PARTE 5

1718 Words
—¿Cómo estuvo tus vacaciones? Aixhad bostezó con la mirada llena de tiricia; por el rostro cansado y perturbado de Rayan, Aixhad supuso que no le fue tan bien como se esperaba. —¿Hubo algún problema? Rayan dejó escapar un suspiro de agobio y se cubrió su rostro con las manos. —¿Me estás ignorando? —reprochó Aixhad indignado. Rayan volvió su mirada hacia Aixhad. ¡Claro, como no lo pensó antes! No había nadie mejor que Aixhad para darle una explicación a esto. Se giró con expectante hacia Aixhad quien retrocedió ante aquella mirada desconocida, Aixhad se preguntó que pasaba por la cabeza de Rayan. —¿Que pasa si sientes atracción hacia otra persona que no te gusta? Rayan soltó las palabras y Aixhad se apartó con asombro parpadeando más de una vez. No podía creer que Rayan estuviera hablando de algo como esto. —¿Conociste a alguien? Rayan negó. —Responde. —exigió. —No sé a qué te refieres con exactitud, pero si no sientes emociones por esa persona y aun así te sientes atraído puede que sea por las feromonas. Rayan miró incrédulo a Aixhad. —Eso ya lo sé. —¿Entonces que quieres saber? Realmente, ni siquiera Rayan sabía qué estaba pasando. Al ver la mirada conflictiva de Rayan, Aixhad indagó. —¿Tienes sentimientos por esa persona? Rayan negó, aunque admitió que tenía cariño por aquella persona. Por supuesto no enfatizó que aquel cariño era familiar y no emocional. —¿Y sus feromonas? Rayan no podía decirle a Aixhad que aquella persona aún no había eclipsado y que no tenía unas feromonas definidas, lo único cierto es que su olor aún indefinido era la cosa más dulce que hubiera olfateado algún día. Rayan había estado haciendo pruebas con varios Omegas desde que regreso a la universidad, aunque ninguno lleno sus expectativas. Al escuchar aquello, Aixhad se puso pálido. —Hablas de compatibilidad. Rayan clavó la mirada en Aixhad. Aquella cosa era demasiado para aceptar. No podría ser que de todas las personas en el mundo justo tenía que tener a su destino en la familia que lo adoptó. Era un chiste. —No es eso. —Rayan. —la voz de Aixhad sonó en los oídos de Rayan con demasiada fuerza. —¿Quién es esa persona? —¡Dije que no era eso! —gritó Rayan a la defensiva. No aceptaría tal cosa aun si ese significaba vivir en negación. Esa noche Aixhad vio por primera vez a Rayan beber hasta perder el conocimiento. Las semanas siguientes fueron descontroladas, salidas a bares, sexos con omegas y mucho, pero mucho licor. Aixhad estaba convencido de que todo este teatro era ocasionado debido a la negación de Rayan a aceptar aquellas emociones. Tampoco lo culpaba, para cualquier Alfa u Omega encontrar compatibilidad debe de ser la cosa más terrorífica que ha de existir. De igual manera, la graduación cada día se acercaba más, y cuánto más llegaba el momento de regresar más elocuente se volvía Rayan, incluso pensó que debería de buscar algún trabajo en el extranjero para mantenerse alejado de todos. El día de la graduación, Rayan tomó aquel certificado con un rostro de piedra, no parecía feliz por su esfuerzo y aunque fue uno de los mejores en su campo, no podía sentirse feliz por ese mérito. —¿Qué pasa hombre? Alégrate. Aixhad que intentó alentarlo solo logró que Rayan se sintiera aún más pésimo. —¿Y si vamos a celebrar? —Ve tú. Aixhad escudriñó a Rayan. —¿Es por ese Omega que te ha tenido todo el semestre en ese estado? ¿Qué pasa con él? ¿Un amor prohibido? Al escuchar eso el cuerpo de Rayan tembló. ¿Amor? Sin importar cómo se viera desde otra perspectiva, el amor no tenía nada que ver con este sentimiento ambiguo. —Si no te gusta y solo es compatibilidad, —Aixhad prosiguió hablando. —Toma supresores. —No es tan fácil. —Si lo es. No sufras por cosas como esas. Muchos alfas y omegas tienen a más de un ser compatible con ellos, el control es lo que hace la diferencia entre amor y deseo. Sabía que las palabras de Aixhad no eran del todo erróneo, aunque sabía que el control era la clave, no dejaba de sentir repulsión, era asqueroso y bien podría decirse enfermo. Rayan dejó escapar un suspiro lleno de agobio, bebió de su copa y alzó la mirada un poco más aliviado pero al borde de la resignación. —¿Y, que pasará contigo? Ante esa pregunta Aixhad trago amargamente. —Nada soy el heredero de mi padre, regresaré y me prepararé para ser buen líder. Rayan comprendió a Aixhad, la relación entre Aixhad y su único familiar vivo, su padre, era desastrosa, sin embargo, justo esa es la esencia de un líder aprender a conllevar las cosas aun si te desagrada. Con esa pequeña lección, Aixhad y Rayan regresaron a Lexus. Cuando arribó en la mansión principal lo primero que vio fue una gran comparta pegada en lo más alto del tercer piso. Al pie de la entrada había cuatro personas, Marlon, Noa, Juno y el mayordomo. Rayan escudriñó a todos pensativo. —¿Qué