Flor En verdad hubiera preferido no abrir la puerta, cómo siempre mi madre metiéndose en mi vida, o arruinarla —Ya te lo dije, no, no me pienso ir, te dije que me iba a quedar a cuidarte y eso voy hacer —respondí firmemente, mientras mi madre solo rodaba sus ojos. —Flor, es una orden, no quiero verte detrás de Lorenzo y que arruines tu vida, él no te conviene —dijo una vez más. —¿Entonces me podrías decir quién me conviene?, ¿Por qué déjame decirte que ya no soy esa niña a la que podías manejar a tu antojo —vocifere. —¡Flor, es una orden! —grito. —¡No!, Y en cuanto a Lorenzo puedes estar tranquila, él se va a casar —dije, pero me dolía, y no sabe cuánto, aunque me niegue admitirlo, me duele hasta el alma. Se que mi madre no se quedará como si nada, se que ella hará hasta lo imposibl

