**SERAPHINA**
Me fui sin mirar atrás. Y al cerrar la puerta de la terraza detrás de mí, supe que ese era el primer adiós definitivo. El adiós a mi vida con Thayer. Y aunque faltaban tres días para su viaje de regreso a la capital, yo ya había elegido mi destino. Ahora, solo faltaba enfrentar las consecuencias. Agradecí que Sterling nos dejara solos; necesitaba hablar con él.
Entré a la recámara con el corazón apretado. No era tristeza lo que sentía, sino una lucidez punzante. La certeza de que había roto algo irreparable, pero que seguir allí sería la verdadera destrucción. La habitación estaba en silencio, la luz del atardecer tiñendo de oro las cortinas, y parecía saber que era hora de partir.
Empecé a recoger mis cosas sin prisa, doblando la ropa con una meticulosidad casi ceremon
