LLENANDOLA DE LUJOS

1157 Words

**STERLING** Volví a la oficina como quien reconquista un reino que nunca dejó de pertenecerle. Las luces del salón de exposición no me cegaban —me coronaban. Cada reflejo en esos cristales pulidos devolvía la imagen de un hombre que había construido un imperio a punta de instinto y ambición. La moda que yo creé no me exigía perfección: yo era la perfección que ella necesitaba para existir. Las reuniones se sucedían, sí, pero no como pasarelas sin alma. Eran arenales donde mi palabra era ley, donde cada decisión mía redefinía tendencias y quebraba voluntades más débiles. Mi equipo me saludaba con ese entusiasmo nervioso de quien sabe que trabaja para alguien que no acepta mediocridad. Y aunque asentía, aunque firmaba, aunque dirigía, una parte de mí seguía anclada en ese momento preciso:

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD