los dejaba. Dios sabe que todas las mujeres que conozco babean por tu cuerpo. Podrías tener a quien quisieras y no podía imaginar que me quisieras a mí. - Siempre te subestimas. Eres una mujer alta, elegante, guapa, inteligente, divertida y autocrítica. Incluso sabes cocinar. Lo único que no sé de ti es si seremos compatibles en el sexo. -Sé que el amor no es un indicador de compatibilidad s****l, pero te quiero mucho, Tanner Mason, y si el amor tiene algo que ver, el sexo estará bien.- Le di una palmadita en la mejilla. - Será mejor que te prepares. Tus chicos te estarán esperando.- Todavía no vivíamos juntos. No me sentía capaz de comportarme bien si tenía que vivir con Tanner mientras esperábamos la boda. Habíamos elegido un bonito apartamento juntos y Tanner se mudó sin mí. Le había despedido de mi pequeño estudio y me mudaría con Tanner después de volver de la luna de miel. Me besó y se fue, todavía luciendo un bulto enorme en los vaqueros. Me pregunté si tendría que masturbarse para quitárselo antes de salir. Quizá quisiera hacerlo un par de veces antes de ir a un club de striptease, o podría ponerse azul. Una vez me dijo que estar comprometido conmigo era como estar casado con su mano. Dijo que tenía que masturbarse todo el tiempo para asegurarse de no ponerse azul. No entendía a qué se refería y le pregunté a qué se refería. -Búscalo en Internet. - respondió. - Así sabrás los problemas que tengo que soportar estando comprometido contigo. - Lo busqué. Parecía doloroso. Me disculpé después de leerlo, pero en lugar de ofrecerle ayuda, le dije que podía ir a la otra habitación y masturbarse si empezaba a sentir dolor. Me preguntó si podía hacerlo delante de mí y le dije que quizá me tentara ayudarlo y que quería que todo fuera nuevo cuando finalmente tuviéramos sexo. Salió de la habitación un par de veces después y no me importó, no quería que se sintiera mal. Regresó a la habitación una vez después de salir para cuidarse y dijo: - Me gustaría presentarte a mi nueva novia.- -¿Cuál nueva novia?- pregunté sorprendido. Extendió la mano y dijo. - Me gustaría presentarte a Rosy Palms. - Me tomó varios segundos entender el chiste, luego le tomé la mano y le dije: «Mucho gusto, Rosy. Por favor, cuida de nuestro novio. No quiero que sufra». Ambos nos reímos y él me abrazó. «Eres una maldita insistente», dijo. Después de que Tanner se fuera, me duché y me afeité las piernas y las axilas. Elegí qué me iba a poner esa noche. Como sería en casa de Tiffany, pensé que algo informal estaría bien: pantalones cortos, blusa, sujetador y bragas normales, sandalias de tiras. Me haría una coleta con el pelo hasta los omóplatos y me pondría un poco de maquillaje, nada del otro mundo, un poco de pintalabios y rímel. Yvonne me recogería y me llevaría a Tiffany. Como íbamos a beber mucho, todos planeamos pasar la noche en su casa para que nadie condujera borracho, así que también escogí un pijama. Incluso comí algo para aliviar los efectos del alcohol que sabía que tomaría más tarde, pero no demasiado, ya que esperaba muchos bocadillos. Yvonne llegó a las siete. - Hola, amiga, ¿lista para irnos?- Me dio un abrazo rápido y un beso en la mejilla. -Déjame agarrar mi bolso de mano y estoy lista. - Lo agarré de la encimera de la cocina y seguí a Yvonne hasta la puerta, cerrando con llave. Me subí al asiento del copiloto y pregunté. - ¿Tienes idea de lo que Tiffany tiene planeado para esta noche?- —Ni idea, cariño, pero sé que será divertido. Tiffany sabe cómo organizar una fiesta. -¿Cuantas personas estarán allí?- -Estoy casi segura de que solo somos diez. - dijo Yvonne. -Tiffany y tus otras tres damas de honor, incluyéndome a mí. A ver, Erin y Shizuko del equipo de voleibol, tus amigas de natación, Maria y Cheyenne, la hermana de Tanner, Sydney y tú. - Tiffany fue mi dama de honor. Era la más rica de mis amigas, aunque nunca nos presumió. Era mi mejor amiga; la conocía desde la prepa. A las demás las conocí en la universidad. Yvonne y Donna fueron mis compañeras de dormitorio durante mi primer año. Fueron dos de mis damas de honor, junto con Taylor, que vivía al otro lado del pasillo. Cuando finalmente nos quedamos pequeñas en la residencia, compartimos una casa destartalada fuera del campus. Erin y Shizuko jugaban conmigo en el equipo de voleibol, además de ser abiertamente homosexuales y amantes. Erin me llevaba un año, Shizuko un año menos, y Erin era la única de mis amigas más alta que yo, casi 1,80 m. Era la rematadora principal de mi equipo, Shizuko, o Suki para sus amigas, la colocadora. Maria y Cheyenne nadaban conmigo en la universidad. La familia de Maria tenía dinero, pero ella se lo tomaba tan a la ligera como Tiffany. Sospeché que podría ser gay, porque nunca la vi con chicos. Por otro lado, tampoco la vi con mujeres, así que quizá era asexual. Supongo que el resto de nosotras seríamos de clase media-alta, excepto Cheyenne, que estaba en el extremo inferior del espectro de la clase media, y solo pudo ir a la universidad gracias a una beca de natación. Erin, Donna y Cheyenne eran afroamericanas, Suki era japonesa-estadounidense y las demás eran WASP (estadounidenses angloparlantes angloparlantes), excepto Maria, cuya familia era católica e italoamericana. Era una mezcla bastante ecléctica de personas, pero todos nos llevábamos bien entre nosotros, riéndonos y bromeando sobre nuestras diferencias. Sydney era a la que menos conocía, ya que no la había conocido hasta que empecé a salir con Tanner. Tenía mi misma edad, aunque no había ido a la escuela con nosotros, sino a Bryn Mawr. Se unió a nuestro grupo unos dos meses antes de que Tanner y yo nos comprometiéramos y se llevaba bien con todos como si hubiera estado con nosotros desde el principio. La familia de Tanner también tenía bastante dinero, así que tanto él como Sydney estaban acostumbrados a las comodidades. Él tenía un trabajo bien remunerado en un estudio de arquitectura y no necesitaba ingresos adicionales de mí, así que me convenció de dejar mi trabajo de baja categoría en la firma de contabilidad donde me conoció para concentrarme en ser esposa y madre. Lo hablamos y pensamos que tres hijos serían la cifra perfecta. Pensé que me tomaría un año o dos acostumbrarme a la vida de casada antes de tener nuestro primer bebé. Tiffany tenía un condominio de 850 metros cuadrados en el último piso de un edificio de Midtown con vistas a Piedmont Park y al centro de Atlanta. Sé que había costado más de 1,7 millones de dólares. Tenía ventanas de dos pisos y era absolutamente precioso. Cuando Yvonne y yo llegamos, fuimos de las últimas en llegar. Todos los demás ya estaban allí, preparando sus primeras copas. -Brooke, cariño. Decidiste acompañarnos. Qué bien, ya que eres la invitada de honor. - dijo Tiffany. - Pasa.- Entré en lo que se convertiría en la peor pesadilla de mi vida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD