**SERAPHINA** Sterling me tomó de nuevo del brazo, esta vez con una firmeza que no aceptaba resistencia. Me arrastró hacia la puerta principal. —Vámonos. Ahora. —dijo Sterling. Lancé una última mirada de agonía a Thayer, quien estaba inmovilizado por el shock en la base de la escalera—. Lo siento, Thayer. Es mejor que me vaya. Y sin más palabras, Sterling abrió la puerta y me sacó de la mansión. Me empujó suavemente hacia un vehículo que ya esperaba con el motor encendido. Mientras me subía, la última imagen que tuve fue la de Thayer, solo, en la inmensidad de la mansión, con la cabeza baja, la figura de su padre desapareciendo junto a mí. El motor del coche rugía suavemente mientras nos alejábamos de la mansión. Yo estaba rígida, incapaz de mirar hacia atrás, mi mente repitiendo el r

