Nuestro Secreto

¿Tienes a alguien en tu vida por quien darías lo que fuera?, estas tan unida a alguien que sabes que, si esa persona te pide cualquier cosa se la darías sin dudar, aunque eso significara hacer algo malo, algo demasiado malo que te destruiría por dentro todos los días de tu existencia y la haría miserable. Tengo a esa persona y lo que tuve que hacer por él, fue una de las peores cosas, pero no nos adelantemos, empecemos por el principio. Mi nombre es Eve Peters, tengo 17 años y estudio el último año de preparatoria en Preambrook High, mis dos padres se dedican a la venta de propiedades y son muy conocidos en la ciudad, tanto como para tener un comercial y muchos clientes interesados en comprar su nueva casa con ellos, la verdad es que no tengo mucho que decir de mí, salvo que mi vida siempre ha sido normal, amigos fantásticos, escuela perfecta, calificaciones excelentes, hasta él, mi mejor amigo Nate[ISR3] Brooks, nos conocimos casi desde que nacimos gracias a un error del hospital, prácticamente me entregaron a sus padres y él estuvo con los míos durante una semana hasta que el hospital se dio cuenta, después de eso nos regresaron y nuestros padres se convirtieron en mejores amigos. -Eve, Nate está aquí-dijo mi madre en el pasillo, suspire pesadamente y tome mi mochila para salir de mi habitación -Ya voy-dijo abriendo la puerta, mamá me miro con curiosidad, la verdad es que yo tampoco entendía porque tardaba tanto en mi habitación Baje los escalones con mi madre detrás de mí y tome una manzana para ponerla en mi mochila, salude con la mano a mi padre que apenas y aparto la vista de la computadora para devolverme el saludo, antes de que pudiera hacer algo más el claxon sonó con desesperación, mire a mi madre y le dedique una sonrisa para salir, lo primero que vi fue el auto rojo y a Nate desesperado tocando el claxon como si fuera lo único que pudiera hacer en ese momento en lugar de esperar. -Eres un idiota-dijo abriendo la puerta y entrando a su auto, solo sonrió ligeramente -La próxima vez tomaras el autobús-dijo y lo mire, pero él no me devolvió la mirada, solo puso el auto en marcha El camino a la escuela fue tranquilo, siempre lo era, no teníamos mucho que contarnos a no ser que fuera fin de semana, de todos modos, siempre hablábamos por teléfono antes de dormir y nos veíamos en la escuela más de lo que quisiéramos. - ¿Crees que ganemos el partido de este viernes? -dijo cuando estábamos a punto de entrar al estacionamiento de la escuela -Siempre ganan-dije viendo por la ventana a los demás estudiantes que también estaban llegando -Si, pero nunca debemos confiarnos-dijo con una media sonrisa, habían pasado al menos tres meses desde que la sonrisa de Nate se había borrado por completo, eso fue cuando su padre decidió abandonarlos e irse con otra mujer, Nate estuvo de un humor pésimo, pero se concentró en el futbol y logro conseguir varias cosas para su futuro Salí del auto al mismo tiempo que él, la mayoría de los chicos del equipo estaban ahí cerca de sus autos, pero Nate no se acercaba a ellos a no ser que tuvieran algo de que hablar sobre los partidos, caminó a mi lado hasta entrar al edificio, en el camino nos encontramos con Riley, una de mis mejores amigas y parte del equipo de animadoras, al momento en que ella se acercó Nate se alejó como si alguien más lo hubiera llamado. -También podría decirme que no le agrado-dijo ella con una sonrisa, le devolví una sonrisa y vi el camino por el cual Nate se había ido y vi el cabello rojizo de Rubi, la chica con la que Nate estaba y no, no digo novia porque en realidad no lo era o al menos eso decía Nate-Mañana hay practica de porristas, debemos prepararnos para el partido-Riley me saco de mis pensamientos -Si, lo sé, no dejas de recordármelo cada vez que puedes-la mire y ella me mostro una ligera sonrisa La mayoría de las personas notaban a Nate, más en específico las chicas y todas y cada una de ellas se preguntaban porque siempre me llevaba a mí a la escuela y no a Rubi quien en ese momento salía con él, la verdad era que ni siquiera yo lo sabía, pero muchos otros habían empezado ciertos rumores de mis celos hacia Rubi por estar con mi mejor amigo o el hecho de que yo en realidad no le gustaba lo suficiente como para que estuviera conmigo, esos eran rumores peores. Riley me acompaño hasta mi salón de química y como siempre me puse mis audífonos para esperar a que los demás