47. CONFUSIÓN-CONFESIÓN

2546 Words
Al cabo de hora y media llegamos a la ciudad de Glasgow, bajamos para dirigirnos después a una camioneta que esperaba por nosotros y nos trasladó hasta una casa cerca del Jardín Botánico. Ellos tenían miles de preguntas, pero solo sonreí en silencio, caminamos a la entrada y abrí la puerta donde dejamos nuestros abrigos en el perchero, luego fuimos a la sala que estaba con una decoración navideña, pero más importante aún, junto a la chimenea estaban Livi, Robert, Liam y Travis sonriendo al vernos entrar, todos se acercaron para saludarnos muy felices, Livi y Travis sabían lo ocurrido en estos días, pero les pedí que no dijeran nada para así disfrutar mejor de la velada, no quería traerle malos recuerdos a ella. El resto de esa noche tomamos ponche de whisky, cenamos con muchos platos típicos del lugar que había mandado a hacer, abrimos los regalos, jugamos a algunas cosas junto a la chimenea y nos quedamos hablando hasta que el cansancio nos ganó a todos, nos dimos las buenas noches y nos trasladamos a nuestras habitaciones. Al llegar a la mía fui directo al baño para darme una ducha, traté mis heridas y regresé a la recámara. En cuanto vi ese espacio vacío pude darme cuenta por primera vez de cuan solo me encontraba, llevaba años viendo esta misma imagen cada noche, pero nunca había sentido esta soledad ¿Acaso es así como se sentiría una vez volviese a Nueva York? Mis voces hacían acto de presencia, pero no con sus gritos, insultos y reclamos, solo sabía que estaban ahí en silencio haciéndome compañía, es como si todas ellas sintieran la misma soledad y al estar reunidas conmigo podíamos confortarnos de esta sensación. Por un momento estuve a punto de servir un vaso de Jack como usualmente hago, pero extrañamente deseché esa idea, retiré la toalla y me acosté a dormir imaginándola a mi lado, su aroma, su rostro, nuestras caricias, todos esos recuerdos me hacían sentir mejor y fui quedándome dormido entre esos pensamientos. (…) Optamos por seguir juntos en Glasgow hasta después de año nuevo y durante este tiempo hicimos diferentes actividades, recorrimos muchos lugares dentro y fuera de la ciudad y disfrutamos de las celebraciones típicas del lugar, fueron muchos los recuerdos en familia, así como también fueron muchas las noches que no pude dormir con ella porque Livi era quien la acompañaba. En el día pasaba buenos momentos con todos, pero en las noches era de nuevo ese lobo solitario, ninguno de los dos dijo nada al respecto y solo continuamos disfrutando de la compañía familiar. Unos días antes de año nuevo Travis invitó a su novia para pasar esta temporada con nosotros, a Rag no la convenció y sé que a Livi tampoco, aunque ella la trató bien por cortesía en lo que mi pequeña por otra parte buscaba la atención de Travis para molestar a su novia, pero él como siempre se dejaba llevar dándole su lugar a Rag por encima de esa chica. Ahora estábamos cerca de recibir el año nuevo, todos vestimos cómodos y a la vez elegantes, mi pequeña iluminaba la habitación con un radiante vestido rojo, botines negros y la bufanda que le regaló Adler, estaba muy emocionada e iba detrás de Travis como si él fuera la mamá gallina con sus polluelos, siendo evidente que solo quería darles a todos un buen recuerdo con su actitud... pero esa no era ella en realidad, mi pequeña no sonreiría eufórica durante tanto tiempo ni mucho menos tendría esa actitud aniñada. —¿Te encuentras bien? Has estado bastante callado. —¿No deberías atender a tu novia? —Está de mal humor, no hace más que quejarse porque según ella Rag tiene toda mi atención, pero cuando me acerco a Tiff esta me rechaza, así que preferí darle su espacio. —Y por lo visto no crees que sea verdad lo que dice. —Sí lo creo, pero después de los acontecimientos pasados me importa más Ragnar que Stefany en este momento. De pronto Livi comienza a repartir las bebidas para brindar, se acerca a mí entregándome un vaso de Jack y guiña un ojo cómplice... algo está a punto de suceder... Todos comienzan con la cuenta regresiva, se van preparando y una vez llegan las doce nos damos el año nuevo entre abrazos y besos, la novia de Trav a penas y se acerca a todos, pero en cuanto lo ve solo va hacia él muy altiva pensando que Rag se había olvidado de ella y se lanza a sus brazos, entonces me pequeña se acerca por detrás de ella, sonríe perversa y toma aire profundamente. —¡Feliz año Trav! Da un estruendoso grito llegando a asustar a Stefany quien se separa de él bastante molesta, pero esta ira aumenta al ver que Rag se lanza a los brazos de Travis quien la levanta y se aferran el uno al otro muy felices, mi pequeña se queda mirando a la susodicha triunfante