—Bueno, esto es todo —dice Randall.
—¿Qué es? —pregunta Lily, con confusión en el rostro.
"Esta es la última parte de nuestra cita. Una vez dentro, estaremos Eve, Daye y Kaylee con mil preguntas y risitas, y así sucesivamente. Así que, repito, esto es todo."
Lily mira la casa, sabiendo que Randall tiene razón. Lo mira con necesidad, con anhelo, pero aún insegura de su capacidad para pedirlo.
"No sé tú, pero a mí no me importaría un beso de buenas noches. Es decir, es el final de la cita, ¿no? Parece lo justo. Como... una regla, ¿verdad?"
Un brillo travieso ilumina sus ojos. «Sí, son las reglas. Tenemos que seguirlas», dice con fingida sinceridad. Sonríe, se desabrocha el cinturón de seguridad y se arrodilla en el asiento. Le da un beso suave a Randall... y luego lo cubre de besos.
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