llegaran, solo repasaba la práctica de ese día, concentrándome en lo que debía hacer y obviamente en lo que no debía hacer. -Tierra llamando a Eve-sentí como retiro el audífono de mi oreja y susurro sobre mi oído, su aliento me erizó la piel, lo mire con los ojos entrecerrados y pause la música - ¿No tienes a alguien más a quien molestar? -dije cuando vi que en su mejilla estaba el beso marcado con labial rojo intenso de Rubi, suspire y volví mi vista a mi libro para ignorarlo, para mi suerte no se dio cuenta de porqué de mi reacción, pero lo que hizo después me tomo por sorpresa, puso una de sus manos sobre mi pierna y le dio un ligero apretón, lo mire confundida-No me toques-susurre y espere que quitara su mano, pero no lo hizo y solo sonrió-Nate - ¿Qué? -fue lo que dijo con una sonrisa burlona en el rostro Antes de que pudiera decir algo más, la campana anuncio el inicio de clases y todos los alumnos entraron como una ola al salón seguidos del profesor, Nate retiro su mano de mi pierna no sin antes deslizar sus dedos suavemente por ella, no lo mire y me concentre en el profesor y en la práctica y no, no era que no hubiéramos hecho algo como eso antes, sino que ahora era diferente por Rubi y aunque Nate repitiera lo mismo como un disco rayado, no me sentía cómoda y más cuando ella esperaba algo de verdad con él, aunque sabía que lo único que conseguiría era ser parte de una larga lista de corazones rotos de Nate Brooks. Cuando la clase acabo ni siquiera esperé un segundo más y salí por la otra puerta del salón lo más rápido que pude, primero para aprovechar los dos minutos entre clases y segundo porque no quería ver a Nate después de lo había pasado, cerré mi casillero y me encontré con Tom. -Hola-dijo él con una radiante sonrisa, debía admitir que en ese momento era algo contagiosa y mejor para despejar mi mente -Hola-respondí de la misma forma y acomodé los libros en mi brazo, la verdad era que, aunque Tom y Nate tenían una buena conexión en el campo por ser uno de los mejores corredores y el capitán del equipo, no parecían llevarse bien fuera de él y era algo que nadie entendía - ¿Te acompaño a clase? -asentí con la cabeza a su oferta y los dos caminamos, mi siguiente clase era literatura inglesa en el segundo piso, durante el trayecto solo estuvimos callados, pero no resultaba incomodo - ¿Listo para el partido de este viernes? -dije cuando aún estábamos cruzando el pasillo para llegar al salón -La verdad espero que si-dijo con una ligera sonrisa-Odio admitir esto, pero estoy algo nervioso -Estarás genial como siempre -Me alegro de que pienses eso-nos detuvimos frente a mi salón, mire a Riley que hablaba con otra de las chicas del equipo de animadoras -Gracias por acompañarme -Cuando quieras-dijo y se alejó no sin antes dedicarme una sonrisa, no podía negar que Tom era realmente lindo y no me refería solo al aspecto físico, sin embargo, sentía que yo era un desastre y eso gracias a Nate -No sabía que salías con Tom-dijo Casey cuando entre al salón y tome mi asiento al lado de Riley -No, yo no salgo con Tom-dije con una ligera sonrisa-Solo me acompaño a clase Cuando el último periodo termino estaba en mi casillero dejando algunos libros y llevando los que iba a necesitar para mi tarea cuando lo cerré me llevé un gran susto al ver a Nate recargado en los demás casilleros con los brazos cruzados. -Me asustaste-dije, pero él no hizo nada y no cambio su expresión- ¿Qué pasa? - ¿Tom te llevo a tu clase? -dijo y rodé los ojos, quité mi mirada de la suya, pero sentía la suya en mí - ¿Quién te dijo? -Casey no deja de alardear sobre eso-en ese momento desee darle un golpe en la cara a Casey, aunque no fue lo correcto - ¿Y que si fue así? -dije levantando las cejas, él pareció cambiar un poco su expresión, pero no lo suficiente para que me diera cuenta de que había cambiado -Nada, solo digo que no por ser un buen corredor significa que sea un gran chico-dijo y se separó un poco de los casilleros-Además venía a decirte que llevare a Rubi a su casa - ¿Y piensas que no puedo irme caminando?, no soy tan inútil como piensas-le dedique una sonrisa y mire a Riley que se acercaba a nosotros -Eve, Tom se ofreció a llevarnos a casa-dijo con una sonrisa, mire a Nate -Claro, te veo afuera-miro a Nate antes de irse hacia la puerta del edificio-Que suerte tengo, divierte con Rubi-antes de que pudiera decir algo, me di la vuelta y camine hacia la entrada del edificio