KARAOKE

1074 Words
Cambio la hoja del libro que estoy leyendo mientras disfruto de una cálida noche frente al hermoso jardín que conecta con mi habitación. Ya han pasado dos meses desde que llegamos a Corea del Sur. El entrenamiento ha sido un poco pesado, pero siempre tenemos momentos de descanso, los cuales aprovecho para leer y aprender coreano. - ¿Qué lees? – escucho su voz haciendo que levante la mirada observándola y ella me sonríe haciendo que mi pulso se acelere. - El arte de la guerra – respondo extendiéndoselo a lo que ella vuelve a sonreír. - Es mío – responde tomándolo – es una de las primeras ediciones, mi padre pago muchísimo por el. - ¿te gusta leer? - Amo leer – responde poniéndose de pie extendiéndome la mano – ven – tomo su mano sin dudarlo poniéndome de pie a lo que ella sonríe. Camino junto a ella sin pensar en lo bien que se siente sostener su mano. Noto que llegamos hasta una puerta corrediza la cual se encuentra justo enfrente de mi habitación entramos por esta y me doy cuenta que estamos en su habitación. - No debería estar aquí – digo me suelta observándome. - Será nuestro secreto – responde ella dirigiéndose hasta una de las dos puertas que hay dentro del lugar. – ven – vuelve a extender su mano hacia mí. Camino hasta ella que se adentra en esa habitación, cuando lo hago quedo sorprendido al ver la biblioteca que tiene. - Acabas de enamorarme – digo fascinado con el lugar que además tiene un enorme ventanal que deja ver el jardín, junto a esta un hermoso lugar con cojines donde sentarse a leer. - ¿te gusta leer? – pregunta ella acercándose a mí. - Si, además amo aprender cosas nuevas – respondo acercándose más a mí. - ¿Cuál es tu libro favorito? – pregunta ella cada vez más cerca lo que comienza a ponerme nervioso. - Es difícil decidir – respondo viéndola acercándose tanto a mí que nuestros labios casi se tocan mientras nos observamos a los ojos. - Este es el mío – dice ella sonriendo traviesa mientras se aleja de mi poniendo entre los dos un libro. Rio divertido tomándolo. - La guerra y la paz – leo el titulo para luego observarla – interesante gusto literario. – cuando ella está por responder suenan nuestros celulares. - ¿Dónde estás? – pregunta mi hermano cuando contesto - En un lugar en el que no debería estar – respondo a lo que ella me guiña un ojo – ¿Qué sucede? - Vamos por Soju y pollo frito - dice haciéndome sonreír – Baek vendrá y si encontramos a Seri, también vendrá. - ¿quieres soju y pollo frito? – pregunto a la hermosa chica frente a mi quien asiente con la cabeza. - Espera – dice Sebastián del otro lado de la línea - ¿estas con ella? - Te dije que estaba en lugar que no debía estar – respondo antes colgar mientras ella niega con la cabeza - ¿vamos? Salimos de la habitación rumbo a la entrada donde veo a mi hermano que al vernos llegar juntos viene hasta mi tomándome del brazo. - ¿estás loco? – pregunta molesto - No estaba haciendo nada malo – dice Seri acercándose – Suéltalo – mi hermano la observa molesto a lo que ella simplemente le sonríe haciendo que me suelte justo cuando llega Baek. - ¿nos vamos? – pregunta al tiempo que dos camionetas aparcan frente a nosotros, de una baja un hombre sosteniendo la puerta para Seri que sube en el asiento del conductor. Veo que su hermano se sube junto a ella mientras que Sebastián y yo nos sentamos atrás. Durante el camino escuchamos música y cantamos mientras hablamos del entrenamiento, Seri me observa a través del retrovisor sonriendo. al llegar al restaurante bajo del auto abriéndole la puerta. - Gracias – dice ella acariciando mi mano discretamente antes de comenzar a caminar al interior del lugar donde pedimos cerveza, soju y pollo frito. El resto de la tarde la pasamos en el restaurante hablando de trivialidades mientras comemos, hablamos sobre lo que nos espera en el entrenamiento. Reírnos por nuestras ocurrencias y juegos hasta que estamos ebrios. - ¿te gusta mi hermana? – me pregunta Baek ebrio a lo que yo rio mientras tomo la botella de soju bebiendo de esta. - Él a mi si – responde Seri haciendo un corazón con los dedos haciéndonos reír a todos. – casemos - Pero que rápida – dice Sebastián a lo que todos estallamos en una sonora carcajada. Luego de comer vamos a un karaoke donde nos divertimos como nunca cantando y bailando hasta que vemos como tres hombres entran a nuestro salón. Seri apaga la música de inmediato mientras que nosotros la cubrimos con nuestros cuerpos. De repente uno de los hombres se lanza sobre nosotros, pero es Sebastián en el que lo detiene de un golpe, mientras que Baek y yo comenzamos a pelear con los otros. Uno de ellos trata de llegar a Seri, el terror inunda mi cuerpo. Corro hasta ella, pero me sorprendo al verla tomarlo del cuello dándole un cabezazo y antes de que el tipo reaccione ella rompe una de las botellas de soju y la parte que queda en su mano la entierra en su cuello. Seri se vuelve a verme, sin pensarlo dos veces voy hasta ella abrazándola. - ¿estás bien? – pregunto a lo que ella asiente con la cabeza bajando la mirada a sus manos cubiertas de sangre – lo mate - Igual que nosotros - dice Sebastián, pero es diferente porque nosotros ya lo habíamos hecho, mientras que ella no. - Vamos a casa – dice Baek acercándose a nosotros tomándola en brazos. Me quito mi abrigo cubriéndola con el mientras caminamos a la salida. Baek la sube en la parte trasera de la camioneta antes de subirse al asiento del piloto y Sebastián de copiloto. - Todo va a estar bien – digo sentándome junto a ella que asiente con la cabeza – ¿hay pañitos o toallitas de papel? - En mi bolso – dice ella con los ojos llenos de lágrimas. Sebastián busca en el bolso entregándome unos pañitos húmedos con los que limpio la sangre de sus manos. - ¿aun quieres casarte conmigo? – pregunto haciéndola reír...
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