**THAYER** Me aclaré la garganta, forzando un tono de cliente potencial—. Hola, estoy buscando un retiro. Algo… muy lejos de la ciudad. Necesito un escape. Y necesito que sea discreto. (Su voz, tan familiar y desconocida a la vez)— La discreción es nuestra especialidad, señor… ¿Puedo saber su nombre? (Dudé, y luego me decidí por un alias antiguo de mi madre para oír reacción). —Me llamo… Sam. Y necesito salir de aquí. Ahora. Hubo un silencio del otro lado de la línea. Un silencio que no fue de confusión, sino de reconocimiento. (Su voz se tornó extrañamente tensa, como si una vieja herida se hubiera abierto) —. Lo espero. La trampa estaba tendida. Y mi madre ya había caído en ella. La verdad estaba a punto de desatarse. El avión aterrizó con un golpe seco. No dormí en todo el vuelo.

