Episodio 4. Entendimiento

1431 Words
En el momento en que a Kaidan se le fue informado de la discapacidad de la princesa de Virelia, no le tomo importancia alguna, ya que todo lo referente al tema matrimonial no le era de su agrado, ¿Qué sentido tenia mostrar inconformidad ante un compromiso al que fue obligado a aceptar?, así que allí estaba parado frente al altar viendo como la mujer caminaba hacia él con poca feminidad y elegancia al hacerlo, ¿Seguros que esa chica era una princesa?, su caminar era torpe y se podía notar la poca practica que poseía con las zapatillas de tacón. Ya había tenido la oportunidad de conocer en una ocasión antes de la guerra a la princesa mayor, Elara y su compostura, finura y protocolo eran los correctos dado su estatus, pero la representación de “princesa” que ahora estaba frente a él parecía mas una simple campesina a la cual le dieron no más que unas pocas lecciones de etiqueta. Aunque debía admitir que su belleza era innegable, sus rasgos delicados y su rubio cabello que palidecía aún más el tono de su piel, su complexión era pequeña y su tono muscular no era el más saludable que hubiera visto. Después de la ceremonia de matrimonio, venia el baile de apertura para conmemorar la unión, en el cual la mujer no parecía saber un solo de los pasos, provocando habladurías y risas entre los presentes, algo que hizo pensar a Kaidan que, la mujer no solo tiene un problema de vocalización, sino también dos pies izquierdos o alguna falta de aprendizaje, lo peor era que no solo ella estaba haciendo el ridículo era que, además lo arrastraba a él en ese acto de vergüenza. Pasaron ese momento bochornoso y todo pareció fluir de forma normal, como era la tradición los recién casados debían quedarse la primera hora de la celebración y luego retirarse a sus aposentos matrimoniales, durante ese tiempo Kaidan visualizo a su esposa la cual parecía desinteresada en todo, inexpresiva, sin mostrar gesto alguno de aprobación o desaprobación, aunque él tampoco estaba muy abierto a conocer acerca de los gustos de la mujer, después de todo ambos se encontraban allí por obligación. Llegado el momento de retirarse Kaidan le coloco el brazo a la princesa para escoltarla, pero esa no parecía entender el gesto, ya que solo se limitó a mirarlo, el hombre respiro profundo, tomo la mano de la mujer quien la rechazo en primera instancia, pero después dejo que la tocara y la coloco en su brazo, comenzó a caminar despidiéndose de todos quienes habían hecho un camino dándoles paso para que se retiraran a sus aposentos, guiada por el hombre Elina camino sintiéndose aturdida por toda la algarabía a la que no se encontraba adaptada, era difícil para ella el haber pasado de, no ver o tener contacto con otras personas a, tener que escuchar tantas voces, ruidos, risas y miles de objetos y cosas que no conocía. En los aposentos matrimonial todo estaba listo para la pareja, decorado con cortinas de tul en colores claros, Kaidan condujo a Elina hacia la habitación y la mujer lo siguió de forma tranquila, luego se quedó parada de forma inmóvil en el centro del lugar. - ¿Te sientes nerviosa? – le pregunta Kaidan al verla observando todo el lugar – sé que tienes un problema de vocalización, pero puedes responderme al menos de forma sencilla – le dice tratando de dialogar con Elina, pero no recibía respuesta alguna, la mujer simplemente parecía no entender lo que él le decía – no pareces estar muy de acuerdo con este matrimonio y yo tampoco lo estoy, pero ya que fuimos obligados y nos encontramos en esta encrucijada, creo que lo mejor es hacer lo que se nos dictamina como matrimonio – le dice, la mujer seguía inexpresiva - ¿puedes por favor responderme?, de lo contrario siento que te estaré obligando a compartir el lecho conmigo y no quiero eso – le dice preocupado de que todo el tiempo fuera de tal forma - ¿entiendes que esto es algo que debemos hacer verdad? – como con todas sus preguntas no recibió más que una mirada de ingenuidad – Dioses, ¿Qué puedo hacer para entenderte? – en situaciones como esta Kaidan prefería el campo de batalla mil veces. Incluso sabiendo lo que debía hacer, Kaidan sentía que no podía abalanzarse sobre una mujer que parecía no entender ninguna de sus palabras o bien no le apetecía responder, sea cual fuera la situación, estaba alterándose por tener que enfrentarse a esa problemática, camino hacia la cama y se sentó, clavando su cabeza entre sus manos, pensando de qué forma podría hacerla entender. De pronto sintió que la mujer se sentaba a su lado y este voltea a mirarla. - Seguirás sin comunicarte conmigo, ¿no es así? – le dice viéndola simplemente allí sentada a su lado, como si no tuviera voluntad alguna - ¿Qué tontería? – suspira – simplemente cumpliremos con nuestro deber y ya está – dice acercándose a la mujer, quien no parecía estar nerviosa ante su acercamiento – prometo que seré lo más gentil posible – le dice en voz baja, aunque sabía que esta quizás no entendiera lo que le dijo, luego acaricia su mejilla y a la mujer pareció gustarle, un gesto que basto para que este se acercara a sus labios y la besara, esta recibió el toque de sus labios de forma torpe, aunque dada su respiración que comenzaba a agitarse parecía agradarle – abre tu boca – le dice introduciendo su dedo para abrirla, ya que ella no captaba – así de esta forma – le dice y luego vuelve a apoderarse de los labios de la mujer quien emitió un pequeño gemido. Elina sentía su cuerpo extraño, sensaciones que nunca había sentido comenzado a brotar, un hormigueo en sus labios unidos a los del hombre, no sabía que el contacto con los labios de otra persona pudiera sentirse de tal manera, espasmos que la recorrían de los pies a la cabeza, mientras sentía la respiración y el aroma del hombre sobre ella, mientras este pasaba sus manos por todas partes, luego comenzó a sentir que su vestido apretaba menos, hasta que el hombre termino por despojarla de él, dejándola en total desnudes, no sentía vergüenza al encontrarse en ese estado, ya que mayormente de esa forma la mantenían, pero en ese momento parecía ser diferente ante la vista de Kaidan, sentido como sus mejillas ardían y su reparación se agitaba, seguida de los fuertes latidos de su corazón, sin entender que era lo que estaba sucediendo simplemente se dejó llevar por las sensaciones. - Ven acuéstate – le dice Kaidan de forma gentil, mientras la guía acostándola sobre la cama, luego sin influir todo su peso se coloca sobre ella – tranquila, no te hare daño alguno – le dice al verla como un pobre e indefenso conejo atrapado por el cazador – aunque no prometo que no dolerá – le dice colocándose entre sus piernas, mientras Elina suelta un espasmo al sentir la dureza de la hombría de Kaidan rosando su entre pierna – respira profundo – le dice, luego el comienza a respirar profundo para que la mujer lo imitara – Eso es –le dice sonriendo al notar que Elina respiraba como él le decía – lo hare despacio, aférrate a mi espalda, si cuando te duela – coloco las manos de la mujer rodeando su cuello y esta se aferró a él, Elina respiro profundo cuando de pronto sintió una presión abajo, seguida de un gemido de dolor – tranquila, solo sigue respirando, pronto pasara y solo se sentirá bien – le dice susurrando en su oído, proporcionándole algo de calma a la mente confundida de Elina, quien a pesar del dolor, su cuerpo parecía no querer que el hombre se detuviera, la besa mientras introduce cada vez más en sus adentros hasta sentirlo todo, tocando puntos que cosquilleaban en sus entrañas – ¿Estas bien? – le dice viéndola a los ojos, preocupado de no haberla lastimado – le siento, prometo que solo esta vez se sentirá así – le dice limpiando las lágrimas en los ojos de Elina, espero un momento hasta que se acoplara a él. Luego comenzó a moverse, estaba caliente y apretado, temblando bajo su cuerpo, aferrada a el como si temiese caerse, con cada embestida era difícil no temer a que pudiera romperse si no la trataba con sumo cuidado debido a su resaltante fragilidad.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD