Capitulo 45

2169 Words
Victoire Jussieu El tiempo suele ser relativo cuando no estás al pendiente de el, pueden pasar muchos meses sin que ni siquiera lo notes o pueden pasar solo unos días con suma lentitud, todo es cuestión de tu percepción del tiempo, en mi caso, siento que ha pasado demasiado rápido, como si lo pusieras todo en cámara rápida y solo pudieras ver por encima el contenido, todo lo que pasó en ese periodo de tiempo, es difícil porque no sabes si aprovechaste los días al máximo o solo fueron un borrón sin importancia en tu vida. Por suerte después de tantos años viviendo sin ganas he aprendido a reconocer eso, a no dejarme llevar por el tiempo y hacer algo útil con el, como estos días, han pasado tres meses desde el accidente de Logan, éste está bien, a decir verdad creí que el golpe sería más serio o que tendría secuelas pero después de unas semanas me alivió el hecho de que no tuviera y pudiera volver a casa sin problema alguno, duró poco tiempo internado pero fue el suficiente para saber que tenía que investigar muy bien ese atentado para hacer pagar a quien sea que me hizo pasar ese susto. Desde ese día lo busco sin éxito alguno, Charles me dice que en algún momento debo dejar de buscarlo y centrarme en lo importante pero a veces aparecen enemigos de donde ni siquiera sabemos, es bueno investigar, dicen que el que busca encuentra, así que yo buscaré sin apuro hasta encontrar eso. No dejaré a la persona que dañó a mi amigo salir ilesa, no es propio de mi hacerlo, no lo hice cuando pasó lo de Sergio, mucho menos ahora, porque si, aunque nadie lo sepa, solo yo, si hay una razón más allá de la rivalidad entre Claudio y yo, dado que cuando el se encargó de atacarnos por gusto propio me quitó a mi hermano, luego de eso le quité a alguien importante para el para que sintiera lo mismo que yo. Es algo muy poco profesional de mi parte, sin embargo cuando dañaron lo que más amaba ya no importó nada, ni seguridad, ni guerras, ni protocolo, aquí solo importaba el dolor que yo sentía después de que me arrebataron a mi hermano, a mi mejor amigo, a mi compañero de mi vida quien es lo más importante para mi incluso ahora que cada uno tiene su vida, nosotros somos de esas personas que no nos la pasamos juntos las veinticuatro horas, pero sabemos que en el instante en el que necesitemos del otro estaremos allí. Es algo que muchas personas sabrán explicar, no es algo nuevo ni mucho menos que solo hagamos nosotros, solo nos mantenemos al margen de la vida privada del otro, si este pide que intervenga, lo hago, al igual que si yo se lo pido. Es cuestión de privacidad y respeto, me gustan las cosas así porque se que no arruinare nada que pueda perjudicarlo, sin embargo a veces quiero jalarlo de su habitación para que se quede conmigo todo el día, sin embargo lo dejo en sus cosas. Por otro lado no he vuelto a ver a Nard después de aquel día en el hospital, el dejó de aparecer por aquí después de lo que le dije, en parte se lo agradezco, porque a pesar de que necesitemos su presencia para algunas decisiones que hemos tomado con respecto a ambas organizaciones, sé que podemos evitar este encuentro, Charles me ha dicho que últimamente no quiere comer, duerme bastante y solo habla con el, sin embargo apenas lo hace. Debería sentirme mal por ello pero no puedo hacer nada, el se buscó que me alejara de él, suponiendo que esa sea la razón por la que esté deprimido, se que no es nada bueno que esté así pero no se si tenga de otra que ignorar que Charles me cuenta todo esto, porque no puedo ir a buscarlo como si nada, debo ser fuerte y no buscarlo, el esta cumpliendo su parte, yo también debo hacer lo mismo aunque me pese el corazón al saber que la persona que amo esta mal talvez por mi culpa. Es difícil saberlo, sin embargo es lo más probable, lo más inteligente que se me ocurre. Además de que Sergio ha estado recuperando sus recuerdos, incluyendo todos los que tenía con Nard, ha ido a visitarlo según me contó hace poco y ambos están recuperando el tiempo perdido, Nard hasta le pidió perdón por todo lo que pasó el día en el que salimos, es comprensible que lo haga dado que esa salida tenía más que ver con el que conmigo, aunque al fin del caso todos pasamos un mal rato. Eso me quita las ganas de atreverme a salir con el otra vez, siquiera para saber como está o verle la cara, aunque me he visto tentada a hacerlo muchas veces. Sin embargo me he contenido al saber que eso solo aumentaría su ego y lo haría salir de su estado de tristeza en la cual se metería de nuevo al saber que yo no estaré en su vida de forma permanente, no quiero hacerle eso ni aunque me muera por verle la cara, se que hace mucho que no hablamos pero igual me sigue preocupando como esta, si hay alguien con el, espero que tan siquiera la perra de Michel lo visite, después de todo es su amiga. Aunque dudo que el deje que lo haga, después de todo la situación en la que está empezó por su equivocación con ella, no tengo idea si lo que dijo es verdad, tampoco tengo muchas ganas de saberlo, pero lo que si sé es que Nard se arrepiente de ello, de haberla buscado en España, de mantenerla en su vida cuando era un claro ejemplo de deslealtad, el sabía que en cualquier momento ella le apuñalaria por la espalda en cualquier momento y todo terminaría peor de lo que lo hizo hace años, porque a diferencia de mi, Nard no guarda rencor o por lo menos, no lo hace con la mayoría por lo cual termina accediendo con facilidad a que personas del pasado entren en su vida, incluyéndome, cosa que no debería ser así. Hay personas que si están en el pasado es por alguna razón, no deben estar en presente para no arruinar tu futuro, es algo que lo entendí a las malas y que talvez nunca lo entienda porque cuando se trata de él las cosas son diferentes desde mi perspectiva. Dejo de divagar mientras tecleo en la computadora a toda velocidad, desde hace unas noches he empezado una investigación de la que nadie tiene conocimiento, esta investigación se trata acerca de una de las redes de prostitución más grandes de Francia, a decir verdad estas me repugnan completamente porque ninguna de las chicas que usan para ello lo hacen por voluntad propia, ni siquiera por el dinero que les dan, lo hacen porque las han secuestrado y obligado a trabajar en esos lugares asquerosos donde normalmente lo hacen. Siempre he querido hacer algo al respecto y como puedo hacerlo dije que no me quedaría más de brazos cruzados, puedo hacer la diferencia tan siquiera aquí en París donde radica el mayor número de bares donde se llevan a cabo estas redes, aunque llevan un perfil bajo es un poco difícil de esconder el disgusto de cada chica que trabaja en lugares así, porque no todas son simples camareras o bailarinas. Y eso es lo que estoy intentando averiguar, porque quiero empezar por el bar más caro y exótico que hay en París, estoy segura que allí encontraré mucho que entregar a la policía, porque aunque sea mafiosa eso no me obliga a estar de acuerdo con todo lo que los demás de mi misma calaña haga, solo me encargo de vender armas, joyas, cosas de valor que no perjudiquen a nadie. De allí a vender droga o mujeres hay un tramo bastante largo al que jure nunca en mi vida llegar, mantendré mi promesa mientras nadie me ponga una pistola en la cabeza, menos Nard, para el ya es costumbre y no contaría si lo hiciera. Suelto una risa por eso sintiendo que ya lo extraño de más, hasta nuestras peleas inútiles las extraño. Sigo tecleando en la computadora intentando no perder la concentración y finalmente logro dar con la seguridad del bar al que quiero entrar, ingreso mi nombre en el listado para que en lo que llegue mi nombre aparezca en primera fila. Me levanto dejando la computadora sobre la cama y busco en mi armario algo bonito que ponerme, necesito destacar, aunque nadie sabrá quien soy les haré saber