Entramos en la habitación y me mira a los ojos, a pesar de ser más alta que yo y con sus tacones se ve aún más alta, per se encoge un poco mientras me empuja hacia la cama y de algún modo resultamos cayendo sin tropezarnos, suelta sus tacones y me pide que me quite los zapatos, de manera que con los pies hago presión para que caigan, oigo el sonido hueco del zapato al caer; ella se recuesta en mi pecho y yo comienzo a consentirla, así duramos un rato hasta que ella rompe el silencio: - Amor, ¿Deberíamos separarnos para que Esmeralda vuelva contigo y sea feliz? - No lo sé mi flaca hermosa, a veces pienso que sí, pero definitivamente adoro estar así contigo, claro, no es lo ideal con éste tema tan triste, pero me gusta estar contigo, he aprendido a disfrutar cada segundo junto