y esta sale de casa con mil demonios encima. —Ahora vengo chiquita debo hablar con Tiff. —No te vayas, igual ella es una aburrida que no soporta un poco de competencia y de todas formas debe acostumbrarse al hecho de que soy tu favorita —él ríe negando con su cabeza y besa su frente con ternura. —Siempre serás mi favorita, pero tampoco soy un cretino que dejaría a una mujer sola en la calle y lo sabes bien. Contra ese argumento ella no le discutió más, así que lo dejó marcharse con ella con la promesa de que después dormirían juntos, a lo cual obviamente él accedió... A veces me pregunto si yo me veré igual de maleable a Travis cuando se trata de Rag... Al día siguiente la muy resentida se devolvió a Birmingham a primera hora dándole la victoria a mi pequeña ¿El motivo? Simple, Rag sacó a Trav del cuarto en la noche diciendo que tenía muchas pesadillas y quería estar con él, arruinándole la follada a los dos. Unos días después hicimos una última salida de despedida, nos fuimos a una pista de patinaje en hielo donde todos disfrutamos de la experiencia, era gracioso ver a Marc tratando de mantenerse en pie, pero Livi siempre le ayudaba a sostenerse mientras le enseñaba, los chicos por otra parte se desplazaban bien y mi pequeña solo se dejaba llevar. Es curioso, pareciera que llevara años de práctica porque sus movimientos eran muy fluidos y al mismo tiempo firmes, vio a unas chicas hacer algunos saltos (a lo que asumo sí eran practicantes del deporte) y ella repetía sus movimientos, pero siempre daba un paso más sorprendiéndonos a todos ¿Acaso hay algo que ella no sepa hacer con elegancia y astucia? Sin duda su mente y forma de aprendizaje son un prodigio. Me habría encantado estar con ellos, pero no quise exponerme abriendo mis heridas y haciendo un desastre en ese lugar, no obstante, sí aproveché para tomar muchas fotografías y algunos videos. Hubo una que me encantó porque Rag se veía sumamente elegante, además, la cámara la capturó en el momento exacto en que me veía penetrante con una sonrisa entre sensual y traviesa. Guardé esa foto con recelo para después imprimirla dejando una copia en mi habitación y otra en mi oficina, ambas con un hermoso marco plateado y grabado sencillo. Con el atardecer nos fuimos al hangar nuevamente para despedirnos de todos, la familia regresaría a Nueva York y Travis a Birmingham, fue un poco complejo convencerlos de que me dejaran continuar el viaje con ella aunque fuese éste nuestro último país, lo bueno es que logré obtener mi cometido, lo malo sería decirle a Rag que no podíamos continuar por el momento. Una vez todos tomaron su rumbo, nos fuimos en el auto para nuestro siguiente destino, uno que era completamente desconocido para ella, pero que parecía no importarle porque solo miraba el camino, nuestro alrededor o a mí, sin preguntas ni comentarios, solo nosotros en la carretera invernal. Al cabo de unas horas llegamos a las tierras altas de Escocia, lugar donde estábamos felices por volver a perdernos entre la naturaleza, la temperatura es más baja en esta zona, así que me trasladé al pueblo más cercano y buscamos un café para poder entrar en calor antes de llegar a nuestro destino. —¿Crees poder continuar? —Estoy bien, solo nos queda un par de horas más en carretera y las heridas han sanado perfectamente, así que no te preocupes de nada. —Mejor busquemos dónde hospedarnos aquí y mañana continuamos con el sol. —Rag no falta mucho, vamos ¿qué pasó con ese espíritu aventurero que traías en Islandia y Noruega? Ella desvió su mirada tratando de disimularla al tomar la bebida, pero se notaba más apagada, tal vez ese mal trago volvió a ella. —Por favor, busquemos dónde pasar la noche en este lugar y mañana continuamos. No quise insistir más, era claro que ella no se sentía bien. —De acuerdo, iré a preguntar dónde hay un hotel o algo similar. Una vez terminamos las bebidas y con las indicaciones en mano, nos dirigimos a la posada del pueblo, al llegar pedí una habitación para ambos, era sencilla, pero acogedora. Nos duchamos como siempre antes de dormir, apagué las luces quedando solo con la luz externa como iluminación, me acerqué al sofá donde estaba ella sentada mirando por la ventana y me acomodé a su lado viendo el mismo panorama, pero me sentía lejano a ella, es como si la hubiese perdido en algún punto sin darme cuenta y con el ajetreo de la familia me fue casi imposible verlo. —¿Quieres que pida otra habitación? —negó con su cabeza. —¿Quieres volver a casa con los demás? —otra negativa silenciosa. —Dime lo que te pasa Rag o no lograremos encontrar una solución. Abrazó sus rodillas apoyando el mentón en ellas, me miró por segundos y regresó su vista a la ventana. Me dolía verla así, jamás estuvo tan desanimada como ahora y eso me desesperaba más al no saber qué hacer. —No me prestes atención, es solo que no logro comprender muchas cosas que he sentido, antes no me importaba y lo ignoraba por completo, pero a medida que transcurrieron los días durante este viaje es como si muchas cosas me vinieran encima, trato de comprender lo que es cada una, pero no logro hacerlo. —Dime de qué se trata así podría ayudarte. —Hablé con Livi sobre este tema y esas respuestas enigmáticas de ella solo me dejaron pensando más, ahora solo estoy analizando cada cosa como ella me dijo para ver si logro encontrar la respuesta por mi cuenta. —¿Es por eso que querías pasar la noche aquí? —No, eso es porque tuve un mal presentimiento sobre continuar el viaje, pero no por ti, solo vino y ya. —Mejor deja eso para después Rag vamos a la cama a descansar, quizás unas horas de sueño te ayuden a despejarte un poco y a hallar más rápido las respuestas que buscas. Tomé su mano para dirigirnos a la cama y cuando estábamos a solo un par de pasos, ella se detiene haciendo que me gire percibiendo su semblante más oscuro y perdido. —¿Qué ocurre? —¿Estoy mal por no comprender las emociones? Es que puedo reconocer cuando tengo ira, siento odio o dolor, pero cuando hay tristeza o esos momentos de alegría me es imposible comprenderlos. Para ti no es un secreto que solo actúo con los demás mostrando esas facetas, así evito preguntas y obtengo dominio sobre el otro. —Creo que te estás dejando arrastrar por muchas cosas, está bien que no comprendas las emociones considerando tu pasado, jamás se te permitió sentir ninguna otra cosa que no fuese ira o dolor, pero ve un paso a la vez. Cerró sus ojos dando un profundo respiro, mordió su labio con fuerza y abrió nuevamente sus luceros pero sin llegar a mirarme. —También hay algo más. —Dímelo. —He actuado también contigo. Una frase, cuatro palabras y fue más que suficiente para obligarme a tomar asiento en la cama, traté de mantener la calma y opté por dejarla hablar un poco más, no quería irme con ideas apresuradas o podía pisar en falso. —Explícate mejor pequeña. —Lo que escuchaste Oz, también he actuado contigo, no sé realmente cómo comprender cuándo siento algo diferente a la ira o el dolor y es por eso que recurría al teatro ¿o nunca te preguntaste el motivo de esos cambios en mí? …Soy un imbécil. Recorrí los primeros años rápidamente y comprendí a qué se refería, ella siempre tuvo la habilidad de aprender rápidamente las cosas, sobre todo cuando veía a alguien más hacer algo y ella lograba replicarlo a la perfección hasta el punto de mejorarlo. Entonces caí en cuenta de esos cambios, cuando la conocí, en los primeros meses de trato entre nosotros ella se mantenía a raya, su curiosidad la impulsaba a continuar al igual que esa sed por obtener lo que deseaba, pero nunca tenía un interés más allá de eso. Sin embargo, ella con el tiempo fue aprendiendo a socializar más con la familia, se dejaba llevar un poco más sin mostrar una sonrisa o lágrima en su rostro, eso fue algo que aprendió conmigo cuando le enseñé actuación. La verdadera Ragnar no es la que tenía conmigo en el viaje sonriendo, sino la que conocí hace años, aquella pequeña que estuvo a punto de matarme la primera mañana que pasamos juntos, la misma que bebió aquel whisky cuando nos contó su pasado, incluso, me atrevo a decir que era ella misma cuando fue a ver a Oliver aquella noche. —¿Entonces por qué aceptaste hacer este viaje conmigo? ¿por qué te molestabas en hacer todo lo que hiciste a mi lado? —traté de modular mi tono, pero esto es abrumador. —Quería saber si podía llegar a comprender eso estando en un ambiente diferente, pero lo ocurrido en Londres es algo que me sacó por completo de mis planes hasta el punto de llegar a generarme más confusión. Era inútil preguntarle si había sentido algo en el viaje porque la respuesta se daba por sí sola, tampoco podía reclamarle nada al saber que ella quiso hacerme feliz así como a los demás, pero la mentira y la traición son dos cosas que no tolero, una cosa es ocultar información por un fin justificado, pero otra es el engaño y este era uno demasiado grande... y sin embargo, ahí estaba yo frente a una niña de once años que me había enamorado con su sola existencia y que, con una sola frase, derrumbó demasiado en mí. —Ve a dormir Ragnar necesitas descansar. Me levanté y vestí rápidamente sin voltear a verla ni una vez, sentía que si lo hacía me quemaría y eso dolería en mi alma. —¿A dónde vas? —Saldré un momento, descansa pequeña. —Oz espera. —No Ragnar, ahora no, solo duérmete que estaré aquí antes del amanecer.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD