Fuego

1349 Words
Me arrima contra la barra, y sus manos me toman de la cintura apretándome contra él. Su beso me toma con la guardia baja, pero no opongo resistencia. Su boca se entreabre, moviendo sus labios con desesperación sobre los míos. Apoyo mis manos en su torso. En mi cabeza, me repito que estamos en un bar, y que en cualquier momento puede llegar alguien. Pero sus manos comienzan a colarse por debajo de mi camiseta, y siento como aquella parte cuerda de mí se va haciendo más pequeña. Su boca deja la mía y comienza a bajar por mi cuello. Echo la cabeza hacia atrás, sintiendo como la electricidad recorre mi cuerpo, deseando más. Sube hasta mi oreja y da un suave mordisco al lóbulo de esta, haciéndome soltar un gemido ahogado. De pronto, Tom se aleja, me suelta y da un paso hacia atrás. Me quedo estática, mirándolo. Me da una sonrisa ladeada y se cruza de brazos. -Vamos, nos están esperando-dice, y da media vuelta para comenzar a caminar. Tardo unos segundos en seguirlo. Me acerco a paso rápido tras él y lo cojo del brazo, para enfrentarlo. -¿Lo has hecho apropósito?-pregunto. El me mira, haciéndose el inocente. -¿El qué?-pregunta. Me cruzo de brazos y se ríe.- Te dije que no te salvarías. Debe estar de broma. Toma mi mano y me arrastra hasta el vestíbulo para subir por el ascensor. Sé que lo ha hecho por celos, ya que no pude despegar mis ojos de Chris Evans. Bueno, si él quiere jugar, no tengo problema. Yo también puedo. Cuando llegamos a la suite, los demás (especialmente Harrison) nos molestan por haber tardado. En la habitación, busco el bikini que he traído (por indicaciones de Zendaya), mis sandalias y un pareo. Acto seguido, me encierro en el baño antes de que Tom pueda entrar. Me peino un poco, ya que mi cabello se enreda con solo mirarlo. Me coloco el bikini, es de color rojo con un lindo bordado en la parte posterior, de color blanco. Suspiro, hora de jugar. Me enrollo el pareo alrededor de mis caderas y lo amarro. Suelto la parte posterior de la parte de arriba de mi bikini, afirmo la ropa con mis manos, pegándolas a mi pecho, y salgo. Tom, ya vestido con su traje de baño color verde musgo, me observa de pies a cabeza y sonríe. No puedo evitar darle una mirada a su musculoso torso. Me sonrojo y camino con rapidez hacia mi maleta. -Necesito tu ayuda-le digo, luego de dejar la ropa en mi maleta. Le estoy dando la espalda a propósito. Carraspea un poco antes de hablar. -¿Si? Volteo la cabeza, y con una mano muevo el cabello que cubre mi espalda, sin dejar de mirarlo a los ojos. Dejo al descubierto mi espalda desnuda. Su boca se abre y parpadea varias veces. -¿Puedes abrocharme?-pregunto con voz baja. No habla, simplemente asiente y se acerca. Sus manos rozan la piel de mi espalda, haciéndome tiritar. Debo concentrarme, porque si no, terminare cayendo en la tentación. Miro al suelo, y siento como amarra las pequeñas tiritas del bikini. Cuando acaba, sus dedos rozan la piel y trazan un camino hasta mi espalda baja. Controlo mi respiración. Me volteo y procuro mirarlo a los ojos. Sus ojos miran mis pechos y luego suben a mi boca, hasta llegar a mis ojos. -Gracias-susurro. Coloco mis manos en sus hombros, me pongo un poco de puntillas y, con una lentitud desesperante, me acerco y deposito un beso en la comisura de sus labios. Me alejo, dejo mis brazos bajar, rozando con los dedos sus brazos y respiro hondo, levantando mi pecho. No emite palabra, sus ojos viajan de los míos a mi boca, y de mi boca a mis pechos. Sonrío con satisfacción, muy pocas veces en mi vida intente seducir a alguien, y la reacción de Tom es más de lo que esperaba. -¿Vamos?-pregunto. -¿A dónde?-pregunta, sin despegar su vista de mi boca. Suelto una risita, y me mira a los ojos. -A la piscina-digo. -Ah, la piscina-dice, recuperando un poco la compostura. -¿O tienes otra cosa en mente?-pregunto, acercándome un poco a él. -¿Otra cosa?