Capítulo 2. Caroline

1991 Words
Los meses pasaron, y mi madre llevó hasta el límite su cuerpo, tuvo tiempo de aclarar todo, aunque no sé pudo recuperar el tiempo. Efectivamente el Sr. Brown es mi padre, debido a las diferencias de clases, su familia alejó a mi madre, con engaños, a los dos los llevaron a tomar decisiones que pudieron hacerse daño mutuamente, sí, en efecto mi madre me alejó de él, pero porque le dijeron que mi padre se había casado y que no era posible que él la pudiera amar, y que seguramente el bebé que esperaba no era de él. Y a mi padre le fue dicho que le habían ofrecido dinero para alejarla de él y que gustosamente había aceptado, y que además había vendido a su hija a una familia que no podía concebir, pero que no supieron a quién, por años intentó buscarme, pero nunca pudo ya que mi madre se cambió de apellido, cuando la encontró, bueno pasó lo que pasó. Por lo que los dos escucharon la verdad, pero ninguno tenía tiempo, él iría a la cárcel, por unos meses y ella esos meses la pasó sobreviviendo y pasando el tiempo conmigo.  Tiempo después mi padre me reconoció y ahora soy Caroline Brown, pero no ha sido fácil comenzar de cero esa relación. Con Andrew, por el contrario, resulta que después de ese día, nos mantuvimos muy cerca, e iniciamos una relación, la formalizamos y estamos por casarnos, ha sido algo rápido, pero como dije antes, es el premio gordo de la lotería. Nuestro amor ha crecido tanto que es como si nos hubiéramos conocido a través del tiempo, compaginamos de tal manera que adivino su pensar o tomamos las mismas decisiones sin consultarnos. La boda es muy sencilla, sólo familiares y cercanos en el jardín de nuestra casa, mi vestido es liso, largo, discreto, línea a con un ensamble que hace de cola, y no llevo velo. Cuando llego al altar, nos observamos, siempre pensé que en ésta situación tendría nervios, pero no es así, estoy demasiada calmada, no puedo negar que sus besos me encienden y que nos hemos estado guardando para la noche de bodas, lo más atrevido ha sido sentarme a horcajadas sobre él, y rozar nuestros sexos, al punto de sentirlo y yo de humedecer, pero he detenido mis impulsos y él también, lo sé. No somos conservadores, pero tampoco se han presentado muchas ocasiones, a veces hemos dormido juntos, pero ha sido por el cansancio y nos quedamos perdidos en los brazos de Morfeo viendo la televisión o escuchando música, jazz nos gusta mucho mientras bebemos una copa de vino o un trago de licor. Dicen que siempre tienes una oportunidad de mil de encontrar a tu pareja destinada y que cuando lo haces las almas se conectan más allá del plano terrenal y traspasa los límites del tiempo y el espacio, bueno me gustaría creerlo, por lo pronto tenemos todo el tiempo del mundo.  En fin, aquí estoy, frente al altar jurando nuestro amor al aire, ante todos y al infinito. -Yo Andrew Collins prometo amarte, respetarte, cuidarte todos los días de mi vida y si por alguna razón te alejaras de mí, te seguiría a donde vayas, te encontraría, así tenga que traspasar épocas o atravesar dimensiones o cambiar de mundos, pero siempre estaré para ti.[D1]  Coloca el anillo en mi dedo y me deja con la boca abierta.  -Yo Caroline Brown voy a amarte, respetarte, cuidarte todos los días de mi vida, así te encuentres lejos de mí, siempre te esperaré hasta que me encuentres[D2] . Y le coloco el anillo en su dedo sellando nuestra unión.  La celebración termina, y llegamos a nuestra habitación, compramos una casa entre los dos y planeamos poner un pequeño consultorio para el servicio de la comunidad y ayudar en nuestro tiempo libre y ya más adelante un consultorio particular y cobrar cuotas. Se me queda viendo, tratando de desnudarme con su mirada, su respiración se vuelve agitada mientras se acerca a mí y va quitando sus ropas, yo comienzo también a querer desvestirme y me detiene.    -Ese es mi trabajo bella dama- y se acerca a quitarme el vestido, descubriendo la ropa interior de encaje y satín blanco, se relame los labios y besa mi cuello, me trata como si fuera de porcelana y mi clítoris comienza a punzar, cruzo mis piernas para aminorar la sensación. Disfruto la sensación que provoca mi ahora esposo en mi cuerpo, nunca he sido de poseer y tener dueño, pero esta situación está muy lejos de mis principios y lo estoy permitiendo, dejo que me tome, me bese, me mueva a su antojo, porque me está dando placer, está recorriendo mi cuerpo con sus manos y boca, lugares que ni yo he tocado, y provoca toques eléctricos que me hacen sentir una necesidad en mi intimidad, es como un vacío que busca ser saciado. Estoy tan ensimismada en lo que siento que ni siquiera lo he tocado, mis manos solo se aferran a las sábanas y mis piernas se mueven al ritmo que él propone, mi espalda se arquea sobre la cama y siento la necesidad de gritar, pero me reprimo y solo gimo. -No te contengas princesa, sé libre, pídeme lo que quieras, soy tuyo, y voy a adorar este cuerpo tuyo con el mío- dice esto entre mis piernas y comienza a meter su lengua entre mis pliegues y no puedo ocultar más mi necesidad y doy un grito de placer- Andrew, por favor, no puedo más- él sigue, no se detiene, hasta que encuentra mi clítoris y ejerce presión y succión y vuelvo a gritar- ¡Ahg¡, sii, ahí, así, más- balbuceo mientras me retuerzo y logro alcanzar mi primer orgasmo con la boca de mi marido, que después de mi grito de explosión, y los espasmos de mi vientre y la contracción de mis músculos, suelto mi cuerpo, y él se posiciona arriba mío y aún con la sensación del orgasmo- Mírame, y si sientes molestia o quieres que me detenga házmelo saber- no entendía a qué se refería, yo aún estaba aturdida y tratando de recuperar el aliento, cuando siento que entra en mí, una pequeña punzada, pero que con la humedad y el orgasmo se ocultan, y esa sensación de vació y ansiedad se siente diferente cuando él comienza a moverse, sus embestidas son suaves, despacio, me besa los pechos y me encanta, mi cuerpo se recompone inmediatamente e instintivamente comienzo a encontrar sus embestidas con mis caderas- Andrew, te amo, no te detengas- y levanto mis piernas y abrazo su cintura con ellas y siento como entra más profundo y sus movimientos hacen que yo también me mueva con él, mis senos brincan al recibir sus embestidas que son más fuertes y rápidas, hasta que otra vez llego al orgasmo, pero él lo hace junto conmigo, sintiendo su semen tibio dentro de mí y un gemido suyo en mi oído.   -Creo que nunca me cansaré de esto- dice él y cae a un costado mío con una sonrisa de par en par, y sigue acariciándome.  [D1]Importante, se repite en todos las vidas de Andrew  [D2]Importante, lo repite en todas sus vidasmuchas ocasiones, a veces hemos dormido juntos, pero ha sido por el cansancio y nos quedamos perdidos en los brazos de Morfeo viendo la televisión o escuchando música, jazz nos gusta mucho mientras bebemos una copa de vino o un trago de licor. Dicen que siempre tienes una oportunidad de mil de encontrar a tu pareja destinada y que cuando lo haces las almas se conectan más allá del plano terrenal y traspasa los límites del tiempo y el espacio, bueno me gustaría creerlo, por lo pronto tenemos todo el tiempo del mundo.  