— ¡Nadie te está pidiendo que renuncies hijo! Solo quiero que empieces como un asesor libre.
— ¡Ah vaya! Ahora sí te estoy entendiendo, necesitas mis consejos.
— ¡Exactamente! Tengo un negocio entre manos, es un hombre que conocí hace algún tiempo en un viaje de negocios, hay algo en él que todavía no termina de convencerme, por eso me gustaría que nos reunamos con él para tener una impresión diferente; ¿me entiendes?
— Perfectamente papá.
—Hablando de otro asunto, me encanta que estés sentando cabeza, eso de que te conozca una novia habla muy bien de tí; ¡te felicito! ¡Me caes muy bien Megan! Aunque quiero decirte que Derek tiene un asunto por allí sin resolver.
— ¡Papá, no asustes a mi chica!
—¡Gracias!— dijo ella con sencillez— no te preocupes Derek, nada me asusta.
— Eso es bueno saberlo, aunque eres la primera mujer que mi hijo trae a casa, en serio debemos resolver ese asunto pendiente con Lorena, así que espero que esto de ustedes sea algo serio, aunque no veo todavía el anillo de compromiso.
— Tranquilo viejo; ¡todo a su tiempo! Megan y yo no tenemos prisa, ¿verdad amor?
— Así es cariño, no se preocupe que usted será el primero en saber cómo va lo nuestro.
— Eso espero, mira que fué una gran sorpresa que este cabeza dura aceptara el apartamento que le regalé hace más de 10 años; eso me dice Megan, que eres una buena influencia en la vida de mi muchacho.
Ella enrojeció hasta la raíz del cabello ante aquel comentario, le caía muy bien el padre de Derek, se veía que era un hombre con clase. Estuvieron bastante tiempo conversando amenamente hasta que Derek se levantó y dijo:
— Debemos irnos papá, mañana me espera un largo día de trabajo.
Una rato más tarde al llegar al apartamento ella dijo:
— ¿También a tu padre piensas engañar? ¿No te parece que con tu jefe es suficiente?
— La verdad Megan, no supe como manejar la información y justificar el porqué después de tantos años me decidí a recibir su regalo, así que fue más fácil decirle que tenía una novia.
— Entiendo, de todos modos no va a durar mucho la mentira, pronto debo irme, la respuesta será que algunas relaciones no funcionan.
— Megan yo no pienso dejarte ir de mi lado hasta que tu vida esté completamente segura, quiero ayudarte a solucionar esa etapa oscura de tu vida para que puedas disfrutar de paz mental y física.
Ella exclamó contrariada:
— ¿Paz mental y física? ¡Se dice tan fácil Derek, pero no creo que puedas sacar de mi cabeza todo el horror y la humillación que viví en ese lugar, era tan desesperante que cada día le pedía a Dios, morir!
Él la atrajo hacia su cuerpo diciendo:
— ¿Aún tienes miedo de contarme esa parte de tu vida?
Ella se separó de aquel abrazo de consuelo para responder:
— ¡No es miedo, es vergüenza!
Él se quedó por unos segundos sin decir nada y luego contestó:
— ¡No tienes porque sentir vergüenza, no es culpa tuya lo que te pasó!
— ¡Claro que es mi culpa!— exclamó ella— ¡Si no hubiera tenido deseos de salir de casa de mis tíos, nada de ésto me hubiera sucedido.
— No seas tan dura, no sabías que ese muchacho te estaba engañando Megan, ven cuéntame sin ninguna vergüenza lo que viviste.
Ella lo miró y resolvió hablar de aquello que evitaba siquiera pensar.
—Ya te conté que vivía con mis tíos y mi prima Clara, pensaba que vivía en un infierno, pronto Dios me demostraría lo que era realmente un infierno. Mis días eran sin descanso, apenas llegaba de la escuela, en casa me esperaba los oficios domésticos, a las 8 de la noche realizaba mis deberes escolares y me dormía rendida de cansancio, cada día era igual y yo soñaba con ser independiente; ¡que ilusa!
— En ese tiempo eras una joven inexperta.