-pregunta. Está completamente distraído. Coloco un mechón de mi cabello tras mi oreja. Con mis dedos, tomo el tirante del sostén, y lo recorro hasta llegar al final, donde empieza la tela a cubrir. Sus ojos prestan atención a los delicados movimientos de mis dedos. Suelto el tirante y coloco mi mano en su pecho. Debo usar todo mi autocontrol para no recorrer su musculoso torso. -Si… los demás van a la piscina-digo. Me acerco otro poco. Desvío la mirada unos segundos hacia la puerta, y luego vuelvo a mirarlo a los ojos.- Pero nosotros no tenemos por qué. Lo escucho tragar saliva fuertemente. Se inclina, sus ojos están fijos en mi boca. Muerdo mi labio con delicadeza, a propósito. Sus manos suben a mi cintura. Contrólate me digo a mi misma. Me coloco de puntillas, sus labios rozan los míos. Cierra los ojos, y cuando se inclina para besarme, lo empujó hacia atrás y me acerco a la puerta. Tom queda completamente descolocado, apoyo mi espalda en la puerta y sonrío con malicia. Su expresión cambia cuando entiende que esto ha sido por lo del bar. -Tú…-comienza a decir. -Si juegas con fuego, te quemas-le digo, y me encojo de hombros. Sonríe y sacude la cabeza. -Vale, has ganado-sentencia. -Quiero mi premio-digo. Frunce el ceño y mira sin entender. -¿Qué premio?-pregunta. Mis dedos colocan el pestillo del picaporte. Corro hacia él, y salto a sus brazos. Mis piernas se enrollan en sus caderas, mientras que las suyas me agarran con firmeza de los muslos. Apoyo mis brazos en sus hombros y no tardo en encontrar su boca. Se entreabre desesperada ante mi beso. No planeaba hacer esto, pero el deseo puede más en mí. Tom da unos pasos hacia atrás y se sienta. Su boca deja la mía y comienza a besar mi cuello. Abro los ojos, estamos en la cama. Agacho mi cabeza. Vuelvo a besarlo. Rozo con la lengua su labio inferior, haciéndolo gemir, y aprieta sus manos en mis muslos. Lo beso con locura. Nuestras lenguas luchan, nuestros labios se mueven a un ritmo vertiginoso. Succiona mi labio inferior, haciéndome soltar un jadeo. Sus manos suben por mis piernas y mi espalda hasta llegar a las amarras que el mismo ha hecho en mi bikini, y comienza a desabrocharlos. Me alejo un poco, y él se detiene. Me mira atento. -Tus hermanos-susurro, con la voz entrecortada. -Nuestra habitación está lejos de las demás-responde con una sonrisa. Su boca vuelve a la mía. Sus dedos agiles consiguen desabrochar mi bikini. Me lo quita y lo lanza hacia cualquier lado de la habitación. Sus manos toman mis pechos y gimo en su boca. Sus pulgares acarician mis pechos, trazando círculos en ellos, mientras me besa para acallar mis gemidos. Muevo mis caderas contra él, y esta vez es el quien ahoga sus gemidos en mi boca. Lo quiero, lo necesito. Ahora. Me aparto un poco, sin dejar de besarlo, para desanudar su traje de baño. Tom deja mis labios, me voltea con delicadeza, para dejarme sobre la cama. Se saca su traje de baño, y sus manos recorren mis muslos hasta llegar a mis caderas, y sacar la parte inferior de mi bikini. Se acerca a la mesita de noche y saca un preservativo. Cuando se lo coloca, se posiciona sobre mí y, de una estocada, entra en mí. me tapo la boca para que no nos escuchen. Su cabeza se hunde en mi cuello y comienza a besarme, mientras se mueve sobre mí, haciéndome estallar en placer. Mi teléfono suena. Nos detenemos y miramos hacia la mesita de noche sobre la que está. -Debe ser Zendaya-susurro. Lo miro. Su frente está algo sudorosa, y nuestras respiraciones agitadas. -Sera mejor que nos apresuremos-replica, dándome una sonrisa coqueta. Levanto la cabeza para besarlo, y el vuelve a embestir contra mí. Acelera el ritmo, nuestros besos ahogan nuestros gemidos. Llego a la cima segundos antes que él. Se acuesta a mi lado, mientras recuperamos el aliento. Me volteo para mirarlo y me inclino sobre él, para darle un corto beso. -El mejor premio-susurro contra sus labios, y él se ríe. -Espero que haya más.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD