Benjamín y Ezequiel no conocieron el amor materno, su madre era una mujer joven de 49 años, ella intentó de dar amor a sus hijos, pero su concepción y nacimiento habían sido una tragedia.
Primero dos violaciones consumadas, luego dos partos sin asistencia. Loreta Orlov no había sido capaz de construir un amor maternal, ni había sido capaz de protegerlos, de hecho, la madre de los Orlov no había sido capaz de protegerse ni siquiera a ella misma. Ahora los dos hermanos buscaban encontrar a Jacob Mertes, cada día se acercaban más.
En ese momento grabó en su mente la sensación de tener a Belinda entre sus brazos por primera vez, cerró los ojos e iba a acariciar su muslo femenino, pero sintió que ella le tenía miedo. No la asustaría.
– Bel, no voy hacer nada, sé que tienes miedo.
La giró l
