Suelta Ian dándonos un guiño, juntos caminamos por el pasillo, en los muros hay algunos espejos decorativos y cuadros, no tan interesantes como los que Andrew tiene en casa, ¡Carajo! Ya hasta hago comparativas de cómo vive uno y otro; llegamos a una amplia habitación que funge como comedor, es enorme, pero mi atención se dirige a un cuadro de girasoles, me quedo estática admirándolo —¿Fanática del arte? — Pregunta Dominick sacándome de mi ensoñación, parpadeo un par de veces y giro mi cabeza, noto como sus ojos centellean azulino y una sonrisa aparece en su rostro —Algo así, es conocedora— Responde Andrew por mí, yo vuelvo mi atención de nueva cuenta al cuadro —¿Es legítimo? — —Si, un Van Gogh, se lo regalé a Annie en nuestro aniversario de bodas— —¡Wow! es precioso— —No tanto c

