Capítulo 6 (parte 2)

3685 Words
—¿Te gustó la cena? — —¿Bromeas? ¡wow! eres magnifico en la cocina, creo que tú me terminarás enseñando más del arte culinario a este paso, Andrew— Suelto maravillada, hizo todo un montaje en el living, puso una mesa para dos personas frente a una hermosa chimenea sobre la cual hay un hermoso cuadro de Dante y Beatrice, si no me equivoco es una reproducción muy precisa de Holiday, en verdad es precioso, el ambiente romántico no se hizo esperar, luz tenue, velas aromáticas, la chimenea, vino que fue el acompañante perfecto para un exquisito corte de carne; él me sonríe y se pone de pie para acercarse a mí, me ofrece su mano ayudándome a levantarme y sin esperarlo me estrecha entre sus brazos —Me alegra que te haya gustado, en verdad te mereces esto y más, ahora por favor escúchame con atención, ya debo decirlo, Nath, cariño, soy Lucifer— Suelta y yo arqueo una ceja, ¿habla de ser el rey del infierno? ¿el primer ángel en caer? Bueno eso explica su belleza, pero despierta mi curiosidad al máximo; —¿De verdad? Quiero escucharlo todo— Me toma por los hombros alejándome de él para mirarme a los ojos, pareciera sorprendido con mi accionar —¿No estás asustada? — —¿Por qué debería estarlo? Para mi eres un buen tipo y como ya lo dijiste una vez, hay que escuchar las dos partes de la historia, así que dime, guapetón ¿Cuál es tu historia?   — Me da una sonrisa mientras niega con su cabeza —En verdad eres una mujer fuera de serie, edición limitada— —Conmigo se rompió el molde, ahora, que te parece si nos sentamos en el sillón al lado de la chimenea y comienzas a hablar— —¿Te sentarás sobre mí? — —¿Te molesta? — —No, solo pensé que no te gustaba que invadiera tu espacio personal, solo no quiero que te pongas incomoda, no te lo puedo ocultar, provocas cosas en mí, desde lo más tierno hasta lo más perverso, o por no menos mi padre se refiere a la lujuria como una perversión, tenerte encima provocará que me excites, es inevitable, pero no te haré nada a menos que tú lo quieras— —Gracias por la advertencia, pero te tengo fe, anda, vamos— Tomo su mano y tiro de él hasta el sillón, solo escucho su risa, pareciera que se está relajando, me gusta el Andrew relajado, se acomoda en el sillón y yo me acomodo sobre sus piernas de lado para poder mirarlo enredando mis manos en su nuca, él lleva una mano a mi mejilla y me acaricia con el pulgar —Eres hermosa— —Tu para mi eres perfecto, pero no te pierdas, cuéntame todo — —Pues como ya te lo dije, yo soy Lucifer, si, muchos me consideran el rey del inframundo, pero no pueden estar más equivocados respecto a eso, si bien soy un príncipe, mi padre es quien condena a los pecadores con sus reglas morales, nosotros solo acatamos esas normas para llevarnos a las almas perdidas y mantener el equilibrio en este mundo, ¿sabes? Tu curiosidad me parece fascinante, eres embriagadora, será porque yo también fui un ángel muy curioso— Su expresión es tan dulce que me derrite, solo puedo devolverle una sonrisa, quiero escuchar todo así que lo aliento a hablar —¿Has visto a dios? — —Si, yo me sentaba a su derecha, fui su más bella y perfecta creación, espero no sonar soberbio, pero así fue, solo que me dio tanto que después no pudo dominarme, todo el conocimiento me lo transmitió, aunque para mi fuera una carga muy grande, pero él solo quería darme la sabiduría en general, bueno y malo, todo en mí, pero luego pasó algo, ¿sabías que realmente la tierra no fue creada en siete días como lo dice la biblia? — —No, aunque yo era más de creer en la teoría de la evolución, pero si leí sobre el origen divino — Suspira y hace ese centelleo esmeralda de nuevo —verás, el tiempo es algo relativo, más para los seres como nosotros, un minuto nuestro para los humanos podría ser mucho más tiempo, bueno hablamos de los tiempos antiguos y la medición temporal desde un mundo celestial, pero volviendo al punto, la