celebramos? —les cuestionó llegando hacia ellos. —Que regresaste y que te graduaste. Noa felicitó a Rayan con respeto y gentileza, Rayan pensó al verlo que no había cambiado en nada con esa manera evasiva de ser. Era tan diferente al alegórico de Marlon. Juno que había estado en silencio se lanzó hacia él en un abrazo que sorprendió a todos los presentes. Se puede decir que Noa era el reservado, pero el antisocial siempre fue Juno, siempre poniendo una barrera entre él y los demás, aunque a la vista de todos, Juno Clerefth amaba mucho a su hermano mayor. Rayan le acaricio la cabeza con suavidad. Había crecido tanto, no solo Juno, sino también Noa, ahora le llegaban al hombro una estatura bastante alta para cualquier Omega. Ya en el comedor repleto de alimentos Marlon devoraba todo sin ningún tipo de educación, Noa lo regañaba molesto. —¿De qué hablas? Solo estamos los cuartos aquí, nadie dirá nada. —Ningún Omega te querrá si ven ese comportamiento. —Pregúntale a todos las que amanecen en mi cama todas las mañanas. —Dejas quedarse hasta el desayuno y no volverán. —¡Lo harán! —Marlon habló confiado —Soy apuesto. Noa torció los ojos hastiados. Era cierto que Marlon era hermoso, todos los Clerefth lo eran, aunque seguía preocupado de aquel comportamiento desinteresado, Noa esperaba que cambiará con el tiempo. —Noa. Rayan llamó su atención. —Entrarás en sociedad este año ¿No? Noa se puso rígido. —Sí. Rayan notó dudas en aquel bonito rostro de su hermano. —Si no te sientes listo… —No. Rayan abrió los ojos sorprendido. —Lo estoy. Solo… Me da algo de nervios la primera luna. No era para menos, los Clerefth tenían una condición que los hacía completar la manifestación más tarde que los demás. Al igual que todo lo que se retrasa regresa con más dolor, el eclipse de un Omega de rango Wail es doloroso por así decirlo, es una acción que remueve el cuerpo para preparar al Omega para concebir. Ante aquello Rayan no tenía nada que decir. —Estaremos contigo. Te sostendré la mano bajo tu cama, lo juro. Aunque si me aprietas demasiado y pierdo la mano, te haré responsable. Noa escuchó aquello con los ojos cristalinos y asintió más reconfortado. Rayan se dio cuenta de que Marlon había soltado feromonas para tranquilizar los nervios de Noa. Rayan a veces olvidaba que podía usar las feromonas para consolar y tranquilizar. Era un alivio que Marlon siempre supiera qué decir y como actuar. Después de la cena Marlon se regó en el sofá, Hasborn trajo una caja repleta de discos hechos de un material transparente. —¡Está me gusta! —¿No debería escogerla Rayan? —cuestionó Noa. Rayan sentado en el sillón alejado de ellos solo alzó la mano para que siguieran escogiendo ellos. No era muy amante de películas o reportajes. Aunque era algo muy popular en Lexus, Rayan no lograba ver la fascinación en ver solo una grabación. —¿Me puedo sentar contigo? Rayan que reconoció aquella melodiosa voz dejó el licor sobre la mesita, no era buena idea estar junto a Juno aún más teniendo en cuenta la compatibilidad que tenían. Era peligroso. Rayan lo pensó por un segundo, buscó maneras de evadir al Omega, pero a la final Juno siguió insistiendo hasta que no tuvo más opción que dejarlo. El lugar donde estaban Marlon y Noa estaba como mínimo un metro y medio por delante ellos, el salón oscuro y la gran pantalla enfrente hacía que todo pareciera ser enceguesedor. Cuando Juno se sentó a su lado, Rayan se consoló así mismo, Hasborn aún estaba detrás de ellos, a sique todo estaría bien… Hasborn que dejó los últimos bocadillos sobre la mesa, se enderezó y habló. —Señor, ahora me iré. Rayan casi lo detiene con suplicio, pero no podía hacerle eso Hasborn quien tenía familia a la cual atender. Rayan dejó caer su cabeza en sus manos. Las empleadas y los guardias también salieron de la habitación. Marlon le subió el volumen a toda potencia, miró hacia atrás y sonrió maliciosamente. Sabía perfectamente que Rayan odiaba los ruidos fuertes. Rayan que blanqueó los ojos, solo pudo maldecirlo en silencio. Juno que había estado a una distancia segura de él, cambio rápidamente una vez la película comenzó. Juno se acurrucó siguiendo el ejemplo de Noa que también se acomodó deliberadamente con Marlon. Su cabeza reposó en la pelvis de Rayan. Rayan que quedó boca abierta ante ese acto intento hacer algo, pero Juno lo Vio con esos ojos celestes que provocaron incomodidad en el estómago de Rayan. Solo lo dejo quedarse ahí, mientras sentía como el aroma corporal de Juno subía hasta sus cosas nasales y se impregnaba en su cuerpo. Era la cosa más tortuosa que alguna vez hubiera sentido. Tenía tanto terror de que sus instintos más básicos reaccionarán ante aquello que no pudo disfrutar ni siquiera por un segundo la película. CONTINUARÁ…
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