Me quedé estupefacto con la confesión de Amaia, le tocó vivir cosas muy duras, me siento como una basura por haberle negado el trabajo esa mañana, de cierta manera también contribuí a su decisión apresurada y errónea, pero Dios me brindo una segunda oportunidad de reivindicarme y de esa forma salvar dos vidas de una sola vez.
Se me vine a la mente todo lo que pasó esa pobre mujer, mi cuerpo se tenso al escuchar el relato tan miserable de su madre y de su marido, se nota que es una buena mujer, el brillo en sus ojos me indica que dice la verdad, soy experto en leer a las personas, los ojos son la ventana del alma, con tan solo detallar sus rasgo entristecidos supe que la pasó muy mal. Entiendo porque deseaba acabar con su vida. Golpeo el volante con rabia. Quisiera tener al tipo ese enfr
