- hola amor.- saluda a mi jefe con un beso en la mejilla, el se pone rojo y nervioso por un instante.- no me la vas a presentar? .-
- claro es mi esposa, Mari Pérez.- dice mi jefe señalándome, extiendo la mano y está la ignora, regreso mi mano, me dan ganas de decirle un par de cosas a esta señorita.
- mucho gusto señorita o señora......como se llama? - le digo ella solo enarca una ceja y me sigue ignorando.
- se llama Giselle, Giselle Valtierra.- ella sigue sin verme.
- no puedo decir lo mismo.- dice ella mirando a un lado, hija de p***a no voy a poder soportar esto, cuando de repente se sienta a lado de mi jefe y le dice algo al oído.
- Mari en un rato regreso, necesito platicar un rato con mi socia de algunos negocios.- yo solo asiento con la cabeza me da igual, de todos modos no somos esposos de verdad.
pasa un rato y se acerca alguien a mi lado, es el papá del amigo de mi jefe.
- hola, porque tan sola y Uriel? .- me pregunta algo nervioso.
- fue a arreglar asuntos con su socia algo de trabajo.- le digo sin importancia.
- y como te va con la vida de casa, sabes mi esposa dijo que te parecías a alguien y se a quien se refiere....- lo interrumpo se que dirán que a la bisabuela de mi jefe.
- si se a la bisabuela de mi je... esposo..- oh no puede ser espero y no se allá dado cuenta de lo que iba a decir.
- si claro a ella, oyes me disculpas voy a saludar a unos amigos, nos vemos luego.- asiento con la cabeza.
Unas horas después.
ya pasaron unas horas y Uriel no vuelve, ya me aburrí, se acerca a mi un hombre, grande de ojos azules, cabello n****o y cuerpo musculoso, se me hace conocido, si claro en mi boda.
- hola, por qué tán sola y tu esposo?.-me dice con malicia.
- no se creo que fue al baño.- le digo algo nerviosa, el toma dos copas de vino en sus manos, me ofrece una
- ten.- me dice acercándome una.
- gracias no bebo.- me hace señas de sentarse, asiento con mi cabeza
- soy un maleducado, mi nombre es Fabricio Lombardi Martinoli, tu eres...- lo interrumpo.
- eres primo de mi esposo, lo recuerdo extiendo mi mano para saludarlo - Mari Pérez.- el toma mi mano y le da un casto beso.
- deja a mi esposa, suelta su mano.- le dice mi jefe algo enojado, viene del brazo de la rubia, ok me perdí, se larga y viene con una escena de celos que, loco
- disculpa primo, solo le hacía compañía ya que tú estabas con tu amiga en el ba...- mi jefe lo interrumpe.
- vámonos, Mari.- dice soltado a su amiga de su agarré.
- claro, nos vemos Fabricio, fue un placer.- le digo cortes mente.
- igualmente espero nos volvamos a ver.- me dice algo coqueto, guahu, que me pasa, no eso no es correcto lo que sentí.
mi jefe me lleva casi arrastras y ni nos despedimos de nadie, subimos a su auto, el chófer nos abre la puerta, el solo me mira y niega.
en la casa.
Uriel.
que estaba haciendo con el, está bien no tengo porque enojarme me fui unas horas, pero por que estaba con el, cuando llegamos a la fiesta saludamos a los padres de mi amigo, después nos fuimos a sentar estábamos en una mesa solos cuando apareció Giselle, se porto grosera con Mari, me dijo algo que hizo que me fuera con ella
- cariño te vez algo tenso, vamos al baño, y te ayudo con eso que abulta entre tus entre piernas, que dices.- tiene razón la muy z***a, estoy caliente desde que vi a Mari en ese vestido, yo solo asentí con la cabeza, le digo a Mari que tengo que hablar con ella sobre asuntos de nuestra sociedad, a ella no le importa y me deja ir.
estoy en el baño ella le pone seguro a este, y empieza a quitarme el cinturón y después a bajar el cierre de mi pantalón, saca mi, p***e y lo pone en su mano, y me empieza a m******ar, se siente también ya tengo rato sin hacerlo que me duele, pero ella está haciendo un gran trabajo, lo mete a su boca y empieza a chupar, lo hace muy bien que me corro en su boca, la muy cochina se los traga, después se le vanta de donde está y me quiere besar, que asco pienso, la levanto y la pongo en el lavabo y le doy, ella llega antes que yo y después de unos minutos le sigo yo, duramos otro rato haciéndolo, cuando veo mi reloj ya es tarde, decido, ir a mi mesa, le digo que se arregle el pelo y se limpie ahí abajo, yo hago lo mismo, le digo que es la última vez, cuando me dirijo a mi mesa puedo ver a mi primo tomándole la mano y besándose la, a mi esposa, que se cree este imbécil nunca nos emos llevado bien ya que siempre competimos en todo.
me acerco y le reclamo, soy un hipócrita, lo se pero ella es mía, es de mi propiedad, nadie puede tocarla excepto yo, le reclamo a mi primo, el dice que la está acompañando ya que estaba apunto de decir en donde estaba así que, la tomo del brazo y ella se despide de el , con cierta coquetería eso es , no ella no se puede enamorar de el, no de el no, ella se tiene que enamorar de mi, algo en mi corazón me duele, me la llevo y la subo al coche, no hablamos en el trascurso, hasta ahora que llegamos a la mansión hablaré con ella, tiene que entender que es mía.
- que hacías con el ? .- le pregunto enojado.- respondeme Mari.
- solo llegó, el hablo conmigo me preguntó por, ti y se presentó y nos saludamos y fue cuando llegaste - que es todo, no le creo la agarro de la mano muy fuerte.
- Uriel, me lastimas.- me dice casi a las lágrimas.