Ella cabeceó afirmativamente y continuó:
— Me levantaba cada día a las cinco de la mañana, para hacer desayuno para todos, mientras ellas dormían hasta las seis y media, el colegio quedaba a una cuadra de la casa, solo cuando mi tío estaba en casa descansaba un poco. Soñaba con llegar a los 18 años, el chico que siempre rondaba la escuela, se llamaba Ritchie.
Derek la escuchaba con atención y la animaba a seguir.
— Ese muchacho obviamente trabaja para ese tipo.
— Si, un redomado mentiroso era lo que era, lo cierto es que cuando ese supuesto señor me vió, me rodeó con uno de sus brazos y me preguntó: “¿Has tenido un novio antes?” Como tonta le respondí que jamás había tenido uno. El hombre me respondió: “Mejor, así nadie viene a molestar, voy a enseñarte tu oficina, me dijo con ironía”, pero yo idiota, no lo capté.
— Porque no tenías idea del trabajo que te ofrecían.
— No, porque si no hubiera salido corriendo de allí, luego me preguntó por mi familia y yo le respondí que me había escapado de casa y no quería que ellos se enteraran de mi paradero, entonces me dijo, “Te aseguro que nadie sabrá jamás que estás en ésta oficina”. No se de donde aparecieron dos hombres y el hombre ese dijo: “Lleva a ésta chica a que la preparen ésta noche habrá una fiesta en su honor ”
— ¡Ay Megan, que difícil debió ser para ti aquello!
— Difícil es una palabra tierna, lo cierto es que me llevaron a una habitación y yo les dije: “Ésto no parece una oficina y ellos rieron y respondieron: “ Y tú, no pareces una secretaria” llamaron a una mujer y dijeron: “Ema, acá tenemos carne fresca para el jefe, ve a prepararla para ésta noche”; la mujer me empezó a maquillar y colocar una vestido tan diminuto que pensé que no entraría en él, le dije que porque me vestía de esa manera, me parecía vulgar para una secretaria.
Ella rió de buena gana y dijo: “No cariño, ésta ropa es de prostituta, tú ésta noche perderás tu virginidad con el jefe.
— ¡Que terrible Megan, que hayas vivido tu primera experiencia de una manera tan atroz!
— ¡Fue lo peor que he vivido en mi vida!— dijo— le grité a aquella mujer: “¡Eso no es cierto! Más ella me tomó por un brazo fuertemente y me dijo: “Si es cierto cariño, tu serás por un tiempo la puta personal del jefe. Grité, lloré, pero nada de eso sirvió para aliviar mi miedo, aquel mal nacido me había llevado a un burdel. Caí allí por estúpida, era virgen y ese hombre se acostaría conmigo para iniciarme, allí empezó mi horrible pesadilla.
Él la abrazó fuertemente, ella temblaba como una hoja al recordar aquel episodio.
— ¡Esa noche, iba a ser la mujer de un viejo asqueroso que no tuvo compasión de mí, perdí mis ilusiones en ese lugar, fue la peor noche de mi vida, no hubo una caricia tierna, ni besos llenos de magia, fue tan doloroso todo, lo peor era que cada noche iba por mi y era el mismo trato, sentía tanto asco!
— Pero todo eso terminó Megan, ahora estás fuera de allí y jamás volverás a ese sitio.
— ¿Sabes? Creo que estás equivocado, pienso que quizás nunca debí salir de allí, ya mi vida quedó arruinada desde esa noche, quedaba tirada en una cama como una muñeca rota, a nadie le importaba si sufría. No tengo futuro fuera de ese lugar, no le importó a nadie, mis sueños se esfumaron hace cinco años, me siento tan vacía, por eso lloraba ésta tarde.
— Quiero que dejes de decir esas cosas, tu eres una mujer valiosa a pesar de esa terrible circunstancia de tu vida, puedes cambiar tu destino, volver a soñar, tener ilusiones, eres joven aún.
Ella con el rostro bañado por las lágrimas le preguntó:
—¿Quién va a querer formar una familia con una mujer como yo? ¿Te casarías conmigo Derek, aún sabiendo que fui una prostituta?