Capítulo 1.
Daniel.
¡Hoy será un gran día!
Esta vez por fin se me hará acostarme con Scarlett , lo he soñado desde hace mucho, ella bueno,es mi novia, ¡¡tenemos 1 mes saliendo y todo ese mes me ha dejado con las ganas!! pero hoy será el día.
-Daniel, baja a desayunar- grito mi mama -ya voy- le dije, bajando las escaleras.
-buenos días, y esa sonrisa- pregunto mi mamá sirviendo los omelette que había preparado.
- hoy es un buen día mamá, ¿no te parece? - le conteste, con una gran sonrisa.
Luciana
Hoy no es un buen día, hoy es mi primer día de clases en una escuela a la que no quiero ir, una escuela la cual odio por ser tan clasista.
-lucy, baja a desayunar - gritó mi mamá.
no le conteste, todavía estoy un poco molesta con ella por obligarme a ir a estudiar a una escuela a la que no quiero ir.
Les cuento, a mi papá lo cambiaron de puesto en su trabajo, por lo que ganaría más, y le darían su propio carro etc. ¡pero cual era la sorpresa! oh si el trabajo era en otro país, o mejor dicho en mi país natal el lugar del que nunca debí de haber salido, pero por lo mismo del trabajo de mi papá hemos estado viajando de aquí para allá. según él, esta es la última vez.
-Luciana, es la última vez que te hablo, se te hará tarde para tu primer día en la escuela- volvió a gritar mi mamá .
-Aquí estoy- le conteste sentándome a la mesa
-que te pasa, porque esa cara, deberías estar feliz, volverás a ver a tus amigos- me dijo muy emocionada - sí que felicidad, súper, nótese mi sarcasmo.
no me malinterpreten claro que estoy feliz por volver a ver a mis amigos en especial a Dalia, mi mejor amiga, hace dos años que no la veo, pero lo que no quiero es volver a esa escuela.
Al llegar a la escuela, lo primero que noto es que nada ha cambiado, el mismo color de las paredes, los mismos alumnos, todos divididos en grupos, en una mesa los inteligentes, en otro los populares, en otro los futbolistas y si sigo nunca termino.
-oh por dios!!!, Luciana- gritó mi querida amiga.
- Dalia!!- corrí a abrazarla
- te extrañe mucho, no sabes cuanta falta me haces, por favor ya no te vallas y me dejes aquí- contesto, mientras me tenía abrazada y no me soltaba.
- amm oye yo también te extrañe mucho, pero podrías soltarme, no puedo respirar- tenía sus brazos alrededor de mi cuello, así que prácticamente me estaba ahogando.
- lo siento luz, pero te extrañe - dijo cruzándose de brazos y haciéndose la indignada.
-dios, no sabes cuánto te extrañé, vamos entremos, mientras te cuento todos los lugares que he visitado- le dije mientras la tomaba del brazo y caminamos a la entrada.
Nuestra amistad nunca se perdió, a pesar de los años y la distancia, nos mantuvimos en contacto gracias a la tecnología.
Pero no es lo mismo platicar con tu mejor amiga desde una computadora a hacerlo de frente. Ustedes me entienden.
Daniel.
Estaba en mi casillero recogiendo mis libros cuando siento unos brazos rodeando mi pecho.
-Hola guapo- dijo Scarlett en mi oreja.
- Hola hermosa- le conteste, a la vez que me volteaba y le daba un pequeño beso en los labios.
- ¿ya te enteraste, quién regreso a la escuela?
- No - y la verdad no me interesaba, lo único que quería era que se llegara la hora de salida y poder estar a solas con ella.
-La gorda, Luciana, ella está de regreso.
¿No puede ser, luz está aquí, ella regreso?
-En que piensas bebé- me dijo Scarlett mientras caminábamos al salón de clases.
- En esta tarde, estoy muriendo de ganas de que se terminen las clases- ella sonrió porque sabía a lo que me refería.
Pero la verdad es que no, ya no pensaba en eso, ya ni siquiera tenía ganas.
Ella estaba de vuelta, Luciana estaba otra vez aquí.