Voy ensimismada y absorta en la letra de la canción de que sale en mi lista de reproducción, la voz de Alex Turner me hace querer flotar.
Al llegar a casa mis papás que están desayunando, se sorprenden al verme despierta tan temprano — ¿quién eres tú y dónde dejaste a mi pequeña Carla? — mamá se acerca para besarme pero al verme sudada se detiene — ¿estabas ejercitándote? — existe más asombro que duda en lo que acaba de decir.
— Idea de Carol — juego con mis hombros mientras me sirvo una taza de café — estuve entrenando con ellos hasta que me caí de la caminadora — un ¡oh por dios! escapa de la boca de mamá. Pero prefiero no darle más importancia. Cojo mi taza y voy camino a mi habitación, una puerta antes de llegar observo la puerta de la habitación de mi hermana entre abierta y entró sin saber a ciencia cierta que estoy buscando.
Todo es tan rosa, tan femenino, tan enérgico, tan lleno de flores, muchos brillos y mucho ejercicio, una combinación bárbara, a un lado de su tapete de yoga está una báscula digital, y me acerco a ella más por pura tortura auto impuesta que otra cosa.
Dejo la taza en un escritorio, saco mis tenis por la parte de atrás sin desenredar las agujeta, respiró profundo y rápido antes de subirme, coloco mis pies sobre las señales y cierro los ojos un ¡pip! me anuncia que ya puedo abrirlos y observar cuánto peso actualmente.
— ¡Wow! — no tengo más para decir al ver un uno y dos ceros, peso cien malditos kilos, me bajo decepcionada y un poco enojada conmigo misma, la ultima vez que use una de estas mi peso estaba sobre los 79 casi 80 kilos, no estaba tan mal, tal vez debería esforzarme un poco más un poco de ejercicio aunque suene a tortura y hacer una dieta, ¡odio las jodidas dietas! no se como hacerlo funcionar.
Estoy teniendo un pequeño ataque interno, pero mi vista va al vestido rosa palo está sobre la cama de Carol, es hermoso las mangas son largas pero de encaje suave, la falda es recta, y es un poco corto, pero se va ver preciosa en el estoy segura.
Lo tomo y lo pongo sobre mi y me giro al espejo de cuerpo completo que hay en la habitación, en el reflejo veo que sobra mucho de mí y el vestido se ve diminuto, mis ojos se empiezan a aguar, Carol es jodida talla cero, mientras yo soy 2XL, dejo el vestido tal como estaba, tomo mis cosas y salgo de ahí hasta llegar a mi lugar seguro.
Doy un largo sorbo a mi café, n***o y cargado ¡está perfecto! miro la hora en mi celular van a dar las diez de la mañana, sonrió al pensar que apenas si estuviera en mi quinto sueño.
Una vibración y el ícono de w******p me dejan ver un mensaje:
Me debes como diez minutos de caminadora
y quince minutos de pesas?️
9:45 am
Está loco si cree que voy a volver a ese sitio.
Según recuerdo he renunciado a
toda actividad física que
atente contra mi vida ?
9:48 am
No he aceptado tu renuncia,
ahora bien debes pagar lo que debes ?
9:50 am
Anda a ponerle rutinas a la rubiecilla
que estaba dando el culo contigo ?
9:51 am
Es cuando releo el mensaje que acabo de enviar cuando me doy cuenta, cuan mal ha sonado eso que acabo de poner.
Sorry Aiden, eso estuvo muy fuera de lugar,
vale un día de estos te pago lo pendiente ?
9:53 am
No recibo respuesta alguna, tal vez le ha molestado lo que le he mandado, ya hablaré con el después. Enciendo mi portátil, los domingos me los dedicó totalmente a mi, pongo música en Spotify y la preciosa voz de Zayn llena todo mi espacio, abro mi clóset para acomodar mi ropa y mis zapatos, todo es genérico blusas, pantalones, balerinas, tenis y playeras, unas prenda más seria que otras que ocupo para ir a la oficina y verme un poco profesional.
— ¿Cómo sigues del golpe? — pregunta Carol desde la puerta — no fue serio — le digo mientras tarareo una parte de la canción que está saliendo.
— Los chicos están abajo, vamos a desayunar ¿te unes? — y esa es mi hermana queriéndome hacer parte de su mundo siempre.
— Ahorita bajo — ella cierra la puerta y voy directo a la portátil para pausar la música, reviso por última vez mi teléfono pero no hay respuesta de Aiden, da igual lo veré abajo.
Cuando llegó al comedor, lo busco con la mirada pero no le veo — ¿fruta o jugo? — me pregunta Jordan, que se mueve por mi cocina como si fuera propia — ¡Amm! jugo está bien ¿y Aiden? — Jordan me alcanza un vaso de cristal lleno de un jugo rosado, bebo un trago pequeño ¡muero de hambre! es amargo ¡diak! es de toronja.
— Creo que se fue con Lenny la chica rubia del gym, creo que la invitó a desayunar — comenta Dana antes de llevar un trozo de melón a su boca.
De pronto el hambre se me va, mi estómago se cierra y optó por dejar el vaso sobre la barra de granito — olvide mi cel, ya vuelvo — digo al ver qué Carol se me queda viendo fijo, no me excuso solo comienzo a caminar escaleras arriba.
No sé por qué me ha afectado un poco saber que Aiden se ha ido con una chica a desayunar, digo si a mi hermana parece no importarle, por que a mi si y no es que este mal tener amigas, digo he conocido a sus novias y nunca me he puesto celosa, por el contrario.
Llego a mi cama y de nuevo le doy play a la música, me apetece leer, doy click al ícono de la página que uso para poder hacerlo, en la barra de búsqueda tecleo cualquier cosa para que salgan las opciones. Veo las portadas de los libros, en la mayoría las protagonistas son hermosas con pinta de supermodelo y los protagonistas son el tipo de chico hermoso que mueres por tener de novio — bien Carla eso no es para ti — me digo a mi misma.
En la portada de un libro la imagen de un chico de portada de revistas, con tatuajes y fumando llama mi atención, ojalá pudiera tener uno de carne y hueso para mí, suspiro — Carla deja de soñar tu y tus cien kilos jamás podrían estar con un tipo como ese — de nuevo hablo conmigo misma.
— ¿Con quién no puedes estar? — la voz de Jordan me asusta y subo mi mirada hasta donde está, se pasa sin yo invitarlo y se sienta enseguida de mi, su vista va hasta mi pantalla y se ríe al ver qué he aumentado la foto de portada — Oye se parece a Aiden — sonríe arqueando una ceja, cuando lo dice niego.
— ¿Necesitas algo Jordan? — bajo la tapa de mi portátil — Solo ver si necesitas algo, no desayunaste nada — me reprime.
— Jugo de toronja y fruta picada, no es exactamente lo que yo consideraría un desayuno, ¿dónde están los pancakes? ¿dónde queda el pan tostado con mantequilla y mermelada de frambuesa? — llevo mis brazos al aire exagerando lo que acabo de decir.
— Esas son calorías vacías y te harán daño a la larga — se pone en plan serio.
— ¡Por Dios! — protesto — eres una mini versión de Carol y Aiden ¿sabías? — carcajeo y sin quererlo Jordan también lo hace — ya enserio, estoy bien no tengo hambre — suelto mi cabello, para poder recogerlo de nuevo.
— Pero eso también te hará mal Gordie — y antes de que empiece con un sermón sano, lo paro.
— Jordan aún siento el estómago revuelto del ejercicio de está mañana — miento — más tarde bajo por algo — su cara delata que no está muy convencido.
Mi celular vibra y ambos giramos la vista hasta donde está, sin decir nada más me deja un beso en la mejilla y sale de mi habitación.
Yo por mi parte me debato entre si ver o no, por qué muy en fondo quiero que sea la respuesta de Aiden, aunque se que sería poco probable, ya que esta ocupado con la rubia.
Mañana junta 9 am en punto
11:14 am
Un bufido sale de mi pecho y un halo de decepción se instala en mi pecho ya que no es el mensaje que esperaba. Si no, uno de mi jefe hablando de trabajo, es que acaso mi domingo ¿no puede ir peor?
Bloqueo de nuevo el aparato y regreso a mi cama, leo un par de capítulos de una muy absurda y llena de clichés historia, simplemente me encanta. Hasta que quedó dormida.
Al despertar miro hacia todos lados, de pronto él ya no está ahí aprisionándome con ambos brazos contra una pared, con su aliento topando con el mío, su grisácea mirada no está clavada en la mía, mis labios no se entre abren esperando ser besados, pero sobre todo no está Aiden por ningún jodido lado, ha sido un mísero sueño.
— Bien cerebro mío, no me estés jugando estás putas bromas, él es como tú hermano, lo conoces desde que era un chiquillo de seis años — me regaño mientras tomo un par de prendas para bañarme.
Saco la ropa que llevo puesta y dejó caer el agua helada sobre mi cuerpo, me sienta de maravilla ya que el sueño que he tenido me ha dejado caliente y ganosa. Ya me había pasado antes, el único problema es que ahora era el protagonista es alguien quien no debería ser y eso no me gusta para nada, somos amigos y él es como mi hermano, me vuelvo a repetir.
Un shorts de tiro alto, una playera holgada de algodón y par de calcetines más tarde bajo a la cocina, el hambre me ha vuelto.
Dejo mi cabello suelto para que se seque con el aire — subir y bajar estás estúpidas escaleras debería ser considerado mi tiempo de cardio diario — rio ante mi comentario.
— Tendrías que bajar y subir durante al menos veinte minutos para poder considerarlo — ¡mierda! la ronca voz de Aiden me para en seco.