El Pago Para El Príncipe Demonio

Episodio 2.El Secreto de Virelia

El reino de Virelia un hermoso paraje lleno de la más alta variedad de especies de animales y plantas, su economía se encontraba centrada en la exportación de los recursos que sus tierras ofrece, destacada por sus fuertes soldados, entrenados para enfrentar cualquier tipo de condiciones, siendo así el reino mejor preparado para el combate en batalla.

A pesar de poseer todas esas facultades a su favor, no contaron con la repentina aparición del Príncipe Demonio, de quien no se supo la magnitud de su poder hasta el último año de la guerra, justo en el momento en que intervino, la legión de Virelia se redujo hasta casi desaparecer por completo, quedando desprotegidos ante Ophiria no tuvieron más remedio que declarar su rendición y negociar el tratado de paz, aceptando los términos y condiciones del enemigo, cediendo parte de su territorio y sellando el acuerdo con un matrimonio arreglado entre naciones.

Elina Faelith, uno de los más ocultos secretos de Virelia, nacida de un romance entre el Rey de Virelia, Eltharion Faelith y su amante, quien murió al momento de dar a luz, suplicando piedad y clemencia para su pequeña bebé que sería condenada al mismo destino de muerte dado su origen como la hija bastarda del Rey.

Como muestra de simpatía hacia la mujer moribunda, su padre la mantuvo viva, aunque sus condiciones no serían las más dignas para cualquier ser humano.

Oculta en el calabozo del castillo, aislada de cualquier contacto con el exterior, atendida por los sirvientes de la misma forma en que se trataban a los animales, donde el único rayo de luz que podía llegar allí pasaba por una pequeña grieta en la pared de su celda, no sabía hablar o entender las palabras siquiera, mucho menos escribir, leer o expresarse con otros seres, su cuerpo cubierto de tierra, su cabello pegado mechones unos con otros, hasta formar trozos pegajosos, sus uñas mordidas por la ansiedad que muy de vez en cuando producía el hambre por solo recibir un plato de comida al día, al no tener nada en lo que pudiera reflejarse, no tenía ni idea de cómo era su rostro, así que tampoco se reconocía a sí misma, dejada de la mano de todos, sin tener una sola persona que se compadeciera de su situación, pagando el único crimen por el cual se le mantenía allí, haber nacido.

Luego de diecisiete años de nada más que encierro, cuatro paredes y una mísera línea de Luz, Elina fue sacada de allí, al recibir los rayos solares de lleno, no pudo evitar cubrirse, además de que por haber sido criada dentro de una celda, desarrollo un miedo intenso al exterior, por lo que sacarla fue un arduo trabajo, ya que la chica oponía resistencia, tuvieron que amarrar sus pies y manos para poder controlarla, porque a pesar de ser huesos y piel, poseía mucha fuerza, luego de eso la metieron en una bañera al aire libre, donde lavaron su cuerpo las veces que fueron necesarias hasta dejar su piel limpia y reluciente dejando a la vista laceraciones y heridas provocadas por los sirvientes le servían la comida, ya que en ocasiones tendía a comportarse como un animal salvaje, rasgaba las paredes con sus uñas ensangrentadas, gritaba y halaba su cabello, incluso aruñaba su propio cuerpo, así que para detenerla la azotaban hasta que esta se desmayara del dolor.

Tales niveles de negligencia causaron un atrofio enorme en sus pies, manos, ojos, dientes (no tenía muchos debido a la falta de higiene y mal tratos, fueron partiéndose y cayendo uno a uno), su voz (utilizada solo para gritar cuando sentía algún dolor), sus órganos internos se encontraban en mal estado debido a la falta de alimentación y la poca agua que consumía, sus huesos estaban débiles y su tamaño era el de una pequeña niña de doce años por la falta de cuidados se generó un mal desarrollo en su crecimiento.

- Esta niña se encuentra en mal estado – dice el Doctor mientras la examinaba, se encontraba desnuda sobre la camilla, atada a las cuatro esquinas para evitar que saliera corriendo a esconderse en algún lugar oscuro.

- Debe dejarla como si nada le hubiera sucedido – le dice el oficial de la guardia, fiel a la corona- el Rey ha ordenado que esta chica debe presentarse ante él de forma decente, la necesitan para una tarea y no puede estar en este aspecto – le dice exigente

- Veré que puedo hacer – le dice el Doctor, toma su maleta de trabajo y saca de allí dos botellas con pociones, roja y verde - estas las conseguí en un viaje que hice a Ophiria, esta – le señala la roja – la ayudara a reponer sus huesos incluyendo sus dientes y esta otra – sanara todas sus heridas, la cuestión es que estas pociones son un tanto viejas, debido a la guerra no he podido adquirir nuevas, así que no sé qué tan efectivas lleguen a ser – le explica

- Lo que sea, haga lo que sea para que se vea mejor que esto – le dice viendo a Elina con asco.

- Bien – a fuerzas obligan a la mujer a beber las dos pociones, de pronto, esta comenzó a revolcarse en la camilla, emitiendo gritos de intenso dolor.

- ¿Qué sucede? –le dice el oficial al doctor de forma alterada

- Su estado era muy crítico, sus huesos duelen al recomponerse y también sus órganos – le explica el doctor, mientras los hombres veían como de a poco las marcas en la piel de Elina desaparecían, sus dientes se reponían creciendo y rompiendo su encía, sus uñas comenzaron a crecer y sus ojos parecían cristalinos, en lugar de la opaca sombra que se podía observar. El dolor y suplicio de la mujer continuo hasta que luego de media hora todo su cuerpo se había curado, aunque todavía se podía notar que era solo piel y huesos.

- ¿No puede hacer nada con eso? – le pregunta el oficial al medico

- No señor, como le indique, lo que le día tomar son pociones muy viejas y su nivel de efectividad no llega a cubrir ciertas deficiencias físicas, como lo es en este caso la grasa de su cuerpo y musculatura – le explica – así que para que pueda recuperarse en su totalidad, debe recibir una alimentación adecuada – le dice anotando en una libreta

- ¿Cuánto tiempo requerirá? – le pregunta molesto

- Depende de su organismo, pero con al menos dos meses podría recuperar algo – le dice terminando de anotar

- ¡Dos meses! – le dice sorprendido – a su majestad no le gustara mucho esa respuesta – dice preocupado

- No hay más remedio, aquí tiene la dieta que debe seguir para conseguirlo – le entrega el papel, luego de eso durmieron a la chica y la llevaron a arreglar, vistieron, peinaron y maquillaron para poder ser presentada ante su majestad.

El vestido con el que fue vestida, se ajustaba a su busto y cintura, evocando gracia y movimiento, resaltando su feminidad apagada para ese momento, de forma delicada y elegante. Debido a su falta de modales y comunicación, no sabían si la chica podría saltar sobre el Rey, así que tomaron previsiones llevándola atada de las manos.

- Su majestad – le dice el oficial arrodillándose ante el hombre en el trono – esta es la chica que ha solicitado – le dice sumiso.

- Desátenla – les dice a los sirvientes.

- Pero su majestad, la chica es un poco agresiva, podría atacarlo sin previo aviso – le dice asustado.

- Ella no puede estar atada, ya que a partir de este momento será quien tome el lugar como la esposa del Príncipe Demonio.