En fin, aquí estoy, frente al altar jurando nuestro amor al aire, ante todos y al infinito. -Yo Andrew Collins prometo amarte, respetarte, cuidarte todos los días de mi vida y si por alguna razón te alejaras de mí, te seguiría a donde vayas, te encontraría, así tenga que traspasar épocas o atravesar dimensiones o cambiar de mundos, pero siempre estaré para ti. Coloca el anillo en mi dedo y me deja con la boca abierta.  -Yo Caroline Brown voy a amarte, respetarte, cuidarte todos los días de mi vida, así te encuentres lejos de mí, siempre te esperaré hasta que me encuentres. Y le coloco el anillo en su dedo sellando nuestra unión.  La celebración termina, y llegamos a nuestra habitación, compramos una casa entre los dos y planeamos poner un pequeño consultorio para el servicio de la comunidad y ayudar en nuestro tiempo libre y ya más adelante un consultorio particular y cobrar cuotas. Se me queda viendo, tratando de desnudarme con su mirada, su respiración se vuelve agitada mientras se acerca a mí y va quitando sus ropas, yo comienzo también a querer desvestirme y me detiene.    -Ese es mi trabajo bella dama- y se acerca a quitarme el vestido, descubriendo la ropa interior de encaje y satín blanco, se relame los labios y besa mi cuello, me trata como si fuera de porcelana y mi clítoris comienza a punzar, cruzo mis piernas para aminorar la sensación. Disfruto la sensación que provoca mi ahora esposo en mi cuerpo, nunca he sido de poseer y tener dueño, pero esta situación está muy lejos de mis principios y lo estoy permitiendo, dejo que me tome, me bese, me mueva a su antojo, porque me está dando placer, está recorriendo mi cuerpo con sus manos y boca, lugares que ni yo he tocado, y provoca toques eléctricos que me hacen sentir una necesidad en mi intimidad, es como un vacío que busca ser saciado. Estoy tan ensimismada en lo que siento que ni siquiera lo he tocado, mis manos solo se aferran a las sábanas y mis piernas se mueven al ritmo que él propone, mi espalda se arquea sobre la cama y siento la necesidad de gritar, pero me reprimo y solo gimo. -No te contengas princesa, sé libre, pídeme lo que quieras, soy tuyo, y voy a adorar este cuerpo tuyo con el mío- dice esto entre mis piernas y comienza a meter su lengua entre mis pliegues y no puedo ocultar más mi necesidad y doy un grito de placer- Andrew, por favor, no puedo más- él sigue, no se detiene, hasta que encuentra mi clítoris y ejerce presión y succión y vuelvo a gritar- ¡Ahg¡, sii, ahí, así, más- balbuceo mientras me retuerzo y logro alcanzar mi primer orgasmo con la boca de mi marido, que después de mi grito de explosión, y los espasmos de mi vientre y la contracción de mis músculos, suelto mi cuerpo, y él se posiciona arriba mío y aún con la sensación del orgasmo- Mírame, y si sientes molestia o quieres que me detenga házmelo saber- no entendía a qué se refería yo aún estaba aturdida y tratando de recuperar el aliento cuando siento que entra en mí, una pequeña punzada, pero que con la humedad y el orgasmo se ocultan, y esa sensación de vació y ansiedad se siente diferente cuando él comienza a moverse, sus embestidas son suaves, despacio, me besa los pechos y me encanta, mi cuerpo se recompone inmediatamente e instintivamente comienzo a encontrar sus embestidas con mis caderas- Andrew, te amo, no te detengas- y levanto mis piernas y abrazo su cintura con ellas y siento como entra más profundo y sus movimientos hacen que yo también me mueva con él, mis senos brincan al recibir sus embestidas que son más fuertes y rápidas, hasta que otra vez llego al orgasmo, pero él lo hace junto conmigo, sintiendo su semen tibio dentro de mí y un gemido suyo en mi oído.   -Creo que nunca me cansaré de esto- dice él y cae a un costado mío con una sonrisa de par en par, y sigue acariciándome.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD