**SERAPHINA**
Sterling asintió lentamente. Se tomó su tiempo, sin embargo, para abrir el neceser, sacar realmente el frasco de pastillas y tomar una con el agua del lavabo. El detalle perfecto para completar la mentira. Luego se acercó a mí, y por un momento pensé que iba a besarme de nuevo, que iba a empeorar todo esto todavía más.
Pero no lo hizo. Solo puso su mano en mi mejilla, un gesto sorprendentemente tierno dadas las circunstancias.
—Espera cinco minutos después de que yo salga —murmuró, su voz tan baja que tuve que leer sus labios tanto como escuchar—. Luego baja por la escalera del fondo, la de la cocina. Di que estuviste en el jardín trasero, mirando los limoneros. Que perdiste la noción del tiempo.
Asentí, incapaz de hablar, incapaz de hacer otra cosa que no fuera absorber
