Capítulo 25

1241 Words
Sergio Jussieu Detengo mis pasos frente a la puerta de mi oficina y al abrirla miro mi reloj, ya Claudio debe estar esperándome, levanto la mirada buscándolo y al hacerlo me dirijo hacia mi asiento detrás del escritorio, lo observo con atención. —¿Como va el plan para los franceses?—pregunta com impaciencia y yo arqueo las cejas —Va bien, no se mucho de su ubicación desde hace dos días para iré a investigar en unos minutos. Declaro, el sacude la cabeza irritado y yo me levanto sin querer perder el tiempo, el solo quería saber los avances con respecto a lo de ambas organizaciones, lo que no entiendo es porque la impaciencia. —Necesito que hagas esto lo más rápido posible Sergio, no podemos perder más tiempo. Me detengo junto a la puerta girandome en su dirección, mi seria mirada le indica que debe calmarse, yo tampoco estoy para juegos. —No he perdido ni un segundo de mi vida los últimos cinco años, no pienso empezar ahora, sabes que si quieres que haga esto lo haré a mi manera, no te entrometas o dejaré todo tal y como está. Su mirada de enojo me hace sentir satisfecho, dado que captó perfectamente la amenaza, no me gusta que me cuestionen, sé como hacer mis cosas, estamos arriesgando mucho al atacar a los franceses, por algo que es obvio que es algo personal entre Claudio y ellos, me estoy metiendo con algo que no entiendo y esto es completamente innecesario, ellos no nos hacen daño, al igual que nosotros no deberíamos estar haciéndolo. Solo lo hago por agradecimiento a Claudio, sin embargo planeo acabar con esto de la mejor manera, si puedo evitar la guerra que posiblemente se cree a base de todo lo que hemos dañado a estas dos organizaciones, lo haré, porque no quiero que más sangre se derrame, aunque yo de las órdenes se las consecuencias que estas ocasionan. Y no quiero hacer más destrozos. Salgo de la oficina en dirección al cuartel principal donde se hacen las investigaciones, abro la puerta haciendo que todas las miradas se posen sobre mi, algunos se acomodan mejor en sus asientos al verme entrar y no puedo evitar curvar una sonrisa en mis labios a causa de ello, todos me temen sin siquiera conocerme, porque mis acciones hablan más que mis palabras. Me recuesto a la pared observando todo lo que hacen y me doy cuenta que alguien está intentando entrar a nuestro sistema. —¿Eso esta desde cuando?—señalo en la pantalla la cual nadie está mirando. Una de las chica se mueve hasta ella y abre los ojos como platos. Empieza a teclear pero veo que se le va de las manos y logran entrar en el sistema. ¡Joder! Me escondo en una de las columnas y miro el rostro de la persona que se muestra como en una videollamada. Mis ojos se abren con sorpresa al reconocer a la rubia de mis recuerdos en ella. —Buenos días damas y caballeros, en primer lugar crei que seria más difícil entrar en su sistema, si quieren puedo darles unas clases—hace una pausa y mueve su mirada—Necesito que le dejen dicho a su jefe que debo reunirme con el con urgencia, no busco pelea. Frunzo el ceño y veo a una de las chicas mirar en mi dirección, gesticulo con mis labios un "Quien es" y ella se dedica a preguntárselo a la desconocida. —Soy la líder de la mafia Francesa, les dejaré un punto de reunión en Venecia, espero que acuda. Y con eso cuelga la llamada y sale de nuestro sistema. La misma chica me hace señas que ya puedo salir de mi escondite y yo tomo el puente de mi nariz. —¿Saben el nombre de esa mujer? Pregunto y todos empiezan a buscar —Victoire Jussieu. Suelta Patrick haciéndome fruncir el ceño. —¿Jussieu?—interrogo y el asiente señalando la pantalla Evidentemente. —¿Que más información hay sobre ella? Escucho unos pasos detrás de mi que me hacen girarme, Claudio se acerca con sigilo para luego mirar la pantalla, su rostro palidece al ver el rostro de Victoire pero no puedo entenderlo, se supone que el ya sabe quien es ella, ¿Por qué se sorprendería? —¿Que hacen buscando a esa mujer? —Me parece conocida, además de que tiene mi mismo apellido. ¿La conoces? El niega con la cabeza lo cual me hace sospechar pero no digo nada al respecto. Manteniendo silencio se saben más cosas. —Entonces puedes dejarme trabajar, descansa—menciono desviando mis ojos de nuevo a la pantalla. Claudio se va minutos después al saber que no me detendré en lo que hago, mucho menos al saber que esa mujer tiene mi mismo apellido, y que casualmente la recuerdo por alguna razón. Ahora más que nunca no puedo rechazar su invitación a reunirnos, no se si quiere emboscarme o de verdad tiene otra cosa que hablar conmigo pero definitivamente iré. Victoire Jussieu. Dejo mis manos sobre la mesa de la computadora frustrada y tiro un florero que está allí, gruño mirándo a Michael quien alza las manos en son de paz. —¡Necesito esa maldita ubicación! ¡Necesito que lo encuentren!—chillo y todos guardan silencio. Me siento al lado del susodicho quien me mira asustado y yo comienzo a teclear con enojo buscando entrar en el sistema de Sergio, necesito que se reúna conmigo, ¡Necesito verlo! Porque si no no voy a poder corroborar que de verdad sea el, que si es mi hermano el que está vivo. Unos minutos más tarde sonrío al poder conectar con su sistema, enciendo ambas cámaras y micrófonos para hacer una video llamada y puedo ver la cantidad de personas que hay en la habitación. —Buenos días damas y caballeros, en primer lugar crei que seria más difícil entrar en su sistema, si quieren puedo darles unas clases—me burlo mirando a todos mientras busco a Sergio con la mirada—Necesito que le dejen dicho a su jefe que debo reunirme con el con urgencia, no busco pelea. Una de las chicas presentes mueve su cabeza en dirección a alguien, solo que no puedo verlo, esta detrás de una de las columnas y solo alcanzo a ver su espalda. —¿Quien eres?—pregunta la chica. —Soy la líder de la mafia Francesa, les dejaré un punto de reunión en Venecia, espero que acuda. Y con eso cuelgo la llamada y salgo del sistema. Suspiro aliviada dejando la dirección de mi casa en Venecia y una hora, hoy a las diez de la noche. No hay seguridad de que vaya, talvez pensará que he descubierto que es el quien nos ataca, pero no me importa, solo quiero saber si es Sergio, mi hermano. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que lo vi que el hecho de hacerlo me deja eufórica, aunque no estoy segura de que si vaya a asistir hoy, hay la posibilidad de que si lo haga, debo empezar a prepararme para ello, porque hoy por fin tendré la esperanza de conocer al nuevo Sergio. Porque así como nosotros cambiamos se que el también debió hacerlo. Cinco años no pasan en vano, mi miedo es lo que voy a encontrar a causa de ello.
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