tierra tardó cerca de ochenta días en crearse y mientras eso ocurría yo alimentaba mi curiosidad viendo todo lo que no había en mi entonces mundo, los animales, las plantas, todo era maravilloso, luego vi la creación de Adán, prácticamente en cuanto físico, era semejante a mis otros hermanos ángeles, pero luego apareció la creación divina que me hizo trastabillar — —¿Eva? — —No, Lilith me dejó maravillado, era hermosa, inteligente aunque algo impetuosa, me causaba gracia, y despertó mi curiosidad, pedí permiso a mi padre para visitarla, pero me lo negó, dijo que esas banalidades no están permitidas en los ángeles— —Pero después de todo lo que te inculcó ¿no es algo fuera de lugar? — Siento un chispazo de celos, pero no fue en mi año, así que debo dejar esa mierda de lado —Lo es, pero él me tomó a mal, así que me limité a ver a Lilith y admirarla a distancia, yo la deseaba, despertó el deseo en mí, algo que jamás había pasado, pero luego su rebeldía al no querer yacer con Adán como él le estaba ordenando la llevó a la perdición, mi padre quería destruirla, así que yo intenté salvarla y cuando estaba por bajar para convencerla, Gabriel me sorprendió y le dijo a Michael, él fue ante nuestro padre y le dijo que había desobedecido, me mandaron llamar y fue cuando empezó la batalla, yo estaba molesto, no quería que la destruyera, se suponía que él era todo misericordioso, ¿Cómo podría destruir a una creación perfecta sobre la tierra?, solo me ignoró, así que fui con un tercio de mis hermanos y les mostré mi conocimiento para así iniciar el motín, no buscaba reinar el cielo, quería ir a la tierra y vivir como los humanos, porque no eran los únicos, ya había más creaciones, pero no eran tan perfectas, crecieron sin fe, sin un dios, en las sombras y yo tenía mucha curiosidad, mis hermanos me apoyaron, pero al querer presentarme ante mi padre ya había iniciado, expulsó a Lilith del Edén dejándola a su suerte a la orilla del mar, eso me hizo enfadar y fue cuando la batalla comenzó, creo que esta parte ya te la sabes, Michael me arrancó las alas y su ejército las de mis hermanos, dios me llamó Satanás, el traidor, solo por no estar de acuerdo con lo que hizo, así que caímos a la tierra, expulsados del cielo y convirtiéndonos en su contraparte, demonios, seres que según él, huimos de la luz, me enfadé, pero no quise arremeter contra él, quise ir tras Lilith primero, pero vaya decepción, al llegar hasta donde ella, ya se había dejado mancillar por Astaroth y Asmodeo, ya no sería mía; dios al ver todo lo que estábamos haciendo con su adorada tierra creo el infierno y encerró a la mayoría de mis seguidores, incluyendo a mis hermanos los gobernantes de los círculos infernales, así que quise vengarme, me acerqué al Edén, me transformé en serpiente para no ser capturado por los ángeles que custodiaban el lugar y una vez dentro me llevé una gran sorpresa— Sonríe de medio lado y su mirada va a la mía analizando mi reacción —Sigue— Digo mientras mis dedos acarician su nuca, sus ojos centellean esmeralda, creo que le gusta mi toque, me sonríe —Está bien, la sorpresa fue que me encontré con Eva, yo no la conocía hasta esa ocasión y más fue mi asombro al ver que era idéntica a Lilith, así que decidí tentarla, quería saber que se sentía— —Entonces tú le diste una manzana— Me sonríe mientras sus ojos centellean rojizos, ¿Qué cosa malvada habrá hecho? Ya estoy aprendiendo a leer los centelleos en sus ojos —Eres muy inocente, dulce ovejita, te lo voy a explicar, la biblia pone hechos que se pueden interpretar de muchas maneras, la manzana no era un fruto y el árbol del conocimiento no era un árbol…— Arqueo mi ceja un tanto confundida, él solo me acaricia la mejilla con el pulgar para después acercarlo a mis labios y acariciarme, el toque es tan íntimo que siento despertar el deseo, pero quiero y necesito saber más —Yo era el conocimiento, su fruto prohibido, la