Capítulo 3 Pañuelo

836 Words
Estaba demasiado apenada por lo que estaba haciendo, ha de pensar que soy una tonta, me disculpé con él y fui directamente a los servicios. Traté de arreglarme un poco. Mi aspecto es deplorable ¿Cómo es posible que no ha salido corriendo? No tiene ninguna obligación de estar aquí acompañándome. Aún traigo su pañuelo y lo miro a detalle, tiene las iniciales A. Y. debe ser por su nombre, es un detalle hermoso, pero lo acabo de arruinar. Tendré que mandarlo a la tintorería a que lo arreglen. Sigue en el mismo sitio, ya han limpiado mi desastre. Nota mi presencia y me sonríe - He mandado a traer comida de verdad – me da una bolsa - Es demasiado - Por favor, acepta la comida – tomo la bolsa y de nuevo agradezco - ¿señor? – interrumpe el grandulón - Dime Mohamed - Su vuelo sale en tres horas – le informan - Gracias Mohamed, espérame aquí Jazmín. Se aleja con el grandulón. Me dejo caer en la silla, mi tripa comienza a chillar, así que abro la bolsa, huele divinamente bien, me apresuro a sacar la comida. No sabía que tenía demasiada hambre, esto está demasiado bueno - Veo que te ha gustado – casi me atraganto – tranquila Me da pequeños golpecitos en la espalda, le digo que ya estoy bien - Esto es muy bueno, en verdad muchísimas gracias por lo que hiciste, eres como un ángel - Nadie me había llamado así – tomó mi mano y la besó – ha sido un placer, pero ahora debo irme - ¡qué tengas un buen viaje! Lo que podía hacer con él era acompañarlo, por instinto lo abracé muy fuerte, él se sorprendió bastante al igual que todos los hombres que lo esperaban. Son demasiado raros, en fin. Vi que se alejaba así que regresé a la sala donde estaban todas mis cosas. No había pasado ni 10 minutos cuando una enfermera fue a buscarme para informarme que mi amiga sería llevada a una habitación, así que la acompañé. Al entrar casi me caigo de nalgas, es demasiado grande. - Debe de haber un error – le digo a la enfermera - No hay ningún error, su esposo cubrió todos los gastos - ¿esposo? – me reí nerviosa - El señor Yilmaz nos dio órdenes de que usted y su amiga estuvieran cómodas. Además, dejó esto para usted – me tendió un sobre - Gracias Jazmín Acepta esto como un regalo divino, si seré tu ángel quiero que no sufras más Amir Me había dejado una tarjeta bancaria, obviamente no la aceptaré. Metí el sobre en mi bolso y miré su pañuelo. Desearía verlo una vez más. Pero en qué demonios estoy pensando, es tan absurdo. Mientras esperaba, busqué una canción que en estos momentos me describe perfectamente Angels de Michele Morrone. Me adentré demasiado en mis pensamientos, que había olvidado por completo en llamarle a Carmelita e informarle la situación con Isa. La situación con Isa había mejorado un poco, pero aun así seguía en lista de espera para el trasplante. Carmelita nos ayudaba bastante con cuidar a los niños. Había encontrado dos trabajos, la paga era buena. Al menos podía seguir pagando las facturas y los medicamentos de Isa - Perdón por ser una carga para ti Jaz - Llegará mi momento en que tú me mantengas – la hice reír – me voy Hace un mes desde que me salvó Amir. Al recordarlo siento que lo extraño, de verdad soy muy patética ¿Cómo puedo extrañar a alguien que solamente me ayudo? Bueno él pagó las facturas del hospital Estoy en el periodo de prueba en un restaurante, hasta el momento he mantenido contento al Chef, debo continuar con el mismo ritmo - ¡vamos chicos, hoy tenemos casa llena! - ¡oído chef! – decimos al mismo tiempo Me concentro demasiado en los postres, hoy no cometeré ningún error - ¿Cómo vamos con el mousse Jaz? - ¡ya está listo Chef! – se acerca para admirar mi trabajo - Esto está perfecto – me da una palmada en la espalda He preparado más de lo que me solicitan, así que puedo irme en paz al siguiente turno. En el camino voy comiendo y enlistándome para entrar a la pastelería La Chef Paty es reconocida por sus grandes obras en pasteles, se trabaja con chocolate moldeable. Incluso se dice que ella se encarga personalmente de los postres de la realeza. Así que es una oportunidad muy buena para mí. Estamos trabajando en un gran pastel para la gran celebridad Nicole Harrison. Por lo que sé estará unos días por su gran tour. Deseaba tanto poder ir a un concierto de ella, pero con estos horarios que tengo, me es imposible, es un milagro que tenga unas horas para dormir. - Jaz, tienes una llamada – me avisa Karen - Gracias Mi sonrisa de pronto se borró, me dejé caer y comencé a llorar.
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