365 días-razones para estar soltera

Capítulo 4. Por qué… no eres TU

Toda soltería melodramática y reveladora comienza con una separación, una dura, negada y poco deseada, separación. Creo que esa es una de las bases fundamentales de mi soltería- Aquella separación, de la que muy poco he hablado, ni siquiera conmigo misma, ya saben como en un momento de introspección donde analizamos a profundidad cómo estamos llevando la vida y todas esas cosas que al parecer se deben hacer cuando se toca fondo. Pues no, no me he sentado a pensar en este tema… no hasta hoy.

Entonces es el momento de hacerle frente a este salón oscuro de miedo donde guardé uno de los mayores secretos de lo que considero un fracaso en mi vida y puedo decir con humildad, que es la única situación de la que me arrepiento en la vida.

No sé si deba llamarlo “Fracaso” o si es una mala referencia hacia un error que probablemente es más común de lo que pienso.

Cuando te vi ese día, no pensé que un tiempo después yo estaría escribiendo 365Dr para reafirmar definitivamente por que no debo darme la oportunidad de conocer una persona como tu, nunca más. Lo siento, sé que no todo es tu culpa, como la canción de Santiago Cruz “Es injusto que tu cargues, siempre con toda la culpa, yo también tuve mi parte… pero el libro lo hago yo”... Esa adaptación al final fue genial.

Sin embargo, el hecho de que, justamente porque no eres tú, quien me busca en este momento, me incite a permanecer soltera, es una buena razón para mencionarte en un capítulo de este proyecto, uno de los primeros. No se que tan clara sea esa referencia pero el punto es que seguirte añorando es una de las razones para definitivamente estar soltera.

Eras (hago referencia al pasado, porque allí debes permanecer) más o menos, el Javel en gel, de mi vida. Recuerdo que, cuando encontré ese tipo de producto (más conocido como cloro en Colombia) sentí que todas las necesidades que podría encontrar en mi trabajo, las podría cubrir el Javel en gel y su plus era exactamente ese, venía en gel, lo que lo hace más efectivo para limpiar.

Es un frasco verde que aún no sé donde comprar, porque lo sigo buscando pero solo encuentro referencias similares que prometen dar todo lo que conocí en esa marca especial.

Engloba todos los productos que podría necesitar en una limpieza general. No es un limpiador de vidrios o un producto especial para los sanitarios, pero perfectamente lo puedo usar en cualquiera de esas superficies. Su olor no es muy fuerte o por lo menos a mi no me molesta, pero si es verdad que en contacto directo con la piel y el uso frecuente del mismo, puede causar daños, tal como lo dice en la etiqueta, en la letra esa pequeña que no se lee.

“El contacto directo con la piel y el uso frecuente del mismo, puede causar daños”

Debí estar más atenta a esa clase de avisos, no solo en el producto por el cual ahora tengo las manos resecas y un poco de alergia. También debí estar atenta a las pequeñas advertencias alrededor de ti y tu conducta. Ahora, no solo tengo sequedad en el corazón, sino que soy altamente alérgica a las relaciones amorosas, para ser más exactos, a las relaciones sociales y sus variantes.

Quisiera poner tu nombre en mayúscula para que nuestros queridos lectores se sorprendan y hasta cotilleen al respecto, pero no puedo dejar aquí en evidencia un gran secreto… Es que, no eres uno, eres todos.

Todos los hombres a los que hasta ahora les he permitido estar cerca de mí por diferentes razones que no merecen la pena señalar, pero también las mujeres. Me explico mejor, para no confundir a la multitud, porque ya puedo oír los murmullos acerca de mis intereses sexuales. Hablo de las personas que han entrado a mi vida por elección propia y se han mostrado con las bondades maravillosas del javel en gel y que han ocultado o minimizado sus efectos secundarios y que sigilosamente al cabo de un tiempo terminan saliendo a la luz, lamentablemente, cuando ya el daño está hecho.

Y, aunque parezca ilógico, he llegado a entender hasta ahora, que la culpa de esto solo es MIA.

Si, leíste bien.

Soy la única responsable de este mal sabor de boca que las relaciones interpersonales me han dejado simplemente por el hecho de desconocer mis necesidades y la manera en que patológicamente las reemplazo por seres o situaciones.

Este no fue un capítulo muy entretenido, lo sé, pero crean me cuando les digo que tiene mucho valor. Leanlo de nuevo, si es necesario.

Ahora, solo me queda la conclusión…

Esta razón es sencilla. No eres tu y no serás nunca más, pero principalmente, no era yo la persona ideal en ese momento, no por que fuera imperfecta, si no por que no tenía las herramientas que por obligación aprendí ahora. No eres tu y no soy yo la que continua en esta situación, nunca seré la misma y es fascinante. Pero por ahora es también una gran razón para esperar, no a ti, a mi.

A mi mejor versión.