manzana era la representación de tener sexo conmigo, y si, Nath, me acosté con ella, fue la primera vez que pude tener ese contacto tan humano, le mostré la lujuria, la vergüenza, le di conocimiento al yacer conmigo, y luego fue con Adán a repetir lo mismo que momentos atrás hicimos, pero pasó algo inesperado, lo que en estos días llamarían una sorpresa de la genética, cuando estuvo conmigo quedó embarazada de mí, pero ella no tenía un óvulo, sino dos, el segundo fue fecundado por Adán, y, entonces tú sabes cuál fue el producto de esto ¿o no? — Mis ojos se abren como platos, si bien no soy religiosa, he leído la biblia en ocasiones además de escuchar a los sacerdotes en misa en la correccional y en los refugios para indigentes, esto es perturbador, tuvo un hijo, uno que no le agradó a dios, trago en seco  —Entonces, Caín era…— —Mi hijo, su gemelo Abel era realmente medio hermano, hijo de Adán, pero cuando fui a buscarlo para hablarle, él solo quería agradar a mi padre, me repudiaba por sobre todas las cosas, no sabía realmente que yo era su padre, así que dios lo condenó, lo despreció, no quería a ni un ser que yo hubiese engendrado, para él era una abominación, así que prefirió a Abel desatando la furia de mi hijo que terminó matando a su gemelo— —¡Carajo! — —Fue duro para mi ver su perdición, vi como vagó por la tierra hasta ocultarse en tierras lejanas, luego se fundaron Sodoma y Gomorra pero con el diluvio cualquier descendiente de Caín, mi familia, fue destruido— —Eso es cruel, debiste sentirte horriblemente solo— —Si, mi segundo round contra dios fue tentar a Jesucristo, pero luego ya hicieron la santificación del infierno y aunque podía presentarme en sueños y tentar a las personas a distancia ya no podía salir de mi circulo, me encadenaron a este según hasta el día del juicio final, pero por alguna extraña razón pude liberarme y heme aquí — —Entonces, tus hermanos ¿Quiénes son? — —Te diré sus nombres humanos y los demoniacos, Zeth Stein es el mayor y es Balberith el demonio gobernante de la ira, Lucius y Rodge Simmons, son gemelos y son Mammon gobierna la avaricia y Leviatán la herejía respectivamente, luego está George Sanders y es Belcebú del círculo de la gula, al final está Dominick Stargees y es Asmodeo bestia del apocalipsis y gobierna la lujuria, mi sobrina, Amber Stargees es hija biológica de Dom y es Belfegor, domina el círculo de la pereza, es nueva en esto y aunque tiene la misma jerarquía de mis hermanos es una chica que si bien tiene un carácter muy fuerte, nos respeta como tíos y no nos trata como sus iguales sino como superiores, Agata Stargees es la hija mayor de Dom y ella es el anticristo, ellos tienen mucha historia, pero creo que te la contaré otro día, es un tanto complicada, viven siendo atacados por los ángeles— —Mucha información que procesar— —Así es, pero, aun así ¿quieres estar conmigo? — Pregunta y solo analizo su gesto de preocupación, en verdad está luchando por ser aceptado, me acaba de entregar su mundo en charola de plata, me acaba de dar a conocer gran parte de él aunque hay más, pero lo más serio, por decirlo de algún modo, ya me lo ha mostrado —Si, si quiero estar contigo, quiero ser tu chica, quiero disfrutarte como no tienes idea, pero tengo muchas cosas que decirte antes— Su gesto pasa del serio a uno feliz, noto la chispa de ilusión en su rostro, me gusta verlo así, pero ahora soy yo la que tiene miedo, miedo a darle asco, a no ser la inocente chica que él espera que sea, agacho un poco la mirada, es ahora o nunca —Nath, ¿esto tiene algo que ver con la conversación que tuviste con Sam? — —¿Nos escuchaste? — —No mucho, solo de un tal Richard y que debías dar vuelta a la página, no me gusta fisgonear, así que quiero escucharlo de ti, solo si estás lista, por favor— Aun sin mirarlo solo puedo asentir, miro hacia el cuadro sobre la chimenea y soltando una pesada respiración decido