Breathe

998 Words
Tom Jamás en mi vida el tiempo había pasado tan lento. Era como si, en un plan malévolo, el universo hacia que los segundos pasaran cada vez más lentos, haciendo que la ansiedad me carcomiera por dentro. No podía creer cuando, al chequear mi reloj, tan solo había pasado una hora desde que se la habían llevado a cirugía. De acuerdo a Lucia, la cirugía tomaba al menos un par de horas. Las sanguijuelas de los paparazis intentaron entrar, porque por supuesto, al no importarme que el mundo me reconociera, la historia se esparció con rapidez. Aun no sabían porque me encontraba allí, y podía imaginarme la cantidad de rumores que inventarían. Para mi suerte, la clínica los echo antes de que pudieran acercarse a mí. La gente a mi alrededor nos miraba, pero no se acercaban, ya sea porque en mi rostro se reflejaba la angustia que sentía en el momento, o porque eran lo suficientemente comprensivos para entender que si estaba allí no era por diversión. No podía dejar de imaginar lo terrible que era la situación para los padres de ella, especialmente para su madre, que había tenido que soportar esto con su esposo y ahora con su hija. -¿No deberían haber venido a darnos noticias?-pregunta Martin. Lucia niega con la cabeza. -Has visto demasiado Greys Anatomy. Si no vienen es porque están trabajando, y lo ideal es no molestarlos. Podría intentar que llamaran al quirófano para que nos dieran noticias, pero realmente deberíamos dejarlos trabajar en paz-le responde Lucia. Aprecio que hablen en inglés para que los logre entender. Intento pensar en cualquier otra cosa, intento pensar que en julio comenzaran las grabaciones para la segunda película de Spiderman, pero al recordar que algunas grabaciones son en Londres, enseguida pienso en ella y lo fantástico que será tenerla cerca. Corrección: sería fantástico, porque no sé si con todo esto logre viajar, aún no sabemos si sobrevivirá siquiera. Lo que más me carcome es no saber ni entender nada. Lucia se ve preocupada pero calmada, y es porque ella entiende mejor que nosotros lo que está pasándole a _______. Podría intentar buscar en internet, pero creo que no sería una buena idea. Recuerdo cuando busque en google acerca de su enfermedad, y la palabra “muerte” y “letal” aparecían cada cinco segundos. Mi teléfono vibra, y veo que Harrison me está llamando. Me levanto y me disculpo para alejarme y contestar. -Hazz-digo, cuando respondo. -Hola Tom, ¿Cómo va todo?-pregunta. Se escucha somnoliento, y es que con el cambio de horas, allá es de madrugada, mientras que acá son recién las diez de la noche. -Aún no hay noticias-digo, y suspiro. -¿Cómo estás? -Mal-respondo, sin siquiera intentar fingir algo de ánimo.- Hazz… que pasa si… que pasa si la pierdo, no creo que pueda superarlo. -Tom, no puedes pensar así, tienes que mantenerte positivo, piensa en todo los planes que tienen. La vida puede ser una real mierda, pero nunca para tanto-dice. -Es difícil hacerlo si estoy atrapado en un hospital, donde las caras largas abundan-replico. -Ya lo sé, pero debes hacerlo. Además, he estado leyendo, y no es un procedimiento difícil-dice Harrison. -¿Realmente crees que todo va a salir bien?-pregunto. Lo escucho suspirar. -No lo sé, pero es lo que estoy deseando-responde con honestidad. Me despido de Harrison y vuelvo junto a Martin. Me da un vaso de cartón con café, y me ofrece unas pequeñas donuts glaseadas. Las manecillas del reloj avanzan con lentitud, en una especie de tortura diabólica. Comienza a darme sueño pero no me permito siquiera cerrar los ojos. Cuando el doctor se acerca a los padres de ______ pego un salto e intento entender lo que les dice. La madre de _______ comienza a llorar y me mira. -Salió todo bien-me dice en ingles.- La han llevado a su habitación en cuidados intensivos, ahora podemos ir a verla, de a uno. Suspiro aliviado, y Martin me abraza. Lucia se acerca al doctor y comienza a hacerle preguntas, mientras caminamos por el pasillo hasta la habitación. Primero entra el padre de ______. Lo observo en la distancia colocarse una pechera, mascarilla y guantes. No logro verla desde acá, pero el nudo en mi estómago desaparece, sin poder esperar a verla. Cuando su padre vuelve, entra su madre. Está contento, pero, por lo que le entiendo, sigue inconsciente. No esperaba encontrarla sentada y hablando de la vida, después de todo, era una cirugía al corazón, pero me hubiese gustado que al menos estuviese despierta, para verla, para que supiera que estoy aquí con ella. Cuando su madre vuelve, Martin cede su puesto para dejarme pasar a mí. Trago saliva, nervioso, pero sigo a la enfermera y me coloco la pechera la mascarilla y los guantes. La sala en la que esta tiene puertas de vidrio, que permiten verla a ella y a su monitor desde la estación de enfermería que está en frente. La enfermera me deja entrar y cierra la puerta tras de mí. La observo, llena de cables saliendo de su pecho que la conectan con el monitor, el tubo aun en su boca, ayudándola a respirar, y una vía conectada a su brazo derecho. Me siento en la silla a su izquierda, y tomo su mano libre. Aun esta fría, pero menos que antes, y sus labios ya no están morados, aunque sigue pálida. La bata blanca la cubre, pero por el cuello de esta se logra ver un parche blanco en su pecho, a su costado izquierdo. Paso con cuidado mis dedos por su mejilla. No puedo contenerme más y comienzo a llorar. Acerco su mano a mi rostro, y a través de la mascarilla, deposito un beso en sus nudillos. -Vuelve conmigo-susurro. Agacho la cabeza y dejo escurrir las lágrimas. Me siento exhausto, ha sido demasiado estrés, y aun no salimos de esto, porque esta inconsciente. ¿Despertará? ¿Qué pasa si no despierta? ¿Habrá quedado en coma? Mi corazón se detiene cuando siento sus dedos apretar mi mano. Levanto la cabeza al mismo tiempo que el monitor indica que sus latidos se han acelerado. Miro su rostro, y me encuentro con sus ojos abiertos de par en par.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD