92. ENCRUCIJADA I

2376 Words
Samuel Estaba impactado por todo lo que me habían contado la oficial Adams y Rita, así como también el miedo llegó a invadirme solo de imaginar todo lo que debieron pasar Livi y Travis. Una vez le enseñé los documentos correspondientes a la oficial, ella me informa que Livi debe ir de inmediato a la delegación para hacer la denuncia contra Madison por lo ocurrido y más importante aún, no debe cubrir sus heridas para que estas queden evidenciadas por el ataque que recibió. Me preocupaba al pensar en todos los problemas que se nos vendrían con la llegada de esa mujer nuevamente a nuestras vidas, pero no tenía otra opción, debíamos actuar cuanto antes o ella se saldría con la suya complicando más las cosas y sé que Oz en este momento no tiene la cabeza para anexarle más problemas considerando todo lo que carga, así que tomé los papeles que necesitaría después de llamar al abogado Bells, quien lleva el caso de Travis desde siempre, acordamos vernos en la delegación en una hora y con todo listo pedí a las mujeres que me esperaran en lo que iba por Livi. Al ingresar a la habitación la encuentro en la cama con Travis en brazos quien se encuentra dormido, pero con un semblante muy triste, mi nieta por otra parte parece en una encrucijada entre la rabia y el dolor, su cuerpo está tensionado, se le ve muy aferrada al niño y viceversa y las heridas en su rostro son ahora más visibles que antes al haber retirado algunas de sus prendas. —Hija —me acerqué sentándome a su lado. —la oficial nos está esperando para ir a la delegación, cuanto antes hagamos esto, más rápido acabará la pesadilla. —Siento que no hice lo suficiente abuelo, siento que le fallé a todos de alguna u otra forma. Su voz está muy apagada, recordándome los primeros días tras la muerte de sus padres. —¿De qué hablas? Protegiste a Travis aun cuando saliste herida ¿cómo podrías fallarnos? —Esa mujer alcanzó a lastimarlo, tiene algunos rasguños en su carita, el cuello y lo presionó mucho en su estómago y el pecho, temo que eso pueda afectarlo, pero tampoco puedo salir con él por miedo. —Hija, mírame y escúchame bien —tomé su rostro para que no lo apartara del mío. —Eres una mujer muy fuerte, igual que tu madre y tu abuela defendiste a tu familia con tu vida, Travis está con nosotros gracias a ti, a lo que tú hiciste. —Pero resultó lastimado y era justo lo que no quería. —Livi, no puedes controlarlo todo siempre, pero siempre puedes dar lo mejor de ti para evitar algo peor y te aseguro que incluso Oz apreciará eso, porque al final evitaste un mal mayor manteniendo a su hijo a salvo. De la nada, ella frunce el ceño cambiando en un segundo de la ira y la frustración al miedo y la confusión. —Oz va a matarme —murmuró temerosa. —Claro que no, él será el más agradecido por lo que hiciste. —No, es que… en medio de todo ocurrió algo más y por eso él… —abraza más fuerte a Travis llegando a temblar un poco. —Oz me matará cuando se entere. —¿Enterarse de qué? —Cuando Madison logró tomar a Benji separándolo un poco de mí, no sé si fue producto del miedo que sentía o porque ella lo lastimó demasiado, pero él me gritó mamá y unos segundos después volvió a repetirlo en mi oído mientras yo discutía con el policía —abrí mis ojos muy asombrado, pero una enorme sonrisa brotó de mí. —Ya se estaba demorando en hacerlo —mencioné entre risas acariciando la espalda del pequeño. —No te rías, Oz se enojará muchísimo por eso y más porque no es así. Sabía que ahora sería inútil convencerla de la realidad, así que me enfoqué en lo más importante que era solucionar la situación de ella en la delegación. —Mejor arréglate y salimos a hacer la denuncia, el abogado nos verá allá en una hora, cuando regresemos hablaremos con Oz para explicarle lo ocurrido sobre ese tema y le daremos también una solución a todo, pero tranquila que todo estará bien. Aun con duda hizo caso a mis palabras, tomé al pequeño para que ella se arreglara un poco y salimos en cuestión de minutos a la delegación junto a Rita y la oficial Adams. Me encantaría decir que todo salió de nuestro lado, pero las cosas se pusieron intensas, conocí al policía que amenazó a Livi y corroboré el tatuaje del que ella me habló cuando llegamos, con la mirada le indiqué al sujeto que lo había visto, a lo que él se cubrió más dándome a entender en silencio que no bajaría la guardia sin importar nada. Otro punto en contra fue que los otros policías no querían tomar en consideración las palabras de la oficial Adams, lo que no es difícil de deducir al saber que es así por ser ella mujer, querer “sobrepasar” la palabra de un superior y muy seguramente porque el oficial Kart tendría a más de uno de su lado, lo que complicaría la situación significativamente. En un punto ordenaron a Livi ir a declarar, aunque ella no se sentía segura, pero igual era mejor adelantar el papeleo mientras yo estaba con Travis quien todavía permanecía dormido y con pesadillas, esto lo sé por la forma en que se aferra de mi ropa y el cómo se remueve en mi pecho. —Clyde. —Bells, menos mal llegas, ya me estaba preocupando. Estrechamos nuestras manos en lo que él repara en las heridas de Travis en su rostro, algo que lo hace enfurecer de inmediato pero intenta ocultarlo. El motivo por el cual se hizo abogado fue justamente por las injusticias vividas, él y yo nos conocemos de toda la vida, vivimos en un barrio muy peligroso donde la muerte, los robos y la violencia eran el pan de cada día, pero si algo lo afectó profundamente fue ver la injusticia en chicos inocentes, siendo su motivo para convertirse en abogado y defender los derechos de ellos, quizás por eso también tomó el caso de Oz al ver el panorama con Madison, algo que ahora parecía ser personal para él al enterarse de lo que le hicieron al pequeño. —¿Dónde está Olivia? —La llamaron a declarar. —De acuerdo, deja me ocupo primero de ella y luego haré que tomen evidencia de los rasguños en el niño, pase lo que pase no permitas que nadie lo tome sin mi consentimiento. —Tranquilo, todavía recuerdo algunas cosas —guiñé un ojo cómplice al haberlo ayudado en pasadas ocasiones. —Solo una cosa a considerar —me acerqué a su oído para evitar que otros escucharan. —el oficial Kart es creyente del nazismo, así que ten cuidado con lo que digas y Rita también está con su esposo hablándole de lo ocurrido. —Perfecto, deja todo en mis manos —no dijo más y se fue a la oficina en la que estaba Livi. El tiempo siguió su curso y con ello la situación se tornó más borrosa para todos, Madison había hecho una denuncia contra Livi y Oz por secuestro y otra contra Livi por violencia, teniendo como resultado una nariz rota y un ojo morado, lo que llegó a sorprenderme al ver las fotografías a la vez que me sentí muy orgulloso de mi nieta, definitivamente sacó lo mejor de las mujeres de esta familia, imagino a su madre y abuela felicitándola por esos golpes. Por otro lado, recibimos el apoyo de Cooper como agente policial llegando a reprender a Kart y dándole el apoyo a Adams, esto bajo la premisa de la protección al menor, también por no evitar que las cosas fuesen a mayores y otro sin fin de cosas más por su actitud. Finalmente, entre Livi y Bells se encargaron de hacer la denuncia correspondiente y este último dijo llevar todo hasta las últimas consecuencias para que Madison no volviera a molestarnos, logrando por ahora una orden de alejamiento que abarcaba a toda la familia, con mayor énfasis en Travis y Livi quienes fueron los afectados directamente, así que ahora vendría la parte que más temíamos todos… informarle a Oz del asunto inmediatamente. —Livi, ve a casa y quédate con Travis en lo que yo voy a la universidad por Oz junto a Bells. —Claro que no, iremos con ustedes. —No querida —intervino Rita quien nos ha brindado todo su apoyo en estas horas. —lo mejor será que vuelvas, el niño ahora necesita un lugar que lo haga sentir a salvo, mejor dale un baño y atiende sus heridas. —Le agradezco mucho la sugerencia Sra. Cooper, pero no me siento a salvo en este momento. La verdad, ni yo me sentía bien dejándola sola, pero al menos sí me sentía tranquilo al saber que Bells logró que dejaran encarcelada a Madison durante setenta y dos horas con una fianza de cinco mil dólares. —Tú tranquila, si quieres me quedaré contigo y le diré a mi esposo que me permita llevar a un policía para que nos proteja en lo que vuelve Samuel a casa. —Rita, sé que lo haces por bien, pero no es correcto que uses de esa forma la influencia de tu esposo, lo que menos quiero es aumentar los problemas —mencioné en voz baja. —Samuel, no permito a mi esposo recriminarme cuando estoy más decidida en hacer algo, ahora mucho menos te lo permitiré a ti, vayan por Oz que yo me quedaré con Livi y Travis. Esa mujer es un caso completo, pero sin duda es una ayuda que siempre valoraré, ha hecho demasiado por mi familia en la misma medida que nosotros hicimos por la suya y amistades incondicionales como la que tenemos con los Cooper y los Bells es mejor no perderlas —Acepta la ayuda Clyde, así todos estarán más tranquilos y nosotros no perderemos tiempo, porque sí o sí, Oz debe enterarse de todo lo ocurrido —menciona Bells. —De acuerdo, pero al menos las dejaré primero en casa. Así hicimos y una vez me aseguré que quedaran en casa; Bells y yo salimos directo a la universidad, al llegar, me dirigí inmediatamente a las oficinas del departamento de medicina para averiguar dónde estaría Oz, pero la secretaria me daba muchas negativas alegando que no podían darme ese tipo de información, entonces un hombre, quien se presenta como le decano de la facultad, aparece preguntando por la situación a lo que explico mi solicitud, así que él repite lo mismo que la secretaria, pero Bells decide interceder informando que es un por asunto bastante grave que requiere la presencia de Oz, sin embargo, en cuanto él se presenta como abogado, el decano se lo piensa un poco reflejando un aire que me genera mucha desconfianza. —Comprendo, si esa es la situación entonces no hay nada más que hacer, el joven deberá retirarse. —Pero señor, si él se va entonces su carre… —¡Silencio señorita Martha! —interrumpe abruptamente el sujeto. —mejor acompañe a los señores al salón donde se encuentra el estudiante e infórmele que salga con ellos. Era evidente que algo más pasaba aquí, sabía que el hombre no veía con buenos ojos a Oz por lo que él me había comentado, pero el reclamo de la mujer me hizo pensar en demasía llegando a una única conclusión. —Eso es lo que desea, que él salga de aquí. —¿Acaso no vinieron por eso? —preguntó haciéndose el desentendido. —No, usted desea que Oz salga de la universidad definitivamente. —No sé de qué habla, pero esa acusación es bastante grave, sin embargo, si tanto duda de mi palabra entonces retírese de mi despacho que no tengo tiempo que perder. El hombre se fue rápidamente a su oficina dejándonos a todos con un aire pesado, pero ninguno dijo nada y ella con un poco de vergüenza anotó algo indicándonos después que la siguiéramos. —¿Qué ocurrirá si Oz sale del campus? —ella se tensa ante mi pregunta. —Disculpe, olvide lo que dije. —Señorita Martha, si usted sabe algo y llega a cubrirlo pese a ser un asunto de gravedad, será cómplice de un acto que puede llevarla a tener consecuencias legales. Debo reconocer que Bells siempre fue excelente para intimidar a las personas una vez se convirtió en abogado y en esta ocasión le salió perfecta la jugada porque hizo detener en seco a la mujer quien ahora se veía temerosa. —Por favor, no quiero problemas —menciona suplicante. —Solo díganos lo que sabe y no pasará nada malo contra usted —usé un tono suave para calmarla. —El decano no agrada del joven Oz y él junto a otras personas desean que se vaya, pero al tener la protección del señor Borson, saben que no pueden hacer nada o se vería conflictuada la transacción que hicieron hace meses, aunque… si el joven es quien comete el error, entonces la universidad podrá librarse de él con las manos limpias. Ella no sabía si temer más por las acciones de su jefe o por decirnos esta cruda realidad con la cual batallaba Oz, no sé si es consciente de los hechos, pero ahora era yo quien dudaba en si sacarlo o no de su clase. —Debemos hacerlo Clyde —dice Bells como leyendo mis pensamientos. —si no lo hacemos ahora, sabes bien que él se pondrá peor y más dadas las circunstancias. Lo peor de todo es que tiene razón, tengo que hablar con Oz e informarle lo de Madison, así como también debe saber esta información, sin embargo, temía de su reacción al enterarse de lo ocurrido pues no sabía lo que podría pasar con sus estudios si se dejaba llevar, especialmente porque estaba en temporada de exámenes y para él eran más críticos al avanzar en tantas asignaturas de años superiores.
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