hablar —Como te lo dije, no tuve una vida fácil, Andrew, cada día de mi infancia fue un tormento, pero trataba de disfrutar de las pequeñas cosas, como ver las estrellas estando en soledad o sentir la lluvia caer sobre mi rostro, o incluso mi primer beso, aunque no se compara en lo más mínimo con tus besos que son los mejores de este mundo, pero volviendo al tema, tenía dieciséis años, volvía de la escuela, era verano aun y como todos los días, llegaba a casa directo a la cocina para empezar con mis tareas que consistían en hacer la cena y ponerme a limpiar todo en general, papá llegaba tarde o incluso había días en los que no llegaba a casa y eso me hacía feliz, no tenerlo ahí me daba paz, no había gritos ni maltratos, así que entré y en el living estaba ese tipo sentado, Richard, un amigo de mi padre, trabajaban juntos en una granja, él estaba en sus treintas, nunca me cayó bien, siempre tuvo una mirada libidinosa y solía hablar en doble sentido incluso cuando yo estaba más pequeña, me daba cierto asco, una vez intentó tocarme las piernas, yo lo evité pero no le di mucha importancia, creí que mi padre lo pondría en su lugar…— Suspiro y miro a Andrew un momento, noto como su mandíbula está tensa, pero decido continuar —Él estaba ahí sentado, con una lata de cerveza en la mano, palmeo el sofá y me pidió sentarme a su lado, obviamente me negué y lo encaré, le dije que sí que hacía ahí y por qué no estaba papá en casa, él solo se rio y se levantó de su lugar, tenía miedo, pero traté de ser lo más valiente posible, lo juro, él se acercó a mí y dijo que papá no llegaría esa noche a casa, que lo envió a cuidarme, lo encaré diciendo que era imposible, a papá nunca le importaba dejarme días sola, le pedí que se fuera y ahí empezó el tormento, me dio una bofetada tan fuerte que caí de culo contra el suelo, el miedo me invadió, sabía que tenía que huir, me arrastré hasta la puerta, pero él tiró de mi levantándome y me estrelló contra la pared, con una mano rompió mi camisa, la que solía usar para ir a la escuela, me horroricé y supliqué que no me hiciera daño, luego dijo que ya era una señorita y que yo lo provocaba, que era mi perfume, pero te juro que ni siquiera usaba perfume, no estaba para tener un lujo así…— Me detengo un poco, me quito las gafas dejándolas sobre mi regazo, llevo las manos a mi rostro tratando de limpiar las lágrimas que comienzan a fluir, es la primera vez que digo con tanto detalle lo ocurrido, es la primera vez que acepto compartir con alguien cada vivencia, si bien le conté a Sam, pero solo fue de decirle que un tipo llamado Richard abusó de mi a los dieciséis y mi padre no me creyó —¿Nath? — —Debo decirte aún, él comenzó a besarme asquerosamente el cuello, yo estaba petrificada, pero me armé de valor y lo pateé en las bolas, corrí hasta mi habitación y puse el pestillo, aun así me escondí bajo mi cama, no podía huir por las ventanas, mi padre se dio a la tarea de ponerles barrotes por su paranoia de que podría haber ladrones o que yo metería a alguien, porque según él yo era una pequeña zorra, no sabía qué hacer, no podía llamar a nadie, no tenía teléfono, entonces Richard derribó la puerta y me encontró, me sacó a rastras de debajo de la cama y comenzamos a forcejear, me pegó de nuevo, dijo que él me iba a echar a perder, que estando con él nadie más se fijaría en mí y le pertenecería por completo, que no se me ocurriera decirle a mi padre o me haría daño de nuevo, me paralicé, me invadió el peor miedo que jamás hubiese sentido, me besó a la fuerza y luego me amarró las muñecas con unas bridas para cables que traía en su pantalón, las mismas bridas que solía tener papá en su caja de herramientas, me inmovilizó con ayuda del cabecero de mi cama, me terminó de desvestir aunque yo seguía suplicándole que no lo hiciera, rogaba y lloraba como no tienes una idea, él solo se burlaba diciendo que sería una noche