Entre el amor y la guerra

Capítulo 19

Victoire Jussieu.

Los nervios son cosas del pasado al sentir como Nard estaciona el auto, hace mucho tiempo que ni siquiera sabía lo que los nervios significaban cuando de estas operaciones se habla, estos volvieron hace poco junto con el desastre que ha causado la persona desconocida, la cual aunque se que quiere destruirnos, no se nada más acerca de ella.

Es estresante saber que hay alguien buscando nuestro mal y ni siquiera saber de quién se trata, porque puede que tengamos muchos enemigos, pero a todos los tenemos monitoreados, todos tienen un nombre, un objetivo, siempre hay algo que los distinga y todos tienen algo que los hace débiles, por los cuales podemos destruirlos en cuanto intenten algo contra nosotros.

Sin embargo esta vez no, y es lo que nos tiene alarmados, en constante tensión, porque no podemos dejar que nuestra fama y prestigio se vaya abajo, ¿Quienes nos respetaran al saber que una mafia cualquier nos hizo caer a los dos juntos?

Nadie, claro está y eso no puedo permitirlo, porque si hay algo que debo cuidar es mi organización, después de mi familia por ello es que vivo aunque no sea de mi especial gusto, hace años dejo de gustarme el ritmo de vida que conlleva ser la jefa de la mafia, aún más después del accidente, quisiera pensar que algún día esto cambiara y podré tener la vida feliz que tenía antes.

Porque a pesar de que antes vivía también rodeado de armas y sangre, antes lo tenía a él conmigo, a muchas más personas que llenaban mi vida de alegría, de colores, sin embargo al irse todo quedó a blanco y n***o, ya nadie puede pintarla como ellos lo hacían.

Hacíamos un equipo perfecto, todos nos complementabamos a la perfección en todo sentido, donde nos vieras impactabamos, ahora solo lo hacemos por separado y no es lo mismo, definitivamente no lo es y es doloroso saber que bastan unos segundos para cambiar la vida de cuatro personas, solo cinco segundos para cambiar todo.

Es por ello que soy muy precavida desde entonces, y justo ahora para mi es difícil llevar las cosas con calma sabiendo lo que nos espera, secuestraremos a un líder de mafia y aunque lo haremos en nuestro territorio es difícil pensar en las consecuencias que ese hecho traerá consigo, podremos sacarle información, sin embargo después puede iniciar una guerra si estos tienen los suficientes aliados que lo respalden.

No es como si lo vayamos a retener mucho tiempo, solo el suficiente para sacarle información, sin embargo hay que ser precavidos para no dejar rastros de nada, ya dejé a Michael a cargo de las cámaras del aeropuerto, aunque es un espacio no transitado no quiero dejar un hilo del cual halar, lo mejor es prever cualquier cosa, nadie puede saber que fuimos nosotros quienes nos llevamos a Marcus, debemos matar o dejar inconscientes a sus guardias para que no hayan cabos sueltos.

Todo tiene que salir perfecto.

Salgo del auto caminando en dirección al jet estacionado de Marcus, cruzo los dedos rogando que todo salga bien y enciendo el temporizador de mi reloj, tenemos alrededor de cinco minutos antes que la bomba que pusimos en uno de los autos cerca del jet de Marcus explote, eso servirá de distracción mientras inmovilizamos a los guardias y nos lo llevamos, por otro lado yo decidí vestirme diferente y usar peluca para disimular, no podía vestir como normalmente voy porque me reconocerían enseguida y no podríamos siquiera llegar a ellos antes que se fueran, los muy cobardes ni darían pelea, se irían sin pensarlo.

Al llegar al lugar donde está estacionado el Jet espero que Marcus salga, a los lejos me espera Charles quien se mantiene atento por cualquier inconveniente, espero no lo reconozcan.

Minutos después escucho la puerta del Jet abriéndose, mis ojos se dirigen hacia Marcus quien se mueve con egocentrismo hasta mi, sus ojos me recorren entera mientras se acerca y una vez esta frente a mi una sonrisa altiva curva sus labios creyendo que hablara con una simple novata.

—Mi nombre es Marcus Fountain, ¿Con quién tengo el honor de conversar?

Pregunta y yo alzo las cejas sin quitarme los lentes de sol.

Si, es de noche pero hay que mantener las apariencias.

—Celeste Blake—extiendo mi mano tomando la suya y llamo a dos de los hombres que recién reclute para que me traigan las armas—Esta es la mercancía de la que te hablé, quiero generar dinero así que dime cuánto me ofreces por ello—señalo la maleta que mis hombres abren frente a el

Este dirige su mirada hacia la maleta y yo checo mi reloj, faltan dos minutos para que la explosión se lleve a cabo, será suficientemente fuerte para dañar el jet pero no para que llegue a nosotros, y esa es la idea porque solo necesitamos una distracción para poder llevarnos a Marcus mientras sus hombres revisan que ha pasado.

—Se ven bien—dice levantando la mirada hacia mi—Tendría que revisarlas mejor.

Asiento y entonces ocurre, la bomba explota llamando la atención de todos los presentes, Marcus se alarma dándome una mirada y yo pego un brinco fingiendo sorpresa, eso lo convence lo suficiente como para enviar a sus hombres a revisar que esté todo bien, giro mi cabeza hacia Charles quien manda a los hombres a salir de sus escondites, Marcus nota todo cuando ya es tarde para el, pongo un pañuelo en su nariz con ayuda de Charles quien llega a mi lado para ayudarme.

Nard aprovechando que aún están distraídos tira una granada y nos abre la puerta para que entremos rápido junto a un desmayado marcus, el auto arranca y escuchamos varias explosiones gracias a las granadas que Nard envía en dirección al Jet, tratamos de salir del aeropuerto lo más rápido posible antes de alarmar de más a los guardias y encargados de la seguridad del lugar.

Ya de por si es muy arriesgado seguir teniendo estos encuentros aquí, así que debemos tener cuidado, me mantengo atenta a Marcus quien va desmayado pero se que el efecto no dura tanto como me gustaría, debemos irnos a un lugar donde a nadie se le ocurra buscarnos, si nos vamos a mi casa o la de Nard será el primer lugar donde buscarían.

Es por ello que lo mejor es que vayamos a mi lugar secreto, aunque no me gustaría porque sería mostrarle a Nard y Charles algo muy privado para mi, sin embargo a estas alturas eso no es lo más importante, sino llevar a cabo el plan a la perfección, además que allá tengo todo lo necesario.

—Dejame al volante.

Pido tocando su hombro, el frunce el ceño sin comprenderme y yo le señalo el asiento del copiloto, Logan va en el otro auto, no se como cambiamos tan rapido, yo iba solo con Leonard aquí, ahora se nos unió Charles y los guardias junto a Logan quedaron en los demás autos.

Luego de unos segundos Nard me da el espacio, tomo el volante logrando que el auto no se vaya a un lado y me desvío para ir hacia el bosque a una hora de aquí, es el único lugar que nadie conoce.

Manejo con tranquilidad hacia allá por unos minutos en los que nadie hace ruido, el auto va en completo silencio acompañado de nuestras acompasadas respiraciones, le doy una mirada rápida a Nard quien no me quita la suya de encima, varias veces lo he encontrado así, mirandome, reconozco esa mirada y debo decir que no me gusta ni un poco, lo conozco demasiado bien como para saber que si quiere algo lo consigue, todo ha sido así, en los últimos años lo único no ha podido conseguir de mi parte es una buena conversación, porque sabe que nunca lo dejaré hablar más de la cuenta, no se lo merece, debe quedarse donde pertenece sin arruinar la paz que he construido durante estos años y que con la alianza que creamos se ha jodido, porque con ella no solo trajo una solución, también trajo recuerdos que detesto con toda mi alma, no voy a decir que no hay cosas buenas que contar, pero si puedo decir que junto a esas hay cosas malas que es mejor dejar en el interior de un cajón, sumergidas en lo profundo de mi memoria para que no salgan.

Esa es una de las razones por las cuales lo odio, porque tenemos mucho que contar, tanto bueno como malo, el detona esas cosas que no quiero recordar, y me hace sentir cosas que no he podido sentir con nadie más en los cinco años que han pasado, porque si, Leonard Vial formó parte de mi pasado, uno que tiene rosas con espinas, a la vista son hermosas pero esconden dolor cuando las tocas, no hay otra forma de definirlo, ni siquiera había buscado una definición para lo que paso entre nosotros hace años, o por lo menos, ese accidente que lo incluye directamente.