Flor
Pegue un brinco de padre y señor mío, cómo Lorenzo era capaz de entrar a mi habitación y verme mientras me baño, "es un idiota".
—¿Qué haces ahí parado viendo cómo me baño? —vocifere llevando mis manos a mi zona íntima, y claro está una también a mi pechos, lo poco que podía tapar, lo que sí no podía tapar era la boca de Lorenzo, ya que tenía una sonrisa de lado a lado, por lo visto estaba disfrutando del momento.
—¿Qué creíste?, Dime niñita, ¿Con qué derecho te atreves a darle ordenar a mi hombre que me desobedezca —exclamó evidentemente molesto.
Dejé salir una sonrisa enorme, en verdad me hubiese gustado verle la cara de furia al ver que no tenía con que regresar.
—En primer lugar deje de mírame, o de lo contrario voy a creer que me está acosando y en segundo lugar, pensé que n