que no soy cualquier persona, hoy empezare a tantear el terreno, luego podré infiltrarme de otra manera, necesito ver las cosas desde dentro para poder actuar, sin embargo necesito primero una vista panorámica de la situación, y que mejor que ir al "Paradise" el mejor bar de la ciudad y según lo que me han dicho, las mejoras bailarinas exóticas. Suelto un bufido recordando de donde escuché eso y me pregunto porque seré tan metiche, no necesitaba escuchar a Sergio hablando con Nard, aunque eso me proporcionó la información que tengo ahora. Paseo mi mirada por el armario donde me dedico a buscar algo decente y apropiado que ponerme, aunque ¿Que digo? De decente no debe tener nada si quiero atraer a los asquerosos correctos. Busco detrás de la primera hilera de vestidos y encuentro uno que es perfecto para esta ocasión, es un vestido n***o con una abertura a los laterales, esta inicia en la cintura y cae dejando ver todo, ni siquiera debo llevar pantis por esto. Lo dejo en la cama junto a unos botines altos del mismo color del vestido y me dirijo al baño para tomar una ducha, ya son las nueve de la noche y ya todos están en sus habitaciones en el caso de Sergio y logan. Este último ha estado quedándose aquí. Por otro lado los empleados quienes ya deben estar también en sus habitaciones, solo quedan los guardias a quienes solo con una seña callaran el resto de su vida. Menos los que van conmigo quienes tienen que callar cosas más grandes. Salgo de la ducha minutos después envuelta en una toalla, me seco a ritmo normal y me pongo el vestido y los botines, me maquillo de manera extravagante pintando mis labios de color n***o al igual que el maquillaje de ojos, me pongo unos cuantos accesorios que también sirven como armas y luego tomo las pistolas escondiendolas en mi ropa y zapatos. Salgo de la habitación con cuidado de no hacer ruido y al bajar las escaleras le hago señas a los guardias quienes de muestran confusos, estos asienten al verme llevarme el dedo a los labios y escucho una de las puertas de arriba ser abierta apenas pongo un pie en el ultimo escalón, maldigo por lo bajo adelantando el paso para que no me vean y una vez estoy en la puerta escucho la voz de alguien que no sabía que estaba aquí. —No te había visto desde que llegué. —Levona—sonrío nerviosamente hacia ella quien me mira sospechando. —¿A donde vas tan sexy?—pregunta curiosa acercándose a mi. —Voy a un bar, no le digas nada a Sergio, querrá ir también. —¿Irás con alguien?—curva una sonrisa pícara y yo niego. —Es algo de trabajo, por eso no debe saberlo, me arruinaría el plan. —No le diré, solo no te metas en problemas. Asiento dejando un beso sobre su mejilla a modo de despedida y salgo llamando a algunos guardias quienes me acompañan en mi auto, no necesito a tanta gente hoy, no tengo a nadie siguiendome por lo que puedo protegerme sola. O eso creo. Comienzo a manejar en dirección al paradise y me agrada la sensación de que estoy haciendo algo bien, porque llevo días investigando bien antes de meterme en esa guarida de leones. No es fácil meterse ahí con la pinta que tengo, sin embargo quiero dejar en claro quien manda antes de ir bajo perfil, talvez no sepan quien soy pero sabrán que no soy nadie siguiendo órdenes, aquí en París las doy yo. A pesar de todo debo tener cuidado apenas ponga un pie allá, estoy segura que no será fácil ganarse el respeto, mucho menos no delatar a nadie en el proceso, porque se que aunque allí van muchos hombres buscando el servicio de cualquier mujer, se que también van hombres comunes dispuestos a beberse un par de copas con sus amigos. No quiero llamar la atención de ninguno de ellos, porque eso sí que me arruinaría en cierta manera el plan, debo estar sola y disponible por si se acerca alguien que pueda darme alguna información de interés, alguien que sepa mucho del lugar o lo frecuente por lo menos.
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