Capítulo 26 El Choque Al morir la tarde el sol desde lo más lejano del horizonte daba una postal imperdible de lo que era el paisaje urbano teñido de un color naranja que daba el reflejo en los edificios más altos, con el pasar de los minutos el tono naranja en el cielo poco a poco perdía terreno y aparecía un azul celeste en el cielo conjugado con los pocos rayos del sol que aún se podían ver, hasta que la oscuridad llegaba y ya solo se veía el resplandecer de las farolas de las calles. Deje que la noche llegara antes de querer ir a mi apartamento, no podía negarme a mí mismo que la renuncia de Sara por el motivo que fuera me había dado en un punto algo sensible pues en mí estaba el preocuparme por los demás incluso si me había hecho algo malo en el pasado y Sara era un claro ejemplo de

