—Nath, debo ir por algunas cosas a la oficina y regreso para ir a cenar a casa de Dom— Suspiro levantándome del sofá, me encamino hacia él que aguarda en el umbral, una sonrisa aparece en su rostro al verme en un cómodo vestido y medias, mis manos van inquietas a su nuca y le doy una sonrisa coqueta provocándole —Haz lo que debas hacer, vaquero, yo seré una buena chica y esperaré aquí— —¡Oh ovejita! Me matas, ¿acaso traes ligueros? — Pregunta mientras sus manos viajan a mi cintura, sus ojos centellean esmeralda y yo solo puedo morderme el labio y asentir, casi de inmediato suelta un jadeo, me acerco a sus labios besándolo brevemente, sonrío contra sus labios al sentir como sus manos van a mi trasero apretándolo —Este lindo culo es mío— —Por completo, pero el tuyo solo me pertenece a