entretenida, que traía dos cajas de preservativos que usaría conmigo, si bien no usó las dos, con una tuvo para joderme de por vida, yo era virgen, jamás había estado con nadie, si bien deseaba tener mi primera vez como de película, ya sabes, con la cama con pétalos de rosa, velas y demás cosas románticas, quería que fuera con la persona indicada y ser feliz, pero en cambio me tocó que este tipo horrible se subiera sobre mí, me abriera las piernas por la fuerza y me hiciera gritar de dolor, sangré mucho, fue horrible, lloré bastante y él me pegaba si sollozaba, decía que debía ser menos frígida, que agradecida debía estar con él por tomarse la delicadeza de comprar preservativos especialmente para mí y que era su pequeña corderita…— Las lágrimas no dejan de escurrir, los recuerdos son tan vividos que aún me estremezco al grado de que mi piel se erice, pero ya dije lo más, debo continuar, aun no me atrevo a mirar a los ojos a Andrew —Cuando al fin acabó, yo estaba destrozada, se subió los pantalones y me hizo un par de fotografías antes de desatarme, se echó a reír burlándose de mí, dijo que papá tenía razón, era una pequeña zorra, que nadie me tomaría en serio, se fue de casa entrada la madrugada, yo me quedé hecha un ovillo en mi cama, solo fue un momento, me sentía con asco, mucha vergüenza, tristeza, ira, eran tantos sentimientos, que no sabía qué hacer con ellos, mi cabeza estaba trabajando al límite, a como pude me levanté de la cama y me metí a la ducha, duré una hora bajo el agua, incluso usé un poco de lejía sobre mí, me sentía sucia, tanto que no sentía que el jabón pudiera limpiarme, luego me vestí y me puse a limpiar la casa, no pude dormir, tenía miedo de que llegara de nuevo, esa mañana no fui a la escuela, el cuerpo me dolía y fue cuando llegó papá, estaba tan enfadado y yo no comprendía porque, solo falté a la escuela porque no me sentía bien, y cuando estuve por decirle lo ocurrido me lanzó las fotografías que el imbécil hijo de perra de Richard me tomó, era yo atada en la cama, desnuda y rodeada de condones usados, me dijo que era una maldita zorra que había destruido el matrimonio de su mejor amigo, de un gran hombre, me golpeó, no quiso escucharme, fue horrible, fue cuando decidí huir de casa y pasó todo lo demás que ya te conté, espero no te decepciones de mi— Al decir esto último me atrevo a mirar, sus ojos están cerrados, pero tiene el ceño fruncido, está enfadado, tengo miedo al rechazo, no puedo evitar un sollozo mientras lo miro expectante, espero no me tenga asco ahora, espero no desilusionarlo, en verdad estoy enamorada de él como para que me rechace después de abrirle mi corazón, pero luego abre sus ojos que centellean rojizo, me toma por las mejillas y luego hace ese centelleo esmeralda —Te juro, de verdad te lo juro por mí, por ti y por mi círculo infernal que nadie te hará daño de nuevo, lo voy a encontrar y seré su peor pesadilla, deseará no haber nacido, y su alma será encadenada en el último circulo del infierno— —¿Aun quieres estar conmigo? ¿no te doy asco? — Pregunto en un hilo de voz, su mirada se suaviza pasando de fiera a tierna en un parpadeo, juro que cuando sus ojos estaban rojizos su piel se volvió pálida, pero ahora luce como de costumbre —Claro que no me das asco, ¿no entiendes? Estoy enamorado de ti, Nathalie, lo que pasaste fue horrible, no te lo merecías en lo más mínimo, incluso me llevaría a tu padre al infierno por negligente, eres un alma bella, eres la mujer más hermosa del mundo para mí, no te dejaré sola, sé que sacaste mucho en estos momentos, espero te haya servido para liberarte un poco, pero debo pedirte que te quedes conmigo esta noche, no te haré nada, te daré tu espacio, pero quiero cuidarte, quiero que estés bien, que te sientas protegida, pero sobre todo que entiendas que este demonio te ama, porque sí, Nath, te amo—
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