Una mañana ajetreada

1914 Words
Zendaya me ha raptado apenas terminamos de desayunar, y me ha llevado hasta su habitación, donde un grupo de personas rápidamente comienza a lavar nuestros cabellos, colocarnos mascarillas en nuestros rostros y limar las uñas de mis pies (ya que las de mis manos ya están pintadas). -¿Enserio todo esto es necesario?-mientras masajean mi cuero cabelludo. No me quejo, al contrario, creo que ha comenzado a darme sueño, pero me han puesto una mascarilla verde agua que se ha secado, y por tanto, apenas puedo abrir la boca. Además, han colocada dos rebanadas de pepino en mis ojos, y eso solo me da hambre. Alguien pone un pincel en mis labios, y deslizan algo pegajoso por estos. Excelente, hora no puedo hablar. -Si-dice Zendaya con tono adormilado. Mis pies están en un cuenco con agua tibia. Las manos que hábilmente masajean mi cabeza tocan los puntos más tensos, que ni yo sabía que existían. Bien podría dormirme y ellos no se darían cuenta. -¿De qué color es tu vestido?-pregunta una voz femenina, con un acento peculiar.- Oh, no puedes hablar. -Yo te digo, Agnes-dice Zendaya, y luego las escucho murmurar. -Un color nude bastara-me dice Agnes. Minutos después, las manos dejan de masajear mi cabeza y comienzan a lavar mi cabello, sacando los restos de la crema que me han puesto. Alguien saca con delicadeza lo que sea que me pusieron en la boca, y luego, los pepinillos. Abro los ojos. Un hombre de facciones angulosas y cabello decolorado corto me sonríe y comienza a sacarme la mascarilla de mi rostro. Con el cabello mojado, me miro en un espejo. Mi piel se ve tersa y lisa, mis labios ya no están despellejados, se ven suaves. Un pequeño punto ojo en mi frente denota la espinilla que me ha salido hace algunos días, pero con un poco de maquillaje, estoy segura de que se cubre. Me reclino en el asiento. Una chica, creo que se llama Pauline, me peina mi cabello. Mientras, Agnes junto con el chico de cabello decolorado sacan mis pies del agua y comienzan a masajearlos. Cuando terminan de pintarme las uñas, y aun tengo el cabello mojado, la puerta de la habitación se abre y entra un botones con un carrito lleno de comida. Gracias a dios, porque han pasado horas desde que desayunamos. Pauline me acerca una bandeja, que tiene una hamburguesa gigantesca con papas fritas a un costado. -No sabes cuánto necesitaba esto-le digo a Zendaya con la boca llena. Ella me mira, y me rio al ver kétchup en su nariz. -Coman con cuidado, apenas terminen se van a lavar los dientes y limpiar la cara-nos regaña Agnes, pero me guiña un ojo. -¿Estas nerviosa?-me pregunta Zendaya, sin dejar de mirar su hamburguesa. -Mucho. Es primera vez que voy a un evento con Tom como una pareja oficial-replico. -Te va a encantar el vestido-comenta. Entrecierro los ojos. -Hablando de eso… ¿tu sabias lo del anillo?-le pregunto. Zendaya se paraliza y desvía sus ojos hacia mí. Arqueo las cejas, y ella me da una sonrisa inocente. -¿Tal vez? -¿Por qué no me has dicho nada? Casi me da un infarto-le recrimino. -Hubiese arruinado la sorpresa-responde. -Como sea, ¿es que no entiendes que yo no puedo darle nada parecido a Tom? -A él eso no le importa-replica, y vuelve a dar una mascada a su hamburguesa. -Pero a mí sí. Me gustaría poder hacer algo así de lindo por el-digo con una mueca. Zendaya me da una mirada, y abre la boca para responderme, pero Agnes nos interrumpe. -Vamos, coman rápido y vayan al baño. -No tengo mi cepillo acá-le comento. -Anda a buscarlo, estas en la suite de al frente-dice Zendaya. Doy una última mascada y me levanto de mi asiento. El chico de cabello decolorado me entrega unas pantuflas/alpargatas, y atravieso en bata el corredor. Toco la puerta de la suite, y Harrison me abre. Esta cepillándose los dientes, tiene el cabello mojado y al parecer recién se ha bañado, porque también lleva una bata como la mía. -¿Je pajo?-pregunta, pero no le entiendo nada. Sacudo la cabeza y paso por su lado. -Debo cepillarme los dientes-le digo sin mirarlo. Entro a la habitación que tengo con Tom, y cierro tras de mí. Tiene un traje gris con una camisa rojo oscuro encima de la cama, pero no hay rastro de él. Entro al baño, y entonces noto el vapor que emana de la ducha. Mis ojos se quedan pegados, observando su cuerpo desnudo bajo el agua. Controla tus hormonas ______ me digo a mi misma. Doy un paso atrás y carraspeo. -Tom-digo. -¿Si? -¿Se puede?-pregunto. Él se ríe. -Como si no me hubieses visto desnudo antes-replica. Me sonrojo de inmediato, pero avanzo hasta el lavabo, procurando no mirarlo. Rebusco en mi bolso de artículos personales mi cepillo y pasta de dientes. La puerta corrediza de la ducha suena, y volteo a ver. Tom ha asomado su cabeza y me mira con una sonrisa pícara. -¿No quieres darte una ducha?-pregunta. ¿Está comenzando a hacer calor aquí o es mi idea? Sacudo la cabeza, sintiendo mis mejillas más rojas que nunca. Trago saliva y hablo. -Y-ya me he du-duchado-tartamudeo, con voz temblorosa. Tom guiña un ojo, se voltea, sin cerrar la puerta corrediza, dándome una gran vista de su trasero. Soy una pervertida me digo a mi misma, y levanto la vista al techo. Tom apaga el agua y vuelve a voltearse. Sale de la ducha, sin ningún reparo en su desnudez. Intento no desviar la mirada. Saca una toalla blanca de la repisa y la enrolla en sus caderas. Se acerca, coloca sus manos a mis costados, sobre el lavabo, acorralándome. Sus ojos me miran con deseo. Mi corazón bombea con fuerza, y mis manos aprietan tan fuerte el cepilla y la pasta de dientes, que temo romperlos. -¿Tienes calor?-pregunta con voz ronca. Dios, apiádate de mí, por favor. La tentación es demasiado grande. -N-no-tartamudeo, claramente sin convencerlo. Su sonrisa se ensancha, y se inclina hacia mí. Su cuerpo se pega al mío, y puedo sentir a través de la toalla lo excitado que esta. Me muerdo el labio. Contrólate me repito contrólense malditas hormonas. -Te ves muy bien con esta bata-dice, rozando con su mano derecha el dobladillo de mi cuello, sus ojos observan mi bata y baja los dedos hasta llegar al nudo que la sostiene. Traga saliva, y vuelve a hablar.- Pero tengo la sensación de que te verías mejor sin ella. Sus ojos suben y me miran fijamente. No es justo, ¿Por qué tiene que ponerse así en este preciso momento? Zendaya me debe estar esperando. Tom pega sus manos a mis caderas, y se inclina, quedando tan cerca que su aliento choca contra mi rostro. A la mierda el autocontrol. Dejo caer el cepillo y pasta de dientes, pego mis labios a los suyos, tomándolo por sorpresa, y enrollo mis brazos en su cuello. Sus manos me estrechan contra su cuerpo, y comenzamos a caminar fuera del baño con torpeza. Echa a un lado la ropa que tiene sobre la cama y se sienta, e inmediatamente me coloco a horcajadas sobre él. Sus manos dejan mis caderas para desanudar mi bata, sin dejar de besarme. La abre, dejándome expuesta hacia él, y coloca sus manos en mi cintura, pegando mi pecho desnudo contra el suyo. Suelto un jadeo, su cuerpo está prácticamente ardiendo, pero el mío también. No deberíamos estar haciendo esto, te están esperando dice la parte cuerda de mi mente. Me separo de sus labios, y él me mira con expresión de pregunta. -Tenemos que ser rápidos-susurro entrecortadamente. Él sonríe. -No hay problema. Sus labios vuelven a atacar los míos. Bajo mis manos hasta el borde de la toalla y la suelto. Tom estira su brazo hacia la mesita de noche, buscando en el cajón un preservativo. Me separo un poco mientras se lo coloca. Me posiciono sobre él y me dejo caer, haciéndonos soltar un gemido a ambos. Tapo su boca con mi mano y comienzo a moverme rítmicamente, mientras yo muerdo mi labio inferior para evitar gemir. Sus manos en mis caderas guían mis rápidos movimientos. Echo la cabeza hacia atrás sintiendo como ese remolino de placer se forma en la parte baja de mi abdomen. -Oh Tom-suelto sin querer. Su mano derecha me tapa la boca. Mis movimientos comienzan a ser torpes mientras su mano aprieta mi cadera fuertemente. Estoy por llegar al clímax, y sé que el también. *** -Vaya, creí que te había raptado Tom-dice Zendaya cuando entro a su habitación. Si supieras pienso. Me sonrojo un poco y niego con la cabeza. -Tuve que esperar a que Tom terminara de ocupar el baño-respondo, encogiéndome de hombros. Camino rápidamente y me siento en la silla que estaba antes. -Ya veo-dice Zendaya, con ojos entrecerrados, observándome. Pauline comienza a secar mi cabello, mientras que Agnes me pone crema en mis piernas y brazos con algo que deja un leve brillo dorado sobre mi piel. Pauline me muestra una fotografía de un lindo moño bajo y suelto. Acepto de inmediato, porque se ve muy bonito. Agnes comienza a maquillar a Zendaya, mientras que Hector (el chico de cabello decolorado) me maquilla a mí. Aproximadamente cuarenta minutos después, estoy prácticamente lista para colocarme el vestido. Esta vez, mando a Hector a traerlo, junto con mi ropa interior y accesorios (que Zendaya preparo meticulosamente antes de bajar a desayunar). Creo que sospecho algo de mi ausencia. Hector abre la caja donde está mi nuevo vestido, y quedo maravillada. Es rojo oscuro, como la camisa de Tom, con tirantes delgados y escote en V. la espalda es baja, tiene un corte en la cintura, y cae largo hasta el suelo en una tela de tul. Pero lo que más me gusta es que tiene intrincados bordados de rosas por toda la parte de arriba, que van disminuyendo hasta llegar a las rodillas. Ahora entiendo el dibujo que Zendaya me hizo en las uñas, todo está relacionado con el anillo que Tom pretendía regalarme. Después de colocarme mis calzones en el baño, salgo y Zendaya me ayuda a colocarme el vestido, ya que no usa sostén. Me siento como una verdadera princesa. Ella se coloca un vestido naranjo largo, strapless, con escote de corazón. Se ve preciosa. Agnes me ayuda a colocarme mis tacones, me entrega unos aretes rojos largos, una cadena dorada para colocarme en la muñeca, y finalmente, el anillo que Tom me ha dado. Me gusta cómo me veo, Hector ha delineado por arriba mis ojos, y ha quedado perfecto. Me ha colocado una sombra dorada no muy potente, y ha pintado mis labios con un color rojizo oscuro, colocándole un poco de sombra dorada encima, por lo que a la luz, se ven destellos de este color. -Te ves bellísima, ______-me dice Zendaya, me volteo a verla y la abrazo. -Gracias-le digo cuando la suelto.- Eres una increíble amiga. No hay de que-me dice.- Sera mejor que vayamos a buscar anuestros novios. Asiento, me ofrece su brazo y lo cojo. Le doy las gracias al equipo de Zendaya, y salimos de la habitación, para tocar la puerta de la suite de los chicos. Esta vez Paddy nos abre, y nos mira sorprendido. -Se ven muy lindas-nos dice sonrojado. Me rio ante su ternura. -Gracias Paddy-le respondo. Se hace a un lado para dejarnos pasar. Tom, Martin y Harrison están sentados en el sillón viendo un partido de futbol, y giran sus cabezas para mirarnos. Los nervios que tenía por esta premiere se esfuman al ver los ojos de Tom. Lo que importa es que estaré junto a él, apoyándolo. Paso mi pulgar por la argolla del anillo. El me ama, a mí, ya sea este vestida como una princesa (como ahora) o en una bata de hotel sin maquillaje y con el cabello